Banner

jueves, 29 de mayo de 2014

I

Hay cosas que hacer. Hay muchas cosas que hacer. Necesito terminar con mi vida porque no puedo incluirte en la mía. Necesito dormir bajo los árboles que simbolicen mi derrota. Una derrota criada con cariño y esperanza, con tiempo y alabanzas. Una derrota disfrazada de victoria empalagosa, llena de gloria y ensueño. He perdido la batalla contra mí mismo. El gemelo en mi interior tiene, y absorbe, todo el poder que, algún día, logré imbuirme en mis venas. Por desgracia, supongo.

¿Y qué más da? No me leerán. No me leerá. No me leerás. Tú, a quien busco cuando golpeo la tinta, la moldeo pensando en tus curvas infinitas. A ti, que siempre te quiero cerca, tal vez sea demasiado malo para tu existencia. Una mala influencia, quizás. No me darás esa atención, esa caricia elevada que me aleje de este rincón, donde moriré atenazado por la persecución de mi propio espíritu. Es un bucle, es mi perdición esto que se me cruza por la cabeza y escupo en un idioma que no es el mío. No es cuestión de ser, era cuestión de pensar… Y ahí es donde me maté. Porque pensé. Y no fui. Ni para mí, ni para ti.


Mátame. Por favor.

No hay comentarios:

Publicar un comentario

Nota: solo los miembros de este blog pueden publicar comentarios.