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lunes, 13 de octubre de 2014

Contemplando el sol en mitad de la noche

En lo silencioso de la noche, el crujido que la madera hace con nuestro paso me despierta dentro de mí, pensando en el sueño del futuro que vi. No puedo parar, siempre quiero seguir, no hay límite en la frontera. Una voluta espectral separa nuestros cuerpos. Yacemos entrelazados con una forma de infinitud plena, buscando un clavo en el que refugiarnos antes de que todo caiga sobre nosotros. El techo cruje, el espejo se queja, nuestros brazos se buscan y las almas presentes siguen en contacto. Es nuestro presente la esfera mágica dibujada por tus labios donde quiero vivir en mi finita eternidad.

sábado, 27 de septiembre de 2014

Perdido en aguas turbias

Perdido en aguas turbias
mi alma anda en pena
con las lágrimas rodando
dejo de sentirla; muerta

por estas tersas, profundas
me voy guiando, sus huellas
perdido en aguas turbias
mi alma anda en pena.

No le hallan paz en fórmulas
él sigue tumbado y quiérela
con las lágrimas rodando
dejo de sentirla; muerta.

Tras la ecüación rota
de soledad su cabeza
llena; y de miedos falsos
su oscuridad alienta.

Perdido en aguas turbias
mi alma anda en pena
con las lágrimas rodando
dejo de sentirla; muerta,

dándola ya por perdida
retorna su existencia
por las lágrimas quemado
ardo el llanto y la pena.

lunes, 25 de agosto de 2014

Secundario

Un paseo bajo la lluvia
o un paseo soleado.
Aquí, depende.

Dos botellas de agua
en lugar de una.
Imprescindible.
Secundario.

Usar dos servilletas
exprimir una.
Imprescindible.
Secundario.

Abrazar al enemigo
derrotarle.
Imprescindible.
Secundario.

Yo.
Tú.
Imprescindible.
Secundario.

Abandonad_.
Complet_.
Imprescindible.

Secundario.

Rutinas interiorizadas

Vagar.
Ver.
Revivir.

Saborear.
Disfrutar.
Morir.

Revivir.
Morir.
Revivir.

Remorir.
Vivir.
Oxidar.

Morir.
Agonizar.
Sufrir.

Revivir.
Flotar.
Caer.

Morir.
Agonizar.
Suicidar.

¿Revivir?
Morir.
Agonizar.


Terminar.

domingo, 24 de agosto de 2014

Un solitario árbol en Agosto

Hoy salgo a escena, imparable
sin contar mis pasos, no sonrío
a nadie, las lágrimas dentro se pudren
y, poco a poco, voy muriendo.

Con cada roce de mi cuerpo con
el agua que guardo dentro, voy
sufriendo. Retrasar lo inevitable
no quiero, solo déjenme cerrar los ojos.

Y abro la puerta que me lleve
al otro lado, pero es un sueño
y, de nuevo, me levanto…

Rutina asesina que retoca mi mente
se lleva la esperanza y me miente
me engaño a mí mismo con la muerte.

domingo, 10 de agosto de 2014

El mismo dolor



Cuando el camino se hace eterno. Cuando el sol deja de imponer su ley y se deja arrastrar al fin del mundo, o tal vez al paraíso, tú eso no lo sabes, y no lo sabrás nunca, porque tus rodillas han echado raíces. Cuando tus ojos ya no representan ni una chispa de paz, de armonía, de esperanza. Cuando todo aquello que apreciabas se ha ido por la puerta de atrás o, simplemente, ha tenido que dejarte porque eras un lastre.



Un lastre... Eso es. Así es como te sientes ahora mismo. Una carga. Para todos. Para ella, que te quiere, te soporta y te ama. Para ellos, que te sustentan, eres su vida. Para aquellos a los que, de vez en cuando, y tú sin entenderlo, les sacas sonrisas. No sabes por qué, incluso, tal vez, les alegres el día, o la mañana, o la tarde.



Aun así, eres un lastre. Una carga. Pesada y voluminosa, tú mismo te quieres desprender de ti. ¿Y qué hacer en esa situación?



Cantar.

viernes, 8 de agosto de 2014

Confesiones de un cascarón inútil

Desgarrado carmesí y azur corazón por la pura maldad que corre, viscosa, hacia el centro de todo. Se suceden las pesadillas en carne viva, el drama y la comedia de uno mismo, el beso que esperas sentado en un precipicio, con la soga al cuello. Y así es el interior de un cascarón que se pudrió a sí mismo, ayudado de su mente hueca, donde las oscuras venas todo lo habían abarcado. De principio a fin, de cabeza a pies, destrozando cualquier rasgo de cordura presente. Así se fue.

