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domingo, 13 de octubre de 2013

Siete versos, tres mujeres y un muerto

Y si lee unas tres palabras
que signifiquen algo para ella
podrá resurgir de sus cenizas de marfil.

Tres palabras no pueden transmitir
miles de sentimientos, a no ser que lo ayudes
con tus gestos, tus manos y tu puesto,
tu papel en una cama de fina seda.

Espera tumbado con sueños húmedos
la espera con la espalda hasta arriba de
cascadas, y su mente en paraísos escuetos
insignificantes e imposibles.

Y si recita siete versos
que la transporten a mundos nuevos
podrá vivir a su lado de una vez.

Siete letras son demasiados pensamientos
un momento y ya es efímero
como el fuego, como el hielo,
mi habitación ruge con cierzo.

Se despierta de su pesadilla nupcial
con una conjunción vertebