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jueves, 31 de octubre de 2013

Oscuro camino

Puestos a escribir
estoy en este puesto
donde me han puesto
¿Fui el elegido? Así no lo siento
pero tengo la sensación de que este
sol que ya se hunde no me huye
simplemente lo arrastran al nocturno
fin de su vida, mira su último aliento
antes de desaparecer entre nosotros dos
ahora que el agua escasea porque las nubes
se ausentan, observemos las siluetas de la realidad
donde se esconden la más voraz superficialidad.

Saluda el hálito de esperanza
entre el agujero y el final
nos indica que el camino es lo importante
mira qué bonito, es azul, ¿no te gusta?
Píntame un cielo así, no puedes
es único, lo sabes y lo sé
¿Has mirado a tu izquierda?
Allí posé mi primera semilla
y mírala ahora, tan crecida
aunque sea oscura, no te arrepientas
de no saber encontrar iluminación
la hice así y la quiero tal y como crece
ojos que se me clavan en la lejanía
me miran fijamente... me escudriñan. ¿Qué pasa?








El hielo se acerca
déjame huir, nena
el diablo escoge formas abstractas
y lo noto en mi nuca con su neblina ciega
me clava la espada del desaliento
y mi pincel desaparece con mi pensamiento;
ya no está del derecho, quemada la raíz,
no tengo lápiz, al punto me quemo por verte a ti
un sol se ha ido, se acerca la blancura de una sábana
moteada, ¿y qué hago yo? Recordar las noches

donde eras mi única diva.

Blanco camino

¿Ves esta baranda?
Sáltala, pequeña,
no tiene misterios
¿te da miedo?
Es el futuro lo que te aguarda.

¿Puedes agarrarte? Hazlo fuerte,
agarrarte también, piensa despacio,
ciérralos, es el momento adecuado,
es seguro, salta.

Abajo te hallas, ten en cuenta
que el camino es uno y los desvíos
muchos, las tentaciones demasiadas,
el objetivo, único.

Que las muchas curvas y vueltas
no te hagan desvanecerte. Protégete
bien del frío con armaduras de metal
bien duro, resistente a las balas del
armamento mortal.

¿Ves la oscuridad?
Al fondo crees que te espera.
El fuego de la carretera tiene
otro origen, comparten objetivos
sin embargo: acércate, aunque
temerosa te halles, tiembla,
pero no beses el suelo, písalo,
puedes llegar al final, el principio
es infinito abismal al principio,
pero con unos pasos verás que el precipicio
no es más que la ilusión creada por tus amigos
espías incontrolables, frío a tu alrededor y en ellos
late, se inyectan hacia fuera invisibles y, a pesar de todo,
arden.

¿Puedes ponerte en pie? No ha llegado tu final
pero te has pasado un par de techos que tal vez
no merecieran la pena admirar, a pesar de todo,
fíjate en los demás, ¿hay alguno coral?
Bajo el mar de esperanza, ¿qué se halla?
La tentación, que no la esquivas, porque te da
caza, déjala estar, es un misterio atractivo pero
peligroso dado tu estado de ánimo, sigue tu camino,

no está predeterminado, hazlo tú misma con lápices alpinos.

POE SIA

No habrá avenida.
No habrá salida.
No habrá luz sin día.
No habrá un día sin luz.
Prometí esto en su día.
Y la luz traía. Si ella
quería.

Po
esía
VENDIDA
retratos deshumanizados
CALLES
hundidas...

¿Caminar? No
durante el día
antes de noche
con la luna de guía
SOLDADO, A LA TRINCHERA
se vienen mortales misiles
a tu avenida.


NO HAY.

El águila

El águila que todo lo ve,
vuela raso, el cielo
se ha aplacado, sus rayos
ya no caen furiosos
y su vuelo se eleva
tranquilo, los pájaros a su lado
se relajan, se les ve calmados.

La tormenta fue dura y ligera
pasó por su lado en momentos clave
y se atreve a informarse diciendo
dónde están las llaves. Ah...

Alas que ya se forman con fuego
en su alma, el aliento frío, la brisa
calmada, el verdor de la menta
arrancada a tirones.

Dónde posará sus garras este águila
no saben confirmarlo, pero aseguran
que su próxima presa estará muerta
por dentro, la quiere fácil y que alimente.

El águila que no ve tanto
vuela alto, el cielo
se ha abierto en canal,
su sol ilumina el camino
hay varias elecciones y
durante el viaje
escoge el que más ardiente

le parezca.

miércoles, 30 de octubre de 2013

T


Ego perdido

¿Qué es lo que he hecho?
Recibí llamadas por todos estos
hechos que te conté: pasaron los años
y la gente seguía mirándome raro,
nunca comprendí tus actos, pero eso
no le quita picante al asunto, ¿qué hice?
Mi incomprensión me llevó a una locura
inhabitada antes. Durante el paso de los días,
el óxido se instaló en mis vigilias, poco a poco
me hacía daño, y mírame ahora, preguntando:


¿Qué es lo que he hecho?
No tengo palabras para responder
y sigo recitando versos
buscando un clavo ardiendo.


Abría los ojos, y no veía
cerraba las manos, y no sentía
abrías, y sonreía
cerraba, y entristecía.


Inmutado, con las palabras
boca abajo, me fui alejando
del escenario, el foco no era
mi lugar necesitado, quería
un poco de espacio, ¿y qué
me dieron? Miedo por todo
lo mirado y observado, lo que
aprendí: olvidado
lo que sentí: borrado.


¿Qué me queda ahora?
No tengo sentimientos dentro
y sigo escribiendo líneas de egos
desinflados, pinchando realidades.


martes, 29 de octubre de 2013

Camposanto

Aquí, intentando librar
una batalla perdida.
Aquí, con la esperanza
bien hundida.

La tierra mojada
no la quiero pisar
me resbalo y caer
no me dará vida.

Que vivir sea fácil
no es mi primera opción
pero, Señor, ¿qué hice yo
para merecer esto?

Acompáñame hasta mi tumba
entiérrame de forma prematura
coge los trozos de mi cabeza
y húndelos en la tierra pura.

Camposanto será mi legado
en ti caerá la responsabilidad
de haberme matado.

Ahora déjame ahogarme
en mis propios versos
déjame alejarte
mientras me acerco
a tus labios
llenos de heridas

son de acero.

lunes, 28 de octubre de 2013

Las palabras sí son peligrosas

Hay conversaciones
y conversiones.

Hay temores
y tienen temblores.

Hay remotos
y controles que nos sitúan
en el preciso momento
justo.

Hay variedad
y la verdad no se
encuentra entre
ella.

Hay ligereza
y está ligada a las palabras
que dejas con
la rienda suelta.

Palabras voladoras surcan los cielos
buscando una pared con tacto de piel
donde poder aterrizar y hacer todo su daño
pero los oídos cierran las compuertas
y las naves se encuentran desorientadas
ya no pueden navegar más
y el aire las aparta.

La sinceridad es un bien
que escasea, que no hace
mucho bien ajeno, pero que
con el tiempo, se vuelve
necesaria.

Los tragos de alcohol
se vuelven indispensables
cuando el jefe de turno
se vuelve irresponsable.

Y que los volcanes
estén apagados
y que los tornados
no funcionen.

Ahora, que estas palabras surquen
cielos lejanos, que te lleguen a ti
y sepas qué hacer con ellas
porque yo las he escupido en este papel
y las considero venenosas para ciertas
personas. Disfrútelas antes de que

me consuman.

domingo, 27 de octubre de 2013

Untitled II

A lo mejor será el césped
que me trajiste de tu viaje
a otra tierra diferente. Las
viejas penas que sufriste allí,
las traes ya curadas, pareces grande,
enana, y te sigo viendo como mía,
cuando, en realidad, piensas como
libre alma que vaga por una realidad
que dibuja, infinita, con sus pasos
sobre el camino que pisa, poco a poco,
niña, tendrás lo que merecías, sólo
déjame un poco en la mesa cuando
te vayas, quiero ser feliz mientras recuerdo
tus andares de loca poseída por el amor
que sentías al verme.

Abajo, en la escalera, al principio
encontrarás mi cabeza derretida
recógela, hazme el favor, ten piedad.
Guárdala bien, mi amor, ya que
la necesitarás para comprobar mis razones;
la verdad, no hay lógica aplicable
te escribo desde el otro lado del averno
y me siento real y perfecto,
por favor, no te olvides de mí,
antes, saca la cabeza y juega con ella
verás la luz de un día oscuro en las
pequeñas partículas que lo compongan
por favor te lo pido
sonríe si me quieres
me muero si lo haces
llora si lo necesitases
te dejo que me hieras

si así te hace bien.

La luna fina

Luces llenas de oscuridad
y ventanas con cristales amanecidos
lugares desconocidos para los sentidos
sienten verdades
y mentiras los invaden.

Engañados caminan
por la ciudad del humo
la acera se esfuma
y el amor se fuma.

Con las piernas atadas
el suelo se eleva
la distancia entre un segundo
y los siglos
se vuelve un infinito.
Se cuentan por besos
aquellos momentos revivo
por cada día contento
sonrisas por superficies lisas
las durezas las quito con ligereza
y aprecio que me hables,
pero siento tu existencia
a millones de galaxias de distancia.

La luna se eleva y el cielo
es azul, tu cuerpo se lo lleva el mar
mientras lloro por dentro,
sonrío por fuera, mi hermana me mira
y pregunta “¿qué te pasa?” le contesto

“Ella.”

jueves, 24 de octubre de 2013

Irregularidades sonetinas

Las camas bien rojizas y verdes
la naturaleza las invade y no nos ve
desnudos, querida, en nuestra herida
depositamos la saliva que cure nuestra fe

En la caída del imperio que nos vigila
apuesto por la mejor de las salidas:
la puerta de atrás sigue sin vigía
tú y yo tenemos que salir de esta con vida.

Tras esta puerta se encuentra
la fe perdida. ¿Quieres retomarla?
Se encuentra malherida, déjala descansar

por unos días. Yo te puedo cuidar,
si no te importa, durante todo este tramo

y así llevarte hasta el final del túnel, amor.

miércoles, 23 de octubre de 2013

Cabezas que ruedan por la tierra

Cabezas que ruedan por la tierra
buscando algo de comer
antes de que se pierdan
los entrecejos están iluminados
porque los acaban de atravesar
con varios dardos blancos.

La sangre se esparce a modo de abono
y los recovecos de soledad se expanden
mientras el mundo gira en torno a un mono.

Huesos destrozados en el camposanto
no se levantan, pues ya no queda nada
que ver en este mundo insano. Mató
todas las sonrisas en su quirófano
sólo tuvo que esperar un momento de tristeza
para joder a toda la Tierra.

Cabezas que ruedan por la tierra
hablen a gritos si les parece
que la sangre no está fresca
si los brazos colgando afean
vuestra existencia,
si las piernas ya no sirven para nada,
apéense de este planeta, la muerte

ya se acerca.

Las olas del mar

Y mientras por el agua
íbamos, navegando suavemente,
las miradas indiscretas nos buscaban,
queriendo encontrar la lujuria sumergida.

Que a una esquina del mar, niña,
nos mudamos, para quedarnos allí
todo el rato, hasta que la marea subiese
y nos fuéramos.

Pequeña, yo ahora recuerdo toda la gloria
que pasó por mis dedos. Ahora están solos,
pero antes, ¿recuerdas? Antes eran tuyos.

Duermo, y veo estrellas alzando la cabeza,
y ellos en tu mano sonríen, porque del frío
les cubriste.

Y en la esquina del mar, pequeña,
descubrí varios secretos
que llevabas a cuestas. Sin embargo,
tú ya no quisiste más, ya no
me quisiste más.

Investigué y un suspiro se escapó.
Mi boca era el navegante en un barco perdido
buscando buen puerto.

Llegaron primero los faros a la cueva
donde revestía lujo el infierno.

Tras la vuelta a nuestra casa marítima, cielo,
nos quitamos la sal del cuerpo.

Terminaron allí mi corazón y tus huesos
exhaustos, porque el viaje no fue largo,
mas fue cansado por intenso.

Y todos estos recuerdos se me agolpan
mientras leo. ¿Qué tiene que ver? Me pregunto,
yo mismo lo veo: echo de menos.


Y no me arrepiento.

Una palabra basta

Desidia,
sin profundizar en ella
nos la encontramos
atractiva.

Moribunda,
la vida la dejamos
con varias copas
juntas.

Estructuras,
compuestas de lana
y con poca
pintura.

Amores,
rojos, negros y verdes
azules, de todos los
colores.

Elección,
sensatez al escoger
cuál de los dos
soy yo.

Querer,
y terminar siendo algo
contrario a lo que
ser.

Mentir,
con las manos en la
cabeza, sintiendo
el fin.

Ahora,
¿qué hacer mañana?
Ayer se apagó
la llama.

Futuro,
incierto tiempo
lujos intensos
miedo.

Presente,
certeza inminente
tristeza solemne
herejes.

Pasado,
melancolía con paso
alto, lágrimas bajo

reincidentes.

lunes, 21 de octubre de 2013

Es posible amar si tienes libertad

El muelle no para de botar
mientras yo veo el faro en mitad del mar
me sigue llamando, y la mitad de las veces
lo ignoro, porque no sé nadar.
Tengo la ligera sensación de que los peces
no me saben llamar. Es normal, ¿verdad?
No me conocen y no les di de comer.

Me quieren muerto y yo sigo sentado
en este puerto. Oteo el horizonte con
la esperanza de que un beso me llegue
embotellado.

Mira, es un cristal embalado, lo sé
porque pone frágil a un lado, aunque
pudiera ser un corazón, no seré tan
afortunado.

Aquí lo abro, y el mar se pone bravo,
yo me encargo, le digo, y al mar relajo,
sin embargo en nervios me hallo atrapado,
es una carta de amor.

La leo y lleva tu tinta, tu nombre,
tus ideas y tus emociones, no sé qué hacer
con ella, le prendo fuego y la descongelo
luego, ahora la quiero y la necesito, al rato
me deshago en insultos contra su mano
ya tan lejana, ya tan raro.
Es tu amor, pequeña reina que arriba,
con el misterio de la noche, me embelesa.
Es tu amor, luz coronada y diminuta,
señalando pasajes equívocos,
el que se encarga de hundirme
poco a poco.

El muelle no para de botar
mientras yo veo el faro en mitad del mar.
Una llamada perdida. ¿Titular?

“Es posible amar si tienes libertad”

Asesinato

La fe perdida entre las piedras
montadas encima de un pedestal
arruinado. Un beso al aire, un árbol
gigante y sus ramas esparcidas por todos lados.

Casas viejas y desvencijadas, el horror
se apoderó de su alma y la lujuria
asaltó su cama, por eso ya su hogar
muere, por eso su vida suspira.

Y que el último monte al que subiste
ya no esté roto, hecho pedazos
sino que, como viste con tus ojos,
viste una chaqueta de colores rojos.

Así que, ahora que todo ha acabado,
¿qué harás? El borde está al lado
pero la culpa, el veneno no muda,
se queda en tu interior, atado.

La suerte está echada, los dados
ya ruedan hacia abajo, esperando
una caída firme, aunque con tacto
no esperes, niña, a que te traten
con amor
si, cuando te lo dan, lo rechazas

a las primeras de cambio.

domingo, 20 de octubre de 2013

Hablando solo con ellos dos

Últimamente llegan comentarios a mi cabeza
me piden consejo sobre la certeza
de la existencia de un Dios que se nos aparezca
al final del túnel con su gabardina bien puesta
y nos diga: “¿cuáles fueron tus pecados?” Esta
pregunta, ¿tiene respuesta? Aquí lo comprobamos:

Señor, le pido por favor, no me mate, no, no, no!
Ya estás muerto, enclenque, eh, no insulte
no le dije que su religión ya no existe!
¿Y qué haces hablando conmigo, amigo?
No tengo tiempo para contestar eso, viejo,
pero sí que puedo decirle que yo reinventé el miedo,
al miedo le quité las arañas y le di alas, y en el vuelo
hacia el mañana me lo cargué de un tiro, ya te digo,
no me mires con esa cara, es así, como te lo cuento,
no seas crío, esas barbas no indican lo mismo
Deja de hablar solo, estás muerto, sabes que la realidad
no me la invento, exacto, pero yo a ti sí que te extraño
porque antes eras bueno y ahora eres malo, aunque sea huraño
y te escriba versos raros, no me critiques, te tuteo por algo
improviso las líneas para decirte que te amo, no a ti, carajo,
sino a ella, déjame escribirle algo, no lo leerá, payaso,
eh, no te pases, sabes lo que me hago, tengo atención suficiente
como para salir del paso y hacerle ver que la quiero, que no es algo
mundano ni comercial: mi corazón puse en una jarra de cristal
se la envié a su casa y cuando me respondió mi tinta ya no estaba
la sangre se la bebió y se quedó con mi alma entintada, ¿lo peor?
No me arrepiento, siento que hice lo correcto, por eso ahora mismo
no puedo... parar, sigo escribiendo... sin pensar, sintiendo el ritmo
que el aire me hace respirar, no inspiro sonrisas pero tampoco lágrimas
me arrepiento de todas las veces que impuse mi lápiz sobre láminas
ando recuperando el tiempo perdido entre mis ánimas, mi ánimo
sigue bajo, por los suelos, underground, como este verso que suelto
cabalga por tus oídos si recito, rueda por tus ojos si lo publico
¿Qué hago, Señor? Indíqueme el camino correcto, por favor...

[Lluvia de fondo, suena el arte en el campanario
los rezos ascienden como el ave fénix centenario
el mesías, que nos guíe, por favor, haga de esto
lo más sano que nunca tocó]

Tengo serias dudas sobre mi existencia
algunas veces pienso que debería suicidarme por insistencia
de aquellas personas que reniegan de mi poder y mi paciencia
para darles placer, vida y cenicientas, aunque para ellas
también hay reyes que les dediquen la vida entera, y, sin embargo
todos se rechazan entre todos, la mezcla es muy diversa
demasiado heterogénea, y yo sigo loco, mis flechas nunca funcionan,
siempre me equivoco, desvié mi puntería por algo más de fama
entre la melancolía y el suspiro, la tristeza y el mirlo
que vuela por un poco de libertad sincera,
yo lo he asesinado, perdónenme todos los enamorados
rompí vuestras esperanzas y ahora piensan que no hay salida
no se preocupen, niños y niñas, saldrán, saldrán
sólo tienen que seguir pensando en que mi existencia es clave
para vuestra vida.

[Y así fueron pasando los días,
que dejaron paso a los meses,
y los años llegaron sin pena
ni gloria. El banco seguía en pie
y él, sentado, murió
con el último verso

en el lápiz incrustado.]

En los bares

En los bares
refrescan los aires
cuando te vas
cuando no va nadie.

En los bares
se acabó, no hay aguante
los besos que traes
déselos a otra gente.

En los bares
traigo bebidas
tú traes faldas
y mis ojos callan.

En los bares,
mi vida, hay colores
que no puedes ver
si no eres alguien.

En los bares
no hay ventanas
en los buenos, claro
donde quedarse atrapado.

En los bares...
me cansé de esperarte
no hay bebida sin probarte

no hay amor sin abrazarte.

Límite

Hola a todos y a todas
en especial a vosotras,
personas, ¿os sentís? Os llamo
a todas aquí y ahora, quiero hacer
un llamado especial en esta pequeña hoja
tengo que decir un par de cosas.

Loco. Así me siento cuando miro
algunos ojos, unos negros y otros rojos,
de vez en cuando mieles y otras veces verdes
rara vez grises, todos me tienen loco.
No te acerques, mocoso, soy un peligro,
estoy desvariando y el espectáculo ha dado
comienzo, he perdido todos los nervios,
no eran pocos, y ahora relato novelas para cortos
e intensos, mis lectores tienen que ser ingenuos
siguen buscando la felicidad en algunos versos
cuando yo la reniego: “aquí no entras, ni tú
ni tus vasallos, deja a esperanza y a ilusión
fuera del carro, lo siento, sé que soy malo”
Tiendo a resolver esquemas de la manera
más personal, entiendo que mis formas no sean
las más adecuadas, pero déjame, nena, solo
en soledad quiero perecer antes de que así me encuentres,
recostado en un sofá con dos lápices nuevos
una cerveza entera y una libreta ya vieja
y no por su uso, más bien por su tumulto
el causado por el pasar del tiempo ante mi muro.

Cuál es el límite, la línea que tengo que cruzar
para ver, por fin, que todo esto no ha hecho más
que empezar.

Paranoico. Así pienso cuando trato
de ustedes, me agarro a clavos ardiendo,
me enfrío y ellos siguen quemando mis tedios,
a pesar de todo sigo aburrido, ¿qué pena me espera
en el cielo? Dios no me tiene preparado un buen
recibimiento, controversia en mi cabeza cuando
os veo a todos andar de la mano, es mi lógica,
mi caos es un orden de avispa, negra y amarilla.
Lo que tengo claro es que la rima es asesina,
se encarga de mis líneas a las mil maravillas
por eso intento evitarla, pero mira, no se quita
de en medio, la dejo viva para que, niña,
tus lágrimas puedas encadenar mientras estés lista
y atenta: me tengo que ir y no volvería
aunque me diesen el diccionario entero en mi cabecita
¿la he forzado? Al menos es lo único que violaría
no soy de esos, yo quiero sólo tu amor eterno, pincha,
ya no duele, ya no siento, lo que me interesa está en la lejanía
y prefiero andar despacio a tropezarme, me gusta girar
poco, por eso aquí doy todas las vueltas que puedo
tengo la sensación de que estoy loco, me encojo,
no me controlo, ahora cojan estos versos y repítanlos:

Cuál es el límite, la línea que tengo que cruzar
para ver, por fin, que todo esto no ha hecho más
que empezar.

Sin sentido. Así os leo, así os veo.
Soy así de amable, y no lo siento.
No un ápice. Para nada, amigos.
Interpreten todas mis letras
por separado, tal vez encuentren
raíces inventadas para los
investigadores, inviertan su tiempo
en mi investigación, no encontrarán
respuestas invertidas, simplemente

serán jeroglíficos en vida.

Fútbol

Es la pared que te responde,
te devuelve los balones
pero esta vez tiene pies
y usa, de vez en cuando,
tacones.

Con mi balón voy andando
lo voy golpeando al son
de mis pasos.

Cuando creo conveniente,
me detengo, creo tener sed,
y bebo.

¿Es justo? Lo creo, tú me dices
“no creo”, y yo le digo que rezo
porque en algún momento
me suceda algo bueno.

Ahora que te tengo delante
te paso la pelota de manera
suave, suave.

Tú la controlas y coges aire
apenas tienes fuerza pero quieres
dar_e, reventar_e, intentas
serenar_e y lo único que consigues
es tropezar al instante.

Te recojo, te ofrezco mi brazo
y sólo noto el calor
en mi mano.

Ahora que ya te marchas
te regalo el esférico
no me refiero al balón, cielo

es un libro nuevo.

Quiero

Quiero describir_e.

Tus palabras
tus oraciones no terminadas
tus funciones tan apropiadas
son un misterio.

Quiero escribir_e.

Tus letras
precoces, el aire se alimenta
de ellas. Me traen
intriga.

Quiero morirme.

Tus imágenes
cada vez que las proyecto
salen menos nítidas.
Sigilo las invaden.

Quiero sonreír_e.

Quiero decir, dibujarte
una sonrisa. Aunque no sea
de verdad. Aunque sea
en la intimidad.

Quiero lágrimas.

No las tuyas, sino las mías.
Que sean amargas
como un enigma
que no acaba.

Quiero leer_e.

Tus versos son discretos
y los guardas con recelo.
Te reservas, y yo no quiero.
Y yo no quiero.

¿Antónimos a todo esto?

No los quiero. La evidencia
es cierta: la claridad
puede y alimenta. Pero,
¿cuál es la gracia, misteria?

Quiero sorpresas.

sábado, 19 de octubre de 2013

¿Dónde estás?

¿Dónde estás?
Quiero verte.

Así rezo cada noche
me falta el equilibrio
y no llegas al solsticio
moriré de pobre.

¿Dónde estás?
Quiero verte.

De día me mantengo
atado a mi esperanza
la de no ir más de negro
y verte, de nuevo, blanca.

¿Dónde estás?
Quiero verte.

Misteria, me causas
histeria, tu invisibilidad
me acecha, en vilo
me hallo y no lo sospechas.

¿Dónde estás?
Quiero verte.

Detrás de la puerta,
ven a verme.
Mi ilusión me engaña
y sigo sin verte.

¿Dónde estás?
Quiero verte.

Lejos te fuiste
y yo quería estar cerca.
Me prometiste
horas y horas de poemas.

¿Dónde estás?
Quiero verte.

Tras el día, la noche
no es tu día, ni mi noche.
Volemos juntos, pues
en un coche.

Pluma de árbol,
el rey me acoge
sinceridad, y en alto
le pido su mano:
¿Dónde estás?

Quiero verte.

viernes, 18 de octubre de 2013

Bisturí

Se encienden las luces.
La camilla está preparada.
El sujeto, agarrado a los bordes
con cierta preocupación insana.
Durmiendo, eso sí, a las tres
de la mañana.

Los focos se centran en su pecho.
Hay sangre por todos sitios, está maltrecho.
Sus constantes vitales se están apagando,
es un hecho, necesita un médico, ¡es urgente,
os prometo recompensas por cientos!

Mascarilla enchufada
la concentración, bien pulsada,
los nervios los cuenta bajo noventa,
por lo que su seguridad es máxima:
todo está preparado para la operación.

Se acerca con paso firme
y, de repente, recuerda los problemas
en casa con su mujer y su tinte, se
olvida de comprar lo que le pide, está
buscándose la ruina si así sigue,
“Se lo dije, doctor”, suena a su izquierda
y el maestro del palillo chino ignora toda esa mierda.

Los recuerdos se agolpan cuando desenfunda
su espada, tiene sueños locos y esquizofrenia
desenfrenada. Ahora no, ahora no, suena en su cabeza
en este instante se juega la vida de un corazón
muy importante, no me falle, doctor
no me mate.

Bisturí en mano, traza dibujos
precisos, no hay división
de opiniones, todos afirman,
es el mejor que ha pasado por
esta infantería
nunca falla, nadie ha muerto
en sus turnos, sus premisas
son afortunadas, su mujer tiene
un seguro de vida en casa, su hijo
un líder, ejemplo a seguir,
sus compañeros en el trabajo le adoran
normalmente darían la vida por él si
así fuera, su jefe tiene miedo pero
está orgulloso, sabe que le quitará
el puesto aunque él diga que no.

Y él sigue pensando en el próximo día
cuándo enarbolará ese bisturí, quiere ya
porque su vida va en ello,
como la de sus operaciones,
en sus dedos reside la magia,
la esperanza de sonreír
al volver a ver a un perdido

de vuelta entre los vivos.

Cuarta musa

Mira la cadencia de sus caderas
cada vez que la miro, surgen carreras
cara que no mueve un músculo, caladas
a un cigarro que se acaba, obsérvalo
a punto de esfumarse, te esnifas su humo
sientes el cáncer del Señor Amor en tus pulmones
buscan tu corazón, en la cama nos sentamos
y te diagnosticamos: “tienes un problema, encanto
aquí este virus no tiene arreglo ni solución
va a devorarte por dentro y no puedes hacer nada
para detenerlo” Detrás de la puerta mi oreja ponía
y escuché todas las palabras que el médico decía
llegué a la última y me sentí retado: el desafío
a curarte un poco, poco a poco, hasta del todo,
se me pasó por la mente, y mírame ahora,
escribiendo rimas mientras mi locura me susurra
en qué andas pensando, no va a servir de nada,
so payaso, tus letargos son balas que el aire atrapa,
ella es Neo y esquiva todos tus disparos, se agacha
pensando en el próximo cañonazo, sabe por dónde andas
y yo le respondo cállate ya, nena, de ti tuve bastante
ayer en la cama mientras dormía o lo intentaba
eso pasó hace un par de horas, ahora deja de relatar
lo que te pasaba, escribe sobre ella, es lo único que te interesa
mi querida locura me abandonó, me dejó colgando de una cuerda
aunque no estaba muy cuerdo, su veneno me impregnó
y ahora mi ropa hedía a instinto asesino, lo demostré en el papel
leo que maté demasiados versos, los entierro con cariño
sigo pensando en ti, no creas que me olvido
cuarta musa, el misterio es pura adicción para mis huesos,
lógico que no me quieras ver ni en pintura, jodí tu mente
con dos papeles y un boli.

Jodí tu mente
con dos papeles y un boli.

Escribo como el escriba del medievo
plena oscuridad en este monasterio
al que considero mi habitación
es parte de mi religión estar solo
cuando recito en mi mente estos versos
por eso cuando te necesito a mi lado
me escapo a realidades que surgen en paralelo
a lo que pienso, y ahí me quedo, hundido
en un pozo de sentimientos
sabiduría y sed de mentiras
rezo porque sean mi realidad
rezo porque seas mi felicidad
estoy acabado, mi cerebro me pide perdón
por haber delirado tanto en tan poco tiempo
No me interesan sus disculpas, sin embargo
él tuvo su ocasión para huir de este cuerpo
Y aquí lo tienes, en mi mano
en la otra, parte de las cenizas
de mi corazón, te las entrego y
te pido que las guardes bajo llave,
ponlas a buen recaudo, que pronto
te las pediré para fumármelas junto
a las ilusiones que aúno en tanto
verso puro, no le rezo a tu Dios,
el mío se ha escapado
vaga por las calles sin carné sanitario
le tengo mal cuidado, por eso le estoy buscando
quiero que vuelva a mi lado porque necesito
jurar por algo y que no sea en vano
él me dará el poder de justificación para sentir
todo esto sin tener que sentirme raro
¿Qué tendrá tu cabeza que me tiene atado?
Es la niebla que te rodea, misteria, me tiene
alucinado, endiabladamente atrapado,
todo lo que aquí escribo es cierto
lo último que te digo, de momento
y que todos sabemos, es que lo es, es
lógico que no me quieras ver ni en pintura, jodí tu mente
con dos papeles y un boli.

Jodí tu mente
con dos papeles y un boli.

Tras salir la luna.

Misteria

Bueno, aquí estamos,
no para resolver el misterio
pero sí pa' dejar algo por cierto
me preocupo y me pregunto
¿es algo bueno? No me oigo
de momento, y dejo que la interrogación
se cuele por mis oídos y llegue
a mi cerebro, donde procesar todo
esto: ¿qué está pasando? El no saber
nada me tiene enganchado, eso bien lo sabemos,
algo que conocemos no debemos negarlo,
así que vamos a ello, ¿no, muchachos?

Miento, no, no lo hago, al escribir ciertos versos.
Urgen las respuestas y mi paciencia las elimina.
Jarras y jarras que componen los límites mínimos.
Esto no es casualidad, ven aquí y desenfunda, vaquera.

Sigo intentando descifrar el jeroglífico.
Ostento un título sin ornamentos.
Ni felicidad ni presento signos de amor.
Ríos de tinta en varios homenajes, alguno en tu honor.
Iba de verdad a reventar este papel, pero no pudo.
Esto no es casualidad, ven aquí y dispara, ojos gatunos.

Y que no hago más que dar vueltas,
libro en mano, leo poemas, antiguos cantares
de gesta, algo santo del otro lado del charco,
el papel sagrado también está en mis manos
lucho por comprenderlo y alcanzar a algún sabio
sabes a algo amargo, debe ser la niebla de miedo
atada a unas cadenas efímeras, mentales y no
recíprocas, déjalas libre y salta al mismo tiempo
junto a ellas, juntas ellas pueden vencer al universo
invencibles se sienten, musa de la oscuridad en ciernes
no dejes de brillar, vente a la esperanza etérea,
tengo lógicas que te harán abrir esos ojos en áreas
que nunca conociste de veras.

En luces te busco, en puertas que abro
detrás de ellas no te hallo
sigo excavando, tengo corazón y su coraza
las dos forman una corazonada; sé que
un hombro no viene mal en momentos de tristeza
¿Demasiado explícito? Imagina el cielo sin su sol
el manto negro sin su luna, las plantas sin su brillo
mis versos sin tus ojos, mi libro sin tus tic, toc
estoy aquí, eh, oh, escucha lo que escribo, oh,
el lápiz de papel encima de la hoja con tinta roja
te escriben ellos mientras yo pienso en un banco
sin su puesta de sol, ¿qué puedo hacer yo?
Escribir más líneas hasta decir basta
¿Crees que podré parar? Me siento
sin parangón, el rubio dijo que, desde entonces
apunta a la luna y sube y asciende,
yo pretendo seguir su camino, mira, niebla
sigues encerrada, ¿verdad? Yo tengo más líneas
déjame escribir y recitarlas.

Voy entendiendo estos silencios sin sonrisas
esta tensión sumisa, me atrevo a romperla
y salgo por los aires y mis pies en el suelo
no me separo de mi cuerpo, aunque mi mente
sigue maquinando locuciones verbales sin sujeto
la soledad la está matando y yo sigo aquí, ¿realmente?
Me importan tus estados de ánimo, ¿estoy loco?
Acosador, paranoico y psicótico
hay adjetivos de sobra para los dos,
yo y mis libros, escritos, poemas y rizos.
Ahora vago con semanas por delante, se hace largo
ya sabes por qué, no pases como si nada hubiera pasado
largas zancadas, así ando, no es prisa, me salto lagos
y lagunas donde hundí mis propios recuerdos, no los mato
están a salvo ahí abajo, más les vale no asomar,
yo estoy aquí andando sin dirección en concreto
por eso pienso ¿estaré en el camino correcto?
Y quiero asegurarme de que nadie sale dañado
confío en mis lectores, pocos pero fieles
mi pobre vocabulario les saluda, quieren sus ánimos
el tuyo incluido, a pesar de todo lo que estés pasando
Me da que ya hace líneas que terminé con la metáfora
Hace poco, muy recientemente, fui acróstico, ¿ahora?
No sé nada y algo pretendo conseguir

Que vuelvas a sonreír.

Tinta esparcida

Me han hablado de ti.


Dicen que es pía
tu persona, que espere
todo tipo de gracias.
Si logro entender
tu labia
¿desbloquearé la final?
Evitar la muerte y
respirar.


Me han hablado de ti.


Remueves cielos para
hallar infiernos con icebergs
en exactos momentos. Hielo
el miedo y pienso en un
sangriento ending, lógica
mutante y feeling
épico, amor al instante.


Me ha hablado de ti.


Fue el espejo que puse
en tu corazón, junto a la parte
que reza “sentimientos”. Me dijo
qué parte no entiendes de todo esto
fiabilidad cero, mero pretexto para
saciar escenas con vago mechero:
fuego fatuo, flaco y delgaducho.


Hablé de ti.


No mucho, pero pude
durante una séptima de segundo
sentí que algo iría bien
ahora recojo la tinta del suelo
mírala aquí, restregada en este papel

impío.

Niña, estoy temblando

Niña, estoy temblando,
porque tus ojos ya no veo,
porque ya tus palabras no leo,
porque tus pestañas ya no cierro.


Niña, estoy temblando,
porque tu perfume ya no danza
porque tu cabello ya no me basta
porque tu lujosa presencia no está.


Niña, estoy temblando,
porque tus lágrimas se esparcen
porque la flor ya no crece
porque quiere verte, y no puede.