Vaga por ningún corazón, pues no está a salvo en ningún recuerdo. Todos le borraron, siguieron. Él vaga, perdido. Y ellos saltan como chiquillos inocentes que miran pero no ven la televisión, donde sus padres yacen henchidos de vergüenza ajena.

Qué haría mal aquel pobre muchacho que yo solo recuerdo, nadie lo sabe. Tampoco él sabe lo mucho que siempre le aprecié, pero qué más da, como él mismo diría. Nadie lo mató, pero tampoco fue un suicidio. Se volvió contra sí mismo.

jueves, 31 de julio de 2014

Los cuatro elementos

Dedicado al control elemental
pasan y pasan los años volando
junto al frío, el tiempo forzando
a buscar refugio ardiente y real.

Arrastrándome con cuerpo frugal
he devuelto a mi pueblo, ritmando,
las tierras que perdieron, y vibrando,
me dieron una recepción brutal.

Aire, mar, fuego lento y tierra yerma
gracias a mis yemas pueden danzar.
Oscuro manto, vuelvo a tu lado.

Ciclos de muerte y gente enferma
desaparecieron. Desde este altar
los cuatro elementos quedan pagados.

lunes, 28 de julio de 2014

A Night full of hope

Dormido con sueños de paz
pintados de esperanza, cual
Sol y Luna reunidos, ya
os veo el aroma inhalar.
¿Sueño de paz? Vaya esperpento.
Disimulan las sombras. Ebrio,
busco formas de luz sin éxito.

Sumido en el sueño profundo,
alcanzo a contemplar el muro
salto y no llego, quedo mudo,
trémulo, inserto mi puño.
Sangre en mi mano se derrite
mis demonios contemplo y ríen:
me muero y nadie se aflige.

Despierto estoy en mi lecho,
abrazado por brazos fieros
en calma, en paz, un frío viento
sosegado mece sus hielos
pierdo el aliento al observarla
orno su cadera con llamas
decoro perdido en la cama…

martes, 22 de julio de 2014

Fuego innomador

Innovar, innovar, parad.
No sabéis, no podéis jugar.
No es para simple mortal:
oráculo que cumplirá
las órdenes de los antiguos.
Estos versos fueron perdidos
otrora: os toca vivirlos.

Demencial muestra de progreso
donados, simples y complejos
no me regaléis vuestros besos
escuchad y aprendan, ¡atentos!
Arden las mentes a mi paso
cadáveres yacen ahogados
Y mis fogatas arden alto…

Llamas intrincadas y puras
desenroscan mentes y puntas,
apunto con flechas y runas,
disparo y ni se inmutan…
Vacíos cuerpos deambulan
por las calles burdas y sucias
sus cenizas quedan en mi urna.

Madrugar con gusto

Manto oscuro en la noche que
proteges frágil sentimiento
incrustado en este, mi pecho
Vivir ya puedo, sin temer.
Mas te echo mucho de menos
y busco tus brisas en mil ecos
huecos recovecos y huesos.

Escribo y solo puedo amarte,
sea como sea: con estos versos
simples, perdidos en el cielo
que busco, surco tierra, aire.
Los mares que visitaremos
serán congelados al tiempo
que rugirán fieros, ardiendo.

Besos impregnados de bella
gracia, sutil sensualidad
que impregna mi paladar
me hace despertar en guerra.
Nunca detengas tu camino
hasta que desees más frío:
arderemos volando, unidos.

lunes, 21 de julio de 2014

Huir con tu mano entrelazada

Y volar con los tornados
los ojos bien afilados
las alas abiertas
el fuego escapando.

El frío aire congelando
las fauces furiosas
los fuegos falsos
quedaron ahogados.

Aquí yacemos, quemado
y tú levitando
recoges las cenizas
y nace un lazo.

Símbolo de amor,
supervivencia vasta
enorme legado dejado
a las orillas de la montaña.

Llévame lejos
donde pueda amarte
sin tener que ocultarme
a los ojos que nos buscan.

Abrazarte, en tus ojos
navegar hasta ahogarme
en tus alas flotar

hasta a tu alma llegar.

Limbo

Acurrucarme en una esquina y no salir jamás. Jamás de los jamases. Que el hambre, la sed, el amor, el sexo, el aburrimiento, el hastío, el lento paso del tiempo, la muerte, ¿la esperanza?, la vida, el óxido, que todo me sobrepase.


