Banner

sábado, 9 de noviembre de 2013

A la luna me dirijo

Sentado al borde de un abismo
con tentáculos viscosos
muevo los pies de metal
a pesar de todo.

Creo en el amor y en sus
secretos, sus gajes y gafes,
su receta no la conozco,
pero quiero cocinarlo.

El cielo está apagado,
pero tú estás a mi lado.
Ahí te hallas, iluminando
todo mi espacio.

Siete días tuve que esperarte
con una taza de café ardiendo
para no congelarme mientras el viento
acariciaba mi inconsciente letargo.

Y, sin embargo, ya has aparecido,
luna, estás en mí como ninguna,
déjame morir un poco,
porque morir en tus brazos es una manera

celestial de irme de paseo por nuestro espacio.

No hay comentarios:

Publicar un comentario

Nota: solo los miembros de este blog pueden publicar comentarios.