Niña, estoy temblando,
temblando estoy, niña,
estoy, niña, temblando,
temblando, niña, estoy.


Vuelve a mis brazos
aunque nunca los hayas
tocado, yo te dejo

que te acerques a mi lado.

jueves, 17 de octubre de 2013

Sonríes, dejas de sonreír

Sonríes.

El sol brilla.
El cielo ilumina.
Las nubes aletean.
Los pájaros cantan.
Las ventanas, abiertas
de par en par.
El aire, la brisa,
azota tu cabello
y provoca sonrisas y celos.
Las flores, tu perfume.
Las hierbas, tu descanso.
Los animales, tu regalo
por tanta lumbre.

Dejas de sonreír.

El sol se apaga.
El cielo desaparece.
Las nubes tornan grises.
Los pájaros se mueren.
Las ventanas se cierran
porque viene la tormenta.
El aire azota el cristal
y tu cabello se eriza
y encrespa.
Las flores perecen
frente al trueno
de las mentes.
Las hierbas se ahogan
en sus propias lágrimas.
Los animales huyen
a un arca sin puente.


















¿Qué quieres?

Dioses

En racha
verbos personales eliminados
quedan palabras grises y sin calor,
no hay color, ven los dioses estos versos
y se avergüenzan de no poder leerlos
en voz alta a todo su gran pueblo,
ese imperio que reinan sin decoro,
no problemo, aquí hay líneas pa' sacarte los ojos,
ponerlos en un altar y prenderles fuego
porque dices que las palabras que lees
son de hombre bueno, no conoces al autor
y juzgas sin saberlo, lógico, echas de menos
alguien que te haga sentir mujer rozando a Dios,
que te acerquen a la próxima estación, es lo máximo
a lo que aspiras si ignoras esta canción, un canto
a todo lo que puedes hacer y no te parece apto
porque tu lógica aspira las líneas negras, negativo
querías blanco y te dieron al contrario, por detrás,
a un tiro de romper las espaldas de tus enemigos
tú los llamas amantes, adictos a tu perfume,
aquí se consideran rivales inferiores, sin resistencia,
ignorantes, el poder de la palabra infravaloran,
y la valoración del juez es cercana al cuatro
pero el cero no tiene forma de arco, no se estira
y no alcanza este estatus, ya sabes, la ira
de una divinidad no tiene número, si la ignoras
te manda a un infierno, unos te mandan rayos,
otros te atan al cancerbero, no hay Cupidos,
pero yo enamoro, ¿recuerdas la línea en contra
de las ilusiones? Flechas afiladas sin remordimientos.
¿Vuelves a estas tierras con piedad en tu cabeza
y venganza en tu mente? Volarás de vuelta a tu horizonte
donde la patada te la den en la frente; luego esperas
a que tus esclavos, ya liberados, te ayuden y remontes
el abismo que has visto caer en milésimas de segundos
no rebusques, te dirán lo siguiente: “nos vemos,
nos trataste mal y te fuiste, ahora vienes con pena en tus sesos
y pides ayuda como si fueses aún nuestro maestro, observa
cómo nos vamos, andamos, algo de lo que no presumirás
nunca más

nunca más.”

Paciencias

Sentado,
bajo el árbol blanco
acuerda la tarde
con tela del naranjo.

Cruce,
el paso de peatones
y un pedazo de piel
se quede colgando/le/me.

Espere,
cruce páginas en blanco
acuerde la piel
con tela colgando.

Tildes
no faltan.
Dejo el mensaje
sin alas.

Busca
la intención.
Vuela al son
de una canción.







Siete noches...






Ve,
corre y ve.
Ve,
hojea y ven.



¿Dónde?

Facultades

Rodeado de libros,
de hazañas y de mitos,
me hallo en este camino
entre la mentira y lo lícito
la verdad es, para todos
lo mismo, aunque creo
que acabo de pecar
si intentar engañar
no contiene santidad
entonces castíguenme ya
¿a qué esperar?


Le dije que la quería
y se fue volando
me perseguía
yo la quería
delante mía
a mi vera, en mi cama,
donde recitarle versos
que le llegasen al alma.


Escribo a escondidas
por pudor purista,
pureza creo que me rodea
y no son más que ilícitas
personas que son listas
y pueden resultar dañinas
para estos besos que escribía

mientras pensaba en ti, querida.

miércoles, 16 de octubre de 2013

Poeticemos

El hombre poetiza todo lo lejano”
Pío Baroja


La Luna.

Sus estrellas.
El cielo negro.
Manto que vela
por mis sentimientos.

La pluma.

Ligera, vuela.
Desierta, cumple
ilusiones que parecían
nulas.

La sonrisa.

Poco a poco.
Día a día.
Trabajo y constancia
para que sonrías.

Tus ojos.

La ventana.
El cielo azul.
Cielo, que veo azul
y no negro.

Tus labios.

Montañas rusas.
Sangre pura.
Fuego que salivas
en

Tus caderas.

Ritmo intenso.
Extrema locura.
Sigo hipnotizado
por tus bellas curvas.

Tú.

Aquí, te poetizo.
Seas pequeña, reina

o luna.

Musa de carbón

Huelo tus labios como si ayer
hubieras estado
en esta, mi habitación.

Soledad abunda en este suelo,
esta almohada te echa de menos
la cama sigue sosteniéndose
a pesar del vacío, a pesar del hueco.

Tu pelo recién sacado de la cascada
envuelve mi corazón y lo arrastra
hacia un abismo de canciones solitarias.

Qué ritmo tienen tus caderas al andar
tu monte me enamora, tus senos me llaman
es mi impresión, ya lo sé, pero sigo creyendo.

Mi fuel se acaba, mi gel se congela
antes compartíamos revistas sobre cómo
amar. Ahora extraviamos recuerdos
al mar.

La piel muerta no quiere mudar
y la arrastro con desgana
se ha ensuciado
más de lo normal.

La luna vuelve a asomar
busca estos ojos en los que poder
llorar. Mírala, gira la cabeza, lector
que sea de día no quiere decir
que no la contemplemos.