Yo seguiré en mi esquina, acurrucado.

martes, 15 de julio de 2014

Una noche iluminada

Su calor es puro veneno
contemplan las malas lenguas
en decir esto. Y qué es,
sino placer venido de los cielos;
hambre voraz que se encuentra
no da para más, pobre noche.

Y eso es lo que yo ya echaba de menos
sentirla, el respirar de sus montañas, aliviadas
por la presencia del sol a su lado, iluminando
un camino hecho de baches para superar.

Empiezo a creer
en la reencarnación del Amor en vida:
morir no salía en nuestra guía turística.

Déjala volar, que despliegue
sus alas, pero cuídala de la confusión
atroz que acecha por las calles iluminadas.
Farolas armadas de puñales sangrientos,
tinta que cae gota a gota,
escribimos nuestros pasos,
la Luna llora mientras se despide,
un adiós contemplado en la aurora,
dibujada firmemente bajo los ojos limpios.

jueves, 10 de julio de 2014

Con la esperanza perdida no se debería ir a ninguna parte

Con la esperanza perdida no se debería ir a ninguna parte.

Incumplir, exagerar
sofocar y sucumbir.

Realizar una catástrofe
con la luna observándote,
clavando su ojo oval
en todas partes,
en toda tu carne.

Salir ardiendo, quemados
los poblados que visité
antaño, buscando tus riendas,
las de tu pelo bañado al sol,
fresco y lleno de primavera.

Sin encontrar consuelo
caí en amor hacia mi abandono
personal.

¡Qué cabezas las vuestras
que buscan sonrisa
donde hay tristeza!

Solo y perdido

Solo y perdido, he intentado
que mis versos suenen aguerridos,
alegres, tal vez felices, pero
la muerte se cebó con ellos.

La muerte del interior,
la peor antes de cerrar
los ojos y descansar
parasiempre.

No puedo con estas cadenas.
Pesan demasiado. ¿Me ayudas?
Estás ahí, a mi lado…

No pasa nada. Peso mis palabras
con las órbitas apagadas, fuera
de cobertura.


Qué más da. No me da. Ni a mí ya…

lunes, 7 de julio de 2014

Acabado

Apagón en las calles, apagón en la avenida central, apagón en las guaridas, en los refugios para niños hambrientos, apagón certero, apagón del sol, de la luna y de su capa protectora, apagón de los volcanes, todos los volcanes conquistados por el ojo astral, apagón mortal, apagón vital.

Apagado por el apagón de la vida. Yacen las cabezas en las picas, con las retinas quemadas gracias al picoteo febril de los cuervos que acechan la cama del rey. Un garabato al lado del cuaderno donde las letras se derriten por el miedo, la tristeza, la melancolía, la soledad sombría.


Ni siquiera es muerte, tampoco es asesinato. Vacío. Limbo corporal, mental. Acabado.

Esperanza

¿Dónde están los negros cuervos
que traen su luz quemada?
Pierdo la esperanza
si no la veo danzar.

Lo único elevado
son las lágrimas con cruz.
Pocas alas así vi
yacen en tumbas
de sacra negrura.

Rodando por la colina
de la tez bruñida
el cobre se vuelve plata
cobro mi contrato

con tus sonrisas.

sábado, 5 de julio de 2014

El amor y sus entresijos

Bajaron la luna, las estrellas y, con ellas, el manto azabache en busca de su prometida mujer. Aquella hermosa dama que una vez, no ha demasiado tiempo aún, soñó con volar con la ayuda de los etéreos céfiros que la perseguían desde que fue capaz de vislumbrar el polvo ahumado de las sombras. ¿Dónde quedaron todos sus rezos? Las canicas seguían chocando y produciendo energía suficiente como para congelar el mundo a sus pies, engendrando un calor que nadie conoció jamás. El frío, el que más quema, arde a través de mis venas, susurró con la agilidad de unos labios nadando en un mar paradisíaco. Y el viento transportó el mensaje.

Y ella esperaba en el bar donde siempre se habían visto el uno al otro, con una bebida sacada de las selvas tropicales que nunca pensó visitar. La soledad de la fuliginosa túnica, pintarrajeada con cientos de pequeños astros blancos, era su protección, su valentía, la melancolía de las noches extremadamente largas.

Subió la temperatura siete grados. Sacó sus gafas tiznadas.

Una bola de fuego, chispeante como el crepitar de las llamas en una hoguera solitaria, lo suficientemente grande como para aportar luz a varias generaciones, se desplomó del inexistente cielo, ahora reconvertido en limbo vacuo, porque ella era su cielo. Allí donde estuviese su respiración, él tenía el deber de entrecortarla el suficiente tiempo como para enfriarse, el tiempo suficiente como para derretirse aquella.

Y así doblegaron toda tierra que esos cuatro ojos lograron alcanzar. Y así se bañaron en todos los mares que estuvieron a su disposición. El amor y sus entresijos.

viernes, 27 de junio de 2014

Pereciendo no es gerundio

Hace ya tiempo
que no me encuentro
ni siquiera mirándome
al espejo.

Me aprisiona una presión
que nace de mí mismo
y se apodera de mi pecho.

¿Qué he hecho?
Busco el camino
pero la luz que me inundó
se ha ido…

No quiero sentirme
tan perdido
no lo puedo evitar
al menos déjame
morir contigo.

Lucho contra mi persona
para sacar esto adelante
tengo un mar que navegar
una batalla donde no fracasar.

¡Dar ejemplo!
O, al menos, ser el faro
poder se puede, créeme
los dos juntos podemos lograrlo.

¡Sin rendición!
Aunque ahora esté cuesta abajo
cayendo con el sol eclipsado
por la densa neblina que rodea
mi mente, mi pecho, mi visión…

¡Encontrémonos juntos al atardecer
de un nuevo día bien pintado!

Ahora, durmamos
antes de que el monstruo

salga de caza.

miércoles, 11 de junio de 2014

Me bajé en la estación adecuada.

Supondré que hay algo mejor después de todo esto.
Que contar mis pasos, en realidad, no sirvió para nada.
Dejaré entrever el tedio en el que me baño
para comprobar que solo yo debo solucionarlo.

Pero, de vez en cuando, no rechazaría tu compañía.
Esperanza que se derrite y huye entre mis líneas deformes…
Cansado, dejé de contar.

Empecé a sentir tus pensamientos por mis venas,
me inundas con tus creencias, absorbo y asiento,
selecciono lo mejor para este experimento
que es la vida.

Largo y tendido te escribiré en papel amarillo,
que te recuerde que estamos de paso, pero que con
paso decidido, podemos llegar muy alto.

Busco en un folio en blanco un soplo de aire fresco
porque tú, mi niña, estás perdida
entre esas montañas de árboles que ya han fenecido.

Y como el agua que destilan los ojos por dentro,
así es como hoy me siento, solo, pero entero,
¡siempre entero! Aunque ahora completo

por tus alas, tus gráciles movimientos
me quedo absorto ante tu mirada otoñal
donde la primavera nunca llega, nunca llega…

Ahí te esperaré, sentado delante de la chimenea,
con las zarpas calmadas y la estantería completa

de nuestras andadas.

martes, 3 de junio de 2014

III

Siento su lejanía.

El corazón, apretando.

La mente no rueda…
Mi cabeza se va andando.

Estoy perdido, estoy confuso.

Moribundo.

Hundo mis rodillas,
buscando tu aliento
de fe
en mi espalda… Se eriza
la carga.

Y qué más.

Abandonado en este percal
de lodo, cieno y tinta negra.

Es mi final, el destino.


Morirás solo.

domingo, 1 de junio de 2014

Arena blanca, arena negra

El galgo negruzco no podía alzarse, elevarse, volar. Pero sí podía correr, galopar, deslizarse por la tierra, incluso el mar, para llegar. Y qué hice yo sino imitar al sombrío galgo. La arena me engullía, mientras que el mar me escupía en la cara con sus largas y saladas olas. ¿Qué hacer, entonces? El galgo infausto me esperaba al otro lado, donde la arena se teñía de sangre corrupta y las piedras estallaban inmóviles en el cielo, buscando una estrella que las cobijase. Aquel, ¡aquel era mi mundo!

Pero no podía cruzar. Aún no.

La esfera no estaba limpia. Es más, irónicamente, debía ser blanca para poder teñirse del color elegido, el color connotativo de lo desfavorable, de lo desafortunado: y que, sin embargo, era mi hogar preferido. No hay hogar preferido; hay hogar, a secas, y ese era el elegido.

Al galgo le crecieron los músculos sobremanera, y mis ojos intentaron hacerse más precisos para sondear a aquella bestia. Estaba perdiendo el control, y yo nunca lo tuve. Seguía sin poder cruzar.

Pero la esfera, cada día que pasaba, era más diáfana. Su cristal dejó de ser turbio, sus cimientos se derrumbaron por el peso del vacío que contenían.

