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viernes, 31 de enero de 2014

Una noche de Enero

Con una mano en el pecho
descansamos juntos una noche
de Enero.

Con el frío en el exterior
y nuestro fuego interno, jugamos
a ser eternos.

Con la maleza protegiéndonos
y mi corazón tiritando
y el tuyo ardiendo.

Con los labios separados
por los milímetros del aire
que tuerce el gesto.

Sin embargo, no hay parangón
ni la ausencia de sol nos detiene:
la chispa adecuada tienes.

Y con el corazón en mis labios
te lo entregué en mano
ahora quiéreme.

Con una mano en el pecho
descansamos juntos una noche

de Enero.

jueves, 30 de enero de 2014

Todo perdido

Muros de cristal, de aire sin congelar
nubes de metal, condensadas con flojera
Corazones de bilis con lazos enfriados
Tres vidas han pasado y siguen juntas
las pinturas que se superponen.

La melodía solidificada que traspasa
los sesos que restan después de la cena
con los muertos en vida ya muertos.
El soplido de tu nariz contra mi nuca
clavas tus suspiros y escupo saliva tintada.

Con la espalda evaporada por los besos
que me regalaste sin sentirlos
con la espada en el aire y un pecho
frío.

Y unas palabras tan familiares
que se esbozan ellas solas en tu sonrisa
un te quiero perdido en la bruma
y yo en el puerto con la botella
y sin un mensaje escrito.

Con la garganta seca me buscas
y yo soy todo aire, todo mar.
Con las manos desechas me amas
y yo soy todo tinta, todo pérdida.

Todo perdido.

miércoles, 22 de enero de 2014

Sufrimiento

Con las venas congeladas
el frío azota los huesos
con las cadenas de tus besos
me arrastro por la parada.

Tengo en mi planificación
una semana llena de extremos
y complicación.
Compláceme, mi amor.

Con los zapatos destrozados
y el alma en peregrinación
con los brazos en alto
te pido, aquí, perdón.

La caricia, que por el aire
se desplaza tímidamente
y tus caderas, morena,
me vuelven loco momentáneamente.

A tus pies me tienes
y por ellos me desplazo
en tus ojos tienes la fuente
de todos estos años.

Con las venas congeladas
el vino azota mis órganos.
Con las marionetas controlamos

y desordenamos este sentimiento.

lunes, 20 de enero de 2014

Untítulo

Desde el cielo pintado de rojo
desde las islas aisladas del mar
desde los ojos cayendo con agua
hasta que el sol le evapore.

Que la rabia se apodere de él
que la noche arrope todo su ser
que las lágrimas sean su perdición
que la risa y el llanto no exista para los dos.

El gris es un color superficial
y la gente lo quiere reinventar.
El blanco y el negro tienen el centro
en el gris. Se lo quieren quitar.

Se acabaron los colores para este camino
que la sencillez moldee este verso
sin dudar de tus encantos, él se ha ido
te ha dejado abiertas las puertas.

¿Quieres volver? Llama al timbre.
Déjale mirarte a los ojos y contemplar
la fundición de tus venas al ritmo
que él te cuenta todas las curvas.

Va a morir y será de pena
ahogado en soledad.
Espero que al menos tú lo entierres

tú, que lo viste marchar.

domingo, 19 de enero de 2014

Un domingo en el bingo

Las botellas alejadas de nuestros ojos
las miradas acercadas con cristales de azufre
el azúcar de nuestras venas mezclado con
el café durante un domingo en el bingo.

Las luces parpadeando y buscando manos
a las que adherirse. Una herida abierta en canal
por tus dientes de suicida. Supuesto amor el
que sientes por un corazón rasgado con tristeza.

Las rubias silenciadas van cayendo poco a poco
por el valle, el abismo donde los cadáveres
de tus emociones yacen copulando, no están
muertas, yo me las he terminado de comer.

Un domingo en el bingo. Donde el vicio
de nuestro roce haga cariño, sexo y un
poco de veracidad en las palabras del final:

te quiero amar desde aquí, hasta allí, sin parar.

viernes, 17 de enero de 2014

Ellos

Encerrada en una lágrima
virtual llena de redes, me da grima
verla tan sola, tan aislada, que parece
un cristal lo que nos separa
pero ella es diosa y yo vano mortal.

Que puedo, y quiero, y te quiero
escribir desde todos los puntos donde muero.
Que tengo la capacidad para destronar a los reyes
de todas las comarcas que hayas pisado.

Atrapado en la pluma
ensangrentada, llena de amargura, me da premura
verlo tan solo, tan apartado, que parece
un bebé lo que me pertenece
pero él es el demonio y yo vana chiquilla.

Que puedo, y quiero, no sé si te quiero
recitar todos los poemas donde vivo.
Que tengo el deseo, que me arde por dentro
y con él quiero atraparte hasta el final.

Encerrados en una prisión
sin final, con demasiados juguetes
verlos tan unidos, tan separados, que parecen
la muerte y la vida procreando
pero ella es diosa y él, un demonio.

Que pueden, y quieren, y se aman
con las fauces abiertas y llenas de hambruna.
Que tienen la capacidad para implosionar el universo

y derramarse el uno al otro con paciencia.

Hasta que

Hasta que mis nervios se calmen
no calarán tus palabras en mis venas.
Hasta que todo el mar de sangre
no sea más que alcohol y tristeza.

Hasta que mis súplicas sean devueltas
con reales, monedas y oro de montaña.
Hasta que mis rodillas digan basta
y se cansen de esperar con esta cuesta.

Hasta que mis lágrimas bailen
sobre tus mejillas, dulces mejillas.
Hasta que el océano que me inunda
se convierta en tu peor pesadilla.

Hasta que aprenda a nadar
y sepa escapar de estas heridas.
Hasta que me quieras amar, mi vida.

Hasta entonces, seguiré cayendo de esta silla.

Untitled 5

Mi destrucción tendrá
una única causa.

Ella sola podrá tumbar
todos estos pasos.

El andar está acabado
encadenado a ella sola.

Salgo a pasear y la llevo
a mi lado.

Tengo un problema
y no recorre mis venas.

Tengo sangre negra
y la mirada blanca.

Perdí el sentido
cuando conecté contigo.

Mente mía, libérame
del sufrimiento
no confiaré en nadie más
tú eres la culpa, mi destino
está sujeto, me quedaré sin nada
y moriré entero, en soledad
con todas las penas bien adentro.

Déjame caminar, pequeña

no quiero cambiar porque no puedo.

jueves, 16 de enero de 2014

Untitled 7

Tras una cerveza templada
con acero ígneo
tras las marchas a la guerra
de nuestros compañeros de artimañas
he decidido revivir.

He contemplado demasiada sangre
azul, príncipes desnudos que valían
tres reales de plata fina, pero no pura.

Tras una obra, yo me escondí.
Tras la pluma de un ave desconocido
allí donde bate sus alas al son
del viento en contra,
justamente detrás encontrabas mi alma
despedazada por el mar que me acariciaba.

Mis versos ya no son los mismos
de antes; ahora te he conocido
y contemplé tu desdén desde el andén
en el que nos despedimos hasta una
última vez.
Sigo esperando con mi taza de café (odio el té)
y te tengo preparada la cama para que
descanses a solas, o con el compañero
de vigilias incansables.

Te he escogido a ti
para que seas mi descanso
las lágrimas de un llanto desesperado
como los huesos de mi alma por
la sangre que recorre tus brazos.

Te fuiste de nuevo, te veré
de espaldas a mi pecho
buscando la dignidad
que venía con la etiqueta

de mi órgano redentor.

martes, 14 de enero de 2014

¿En qué piensas?

No quiero juegos
estoy viejo.

Se me rizan los pelos por el tiempo
se me eriza el cuerpo con miedo.

Rompo una lanza en tu nombre.
Trompo que danza en tus fogones.

Me hundo en tus blandas carnes.

Blando la espada hendida, solo en parte.

sábado, 11 de enero de 2014

Loco

Loco,
por tu manera de caminar
ardiendo
con el ansia de comerte entera
perdido
por mis pensamientos suicidas
planeando
el problema que tendrás si no me dejas
saborear
tu dulce aroma cuando tu pelo, con el vuelo,
planea
sobre las montañas nevadas de tu mundo
donde
mi universo es lo suficientemente grande
acomodar
tu planeta no es problema, lo puedo encajar
en mitad
de todos mis problemas y que de dentro
hacia
fuera

me arregles todas las penas.

jueves, 9 de enero de 2014

I, que no L

Irradias algo que imprimo con soledad.
Rara vez me siento a esperar.
Esta vez, tampoco será. Me siento lejos.
No creo que acabe este café a medio templar.
Esta vez, no volveré. No me leerás. Sin besar.

He intentado tapar
y ocultar con palabras al aire
lo que acucia las venas.
Por eso he venido
y he llegado hasta aquí,
hasta el papel en blanco
y con mi alma y mis palabras
decaídas
escribo en letargo
las manos heladas
y el lápiz, parado.

