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miércoles, 2 de enero de 2013

El ángel sin alas cayó en el descampado

El ángel sin alas cayó en el descampado, erigiendo un pasillo borroso. Su brillo en aquel obscuro lugar me embelesaba, me sirvió de guía. Yo emulaba sus pasos, intentaba atraparlo, pero no me dejaba… Todo estaba desenfocado, menos su espalda, al descubierto, perfecta. Un giro a la derecha, y sus alas eran el último resquicio visible antes de tornar a siniestra. De pronto, me encontré ante un balcón que, delante, tenía un árbol enorme, y no dejaba al magno astro entrar a ninguna parte. A mi izquierda, el antiguo reducto por el que se llegaba a mi clase, ahora ya desamparado. Al lado contrario… la negra niebla creada por el miedo, la inseguridad, el futuro en sí mismo. El ángel desaparecido estaba detrás de mí en su forma más natural. Sus ojos llevaban a otro mundo… Pasado, presente y futuro se mostraron ante mí. Y yo escogí el agujero negro.