Y aquí estoy. Andando por encima del mar, lleno de criaturas terribles que, desde tiempos inmemoriales, buscaron acercarse y abrazarme. Pero ahora las rechazo con todas mis esferas.


Voy a por ti.

sábado, 31 de mayo de 2014

Los dos

No te quiero hacer girar la cabeza.
Te puedes hacer daño, mi pequeña.

No sé hacerte honor,
princesa lúcida
que navegas el aire
y respiras el mar.

Desde las más hondas entrañas de
este infierno que habito, —no es dañino,
créelo, aquí tendremos equilibrio—
enfurezco estos versos tan ricos
buscando honrarte a
ti, buscando mi alivio.


Cuentan los dioses,
[a ellos agradezco
tu creación]
que planeas con fluidez y sutil
elegancia; no creí hasta que
te vi flotando, ligera, con tus
alas de agua y arena.

¡Y me enamoré de
ti, mi reina eólica!
Me susurrabas pensamientos y
yo cabalgaba con fuego y cicatrices
hacia el universo
que compartiste con
esta imperfecta llama.

¡Arder! ¡Congelar! ¡Sentirlo y vivir!
A tu lado solo quiero estar;
ellos sueñan con ser héroes
los otros vigilan las puertas de
roble recién talado.

Y tú y yo,
solamente nosotros
dos, enterrados en
amor completo.

Déjame amarte en grito sepulcral.

jueves, 29 de mayo de 2014

II

He decidido dejar algo escrito antes de marcharme. No estoy bien, pero no quiero que se preocupen. Las venas han dejado de latir hace ya mucho tiempo. La sangre sigue parada, el fuego se ha apagado, el frío cala en mis huesos y mis pies siguen clavados en la arena del desierto. Nunca supe escribir para complacerles. Nunca supe darme placer a mí mismo. No, al menos, del todo. Ni siquiera supe darle placer a ella. Nunca sonreía por mí. Nunca fue feliz a mi lado. Es por eso que me fui, a buscar algo que me llenase. A buscarme dentro de este vacío abismal que soy, o fui, si es que lees esto.

He perdido la fe en muchas cosas a lo largo de las últimas horas. El sol se fue hace poco, aunque yo siempre fui capaz de mirarle a los ojos, porque yo nunca tuve. Mis cuencas vacías iluminadas por el fuego abrasador era lo único que tenía ahora en las manos. No considero que haya perdido el tiempo, pero tampoco creo que esto llegue a ninguna parte. Como mi viaje. Aquí estoy, moribundo, deseando que la muerte se apodere de mí y me lleve de una puta vez a descansar a donde quiera ella. Ella elige. Ella siempre eligió. Y yo acepté. Se los llevó a todos. Y asentí. No busqué un motivo religioso, un motivo superior a mis conocimientos. Asentí, porque así ellos ya podrían descansar. Ya no me tendrían que escuchar, ni ver, ni visitar. Sí que era injusto. Yo me tenía que haber ido antes que todos ellos y, sin embargo, aquí estoy; el último superviviente, sudando sangre ennegrecida por mis propios pensamientos a lo largo de los años. Nunca creí, pero gracias, de verdad.

Y es que hoy ya puedo afirmar que he muerto. Y estoy feliz. En la ignorancia feliz, donde puedo retozar libremente sin que nadie se fije en mis roídos zapatos o en mi camiseta de trotar los mundos. Blando se halla mi cerebro tras tantas peleas, tantas guerras y tantas cicatrices creadas, marcas de combate conmigo mismo que me llevaron a la locura desbordada. No te preocupes, amor. Tendrás algo mejor.


Porque no me tendrás a mí.

I

Hay cosas que hacer. Hay muchas cosas que hacer. Necesito terminar con mi vida porque no puedo incluirte en la mía. Necesito dormir bajo los árboles que simbolicen mi derrota. Una derrota criada con cariño y esperanza, con tiempo y alabanzas. Una derrota disfrazada de victoria empalagosa, llena de gloria y ensueño. He perdido la batalla contra mí mismo. El gemelo en mi interior tiene, y absorbe, todo el poder que, algún día, logré imbuirme en mis venas. Por desgracia, supongo.