Con los imanes oxidados
y el monitor de neón.
El camino, apagado.
Tu cuerpo, ensimismado.
Y la rutina por pasar de largo,
y tus pasos cortos todos los días
sonando, retumbando en mi
jarrón de artesano, con estas manos
he creado un espacio plácido
para que mis años envejezcan sin daño
y tú intentas acercarme al abismo
por el que me lancé allá, en el pasado.

Y estaba cansado.
Y me tumbé. Me levantaste,
y ahora ruedo cuesta abajo,
sin remedio, porque tu mano

busco y no encuentro.

Del derecho y al revés

Al revés
escribo cuando no estoy bien
y necesito salir a tomar el aire fresco
que azote ligeramente mis huesos
que cale mis músculos
porque yo, travieso, juego con mis
propios sentimientos.

Del derecho
tendré el valor de decir te quiero
que te necesito aquí, conmigo, los dos
dentro, con pájaros revoloteando el suelo
porque sus alas quedan quemadas al ver
nuestros cuerpos arder a fuego lento.

Al revés
ando con las piernas débiles
exiguas las manos que sujetan un corazón
inerme, desarmado porque lo despojaron
de todo, se quedó sin vientre, le dije a ella
vente, y ella me reventó por dentro
tanto oriente como occidente
septentrional y meridional
me posee la muerte de mi tinta
que exhalo al no verte.

Del derecho
darte amor en forma de sexo
matutino, vespertino y en la noche
que sea todo derroche por verte
en mi coche y llevarte a las estrellas
antes de que sus fogones
se extingan al vernos brillar
por encima de todos los soles
darte cariño con espinas

para ver tu sangre volar hacia mi tinta.

Fotografía

Le acabarás echando de menos,
le dijo ella con el tono
de los halcones que vuelan alto
mientras baten sus alas con suficiencia
porque conocen a ciencia cierta
el futuro, lo que les guarda.

Loca, estás loca,
desvarías. Está enfermo,
no supo cuidarme
lanzaba besos al aire
y todas sus caricias
estaban vacías:
solamente buscaba
lo que no se merecía
ni siquiera mi presencia
se ganaba día a día,
al revés, encontró lo que,
sin querer, pedía:
la huida de su vida
por siempre, ¿no lo ves?
Ya te lo dijo él.

El ataque de ira sorprendió
a la mujer, la hija estaba mirando
hacia él, a través del cristal
mientras los ojos se derretían
fundiendo lágrimas de metal
que se endurecían
en su piedra sin saquear
el corazón le latía
solo para alimentar
lo que ella veía como un premio
lo que él vio como su mansión
lo que, ahora, echa de menos.

Sin embargo, sola no está
tiene nuevo habitante
y eso le hace sonreír
él no es feliz y le costará
pero al menos sabe
que ayudó a una persona
a mejorar —quiere creerlo
no estaría nada mal.

Los días pasan y ella sigue
mirando a la lejanía
buscando al lejano
mientras el cercano
está en otra dimensión
buscando el tiempo que,
atrapado, no deja de pasar
con paso no acelerado,
más bien templado
al ritmo sincopado
de las armas mientras en fiera
lucha se enzarzan, enarboladas por soldados
de piedra que quietos y calmados quedaron
fotografiados por siempre
así el alma de él se quedó
así ella espera a que un fuego

arrase con todo su estupor.

miércoles, 8 de enero de 2014

Pared

Qué bien.
He jugado
con las bolsas
de tus compras.

Vi las víctimas
de tu marca
de ropa.
En la piel.

He vestido la hiel
que mi corazón
ha expulsado.
Purgó la suciedad.

Ahora copiaré
el frío
y la fortaleza
de la luna
y la noche.

Tendré paredes
que me protejan

de todo mal ser.

viernes, 3 de enero de 2014

Hilos

El hilo de tu lana,
la de tu pecho y espalda
he seguido por la arena
me perdí en tus cuentos
y perdí la cuenta
de mis tropiezos.

La luna maltratada
porque el sol la ignora
mi corazón, en el pecho,
desgarrado de par en par
no tiene alma
que lo acoja.

Vacío y lleno de soledad
me zambullo en tus promesas
las que yo escribí en tu nombre
mientras tú con otro hombre
te marchabas a comprar.

Trajiste una daga afilada
con gotas de negra sangre
mis ojos blancos cogieron
aire y preguntaron a la tierra
¿Qué hice para merecer
semejante afrenta?

El hilo de tu luna
he terminado de coser
tiene tus gestos y facciones
de cuando nos vimos

por última vez.