¿Acaso los desaparecidos
se han acabado del todo? Este
sentimiento sigue patente, no se acaba
aunque lo encierre, lo pienso
y se me viene abajo la mente
mis principios latentes me dicen
que quiera, que quiero querer,
que quiero que me quiera, que
si me quieren y no quiero, que
no me altere, necesito tiempo
algunas veces.

Ayer volví a soñar
con la musa de carbón.
Se volvió cenizas

en cuanto tocó mi armazón.

El silencio mejor que nada

El silencio mejor que nada
aunque yo escribo por algo
tenerte desnuda
entre mis brazos.

Un amanecer con las sábanas
abiertas. Una ventana desordenada
y las lágrimas atadas. Pie en el suelo
doble frío, intenso, recorre la piel.

Sol que recoge las miradas,
los gestos, ojos cerrados y tersos,
tensión en sus cuerpos por el olor
a derrota que viene por el exterior.

Estrellas que, a oscuras, recuerdan
nuestro cariño. Se visten de blanco
pensando en los años vividos. Rompes
fotos de un pasado divino.

Un anochecer con las sábanas
cerradas. Una ventana limpia
y las lágrimas desatadas. Pie en la cama
frío, ligero, sigue el hueco.

El silencio mejor que nada
aunque yo escribo por algo
tenerte desnuda

entre mis brazos.

martes, 15 de octubre de 2013

Dios soy yo

Tras el negro y el blanco
quiero poner un poco de gris en este asunto
que la gente se calme no soy un asesino-no
pretendo impresionarte, estoy relajado-do-
mi-no el ritmo con una tranquilidad horrorosa
me doy miedo a mí mismo al verme delante del espejo
escupiendo estos trémulos versos, se pierden por ser
reflejo de mi sentimiento; lo siento, sé que no soy perfecto
y que intento decir lo que siento, mira lo que pasa, me repito
estas líneas se me quedan cortas y las acorto, no quiero que te pierdas
mientras me río, el río que cruzas yo mismo lo he construido
sonrío al ver tus piernas caer al mar; algunas veces me veo sabio
hasta que me leo y digo “¡qué mal! Estás reventado, te han roto
por todos lados y no sabes cómo arreglarlo” Me vuelvo a dar
la razón, tengo una ligera sensación recorriendo este espacio
tengo el poder y siento mi ego crecer a la par que escribir
se vuelve una necesidad y me veo en un abismo de malicio->
sabiduría, quiero llegar hasta el fondo y vuestras cadenas
no me dejan, estoy atrapado en trena y todo por querer expresar
sin metáforas, puedo construir alguna si se tuerce el asunto
mira, piensa en dos alpinistas escalando el monte
yo me quedé atrás muchas veces por ayudarte
y ahora te veo avanzar a una velocidad que me da miedo
te vas a caer sin mis manos y sin la tierra, el cielo
y todos los componentes que les he puesto; ahora arden
se acabó la metáfora, por cierto, quiero dejar claro que me sobran
y que, lo que necesito, aquí se encuentra: palabras crudas y rudas
puras e, incluso algunas, mudas, dales voz tú que sabes, menuda
longitud alcanza esta locura, me siento perecer ante tanta amargura
no es la que tengo, es la que esgrimes al intentar atacarme de nuevo
quiero que este papel salga al público, atraviese los cielos que borraste
lo usaré como señal de humo, mis palabras no se perderán por lujo
las dejaré bien puestas con su muro de protección, que nadie pase
a tocarlas, solo tú puedes interpretarlas, siente cómo se meten en tus venas
y te dejan ciega, ¿no ves nada? Llevas tiempo andando al azar, esperando
la miel de unos labios que perdieron su sentido en cuanto se rindieron
ante tu culo, no quiero ser obsceno, nena, pero Catulo dice peores cosas
y le rinden culto, ¿tengo tu permiso? Me da igual, seguiré poniendo comas
donde había un punto, le quitaré el final y le daré continuación: es la vuelta
a la tuerca de lo que quiero, lo que necesito y lo que miento, espera
yo nunca hago eso, tú eliges con cuál de las tres me quedo
¿Una pausa? No puedo dejar de agitar el lápiz, se le va a acabar la tinta
a este paso necesitaré un escriba que transcriba todas las líneas que no paran
de nacer, con este ritmo podré destruir el imperio que me salte
te haré caso, se me está yendo el tarro, más bien está dañado, tiene cicatrices
a cada lado, son grietas que no puedo sellar pero sí atravesar,
como las cuevas de Atenas donde Platón dijo “piensa
luego exista”. Perdón, he vuelto a errar, soy humano
aunque algunos no me permiten fallar, yo no les permito ni respirar.



Tras el negro y el blanco
me encargo de pintar paisajes amenos
no todo son versos largos
los tengo intensos, aunque primero
déjame tener la oportunidad de tocar
tus senos, luego ya veremos,
quiero ir viendo si existes o eres
de otro sistema, creo
que la rima da igual, solo a veces
la dejo aislada, ella es mala
me lleva de un lado a otro y todo
para nada, es como el amor
Dios lo creó y nos dio entretenimiento
se pensó que todo estaba hecho
por eso en siete días no estaba esto
terminado, no tengo yo pleno
con mis neuronas, ellas discuten solas
y me recuerdan lo mucho que me quiero
normalmente las ignoro pero ahora mismo
las aprecio
Por eso mismo me digo a mí mismo
“Reinvento, diseño e innovo
puedo elegir qué ser y, qué siendo,
escoger qué verso me quedo”
¿Vas en busca de guerra? La mía
no será de almohadas ni de cojines
tengo los cojones suficientes para decir
que el amor no vale para nada
borré ese nombre de la academia
y todo para construir un nuevo concepto
no tiene nombre, lo siento
pero te prometo que verás las estrellas,
más versos y más besos que Dulcinea
me volveré loco por tus andares cuerdos
le daré cuerda a lo que sienta por ti, lo prometo
pero antes de todo esto, tengo que confesarte un secreto
Dios soy yo, ¿no lo ves? Te lo he dejado puesto
en dos estrofas, te quitaré la ropa y verás

un mundo nuevo.