¿Y qué más da? No me leerán. No me leerá. No me leerás. Tú, a quien busco cuando golpeo la tinta, la moldeo pensando en tus curvas infinitas. A ti, que siempre te quiero cerca, tal vez sea demasiado malo para tu existencia. Una mala influencia, quizás. No me darás esa atención, esa caricia elevada que me aleje de este rincón, donde moriré atenazado por la persecución de mi propio espíritu. Es un bucle, es mi perdición esto que se me cruza por la cabeza y escupo en un idioma que no es el mío. No es cuestión de ser, era cuestión de pensar… Y ahí es donde me maté. Porque pensé. Y no fui. Ni para mí, ni para ti.


Mátame. Por favor.

miércoles, 28 de mayo de 2014

Escorpión en el desierto

“De pequeño me enseñaron a querer ser mayor
de mayor voy aprender a ser pequeño
y así cuando cometa otra vez el mismo error
quizás no me lo tengas tan en cuenta.”



Castrado
como el perro en celo
castrado como un perro.

Tirado
en el desierto
con mis penas rozándome el pecho
me muero
sediento
de algo caliente que me enerve el cerebro.

Castrado
como el gato saltarín
que busca una pajarita que engullir.

Me arrastro
por tus lagos
de cisnes impuros y alados
trago
cargo
reviento por todos lados.

Castrado
muriendo
me acerco a tu cuerpo,
exploto
tengo miedo
no quiero quemarte, mi cielo.

Y reniego
de mis principios
apago la luz
busco lo oscuro
no lo niego;
me quie_o
desaparezco y me envuelvo
en cinta magnética… Sin salida.

Escorpión que pica
y se queda sin tinta
no hay veneno
ni armas bendecidas.

Es un suicida.

miércoles, 21 de mayo de 2014

Intimidad

¿Sería capaz de escribir su espalda en mis yemas? No me creo capaz ni de creer en su existencia. Nunca creí, pero ahora creo. Tengo fe, fe en ella, en su credo, en el amor que profesa, en esto que siento. Porque yo siempre sentí, lo guardé bien adentro. Y tú te dejabas ir con el viento. Levemente, tu densa personalidad, poco a poco, se iba desenvolviendo. Pero, ¿qué es esto? Tu existencia, ahora creo. Sí, doy fe, lo confieso, y es que te quiero. Nos miran, se esconden, matorrales que huyen de nuestros pasos, son arrancados por el huracán ambulante que forman las piernas suaves que deslizas andando. Y yo, ¡qué hago! Pierdo el hilo, la corriente y las fuerzas; me desvanezco ante tus pies, te adoro cual princesa, ¡no de un reino! ¡No de la tierra! Es mejor el aire que mueve, esparce y desordena tus cabellos mientras buscas el filo del abismo en el que posarte, contemplar la vida con ojos brillantes, abiertos, ahora cerrados, buscando la lágrima negra que entregarte. Ahora, sueña, pequeña. Aún quedan siete vidas felinas que van de Tierra en Tierra.

Denso...

Quieres ver el cielo
suyo, ¿verdad? Aléjate:
cojamos impulso, ¡ahora! Saltemos
juntos a un manto oscuro.






Caos.
Perdido.
Sin ilusión
Vagando por
Nubes geométricamente
Variables.

Desemboco
En tus alas
Y alzo el vuelo con tus hadas
Sin hado dorado, no tengo
Nada claro, sé que muero

Estoy enfermo
Y no quiero
Seguir
Con tinta
Que pierdo

No es
Sangre,
No vivo
De eso.

Busco el sonido
De tus labios
Al separarse
De los míos

Oigo
Tus pasos
Te escapas de entre
Mis brazos.

DENSO…

Roto pero unido
Por el azar del
Hilo

Caído al vacío
Empujado por el fuego enterrado
La destrucción de la mente encadenada…

Oliendo el sudor
De dos cuerpos pegados
Con el amor a flor de piel
Y
El
Sexo

Agotado.

domingo, 18 de mayo de 2014

Desaparición

Nada puede salvarme.
La herida gotea.
Se me derrite el alma.
Las paredes se quiebran.


                                   Caigo
me hundo                  en el barro.

            Frío
es demasiado                                  frío.
                        Sálvame, viento.

Tinta pierdo, se cae.
A nado llego al mar.
Oscuras golondrinas
se posan en mi altar.








¿Es esto, princesa de hielo oscuro
todo lo que puedes arrebatarme?
Despójame -> sentir
libérame de esta traidora vida.







El fuego que encendiste
se hace añicos poco a poco, sin
descanso, sin remedio.

Recogí la ropa sucia, pinté
mi alma en tu cuello
desaparecí, atravesé el techo
de tus imperios
conquistados con esos ojos que
busco desde este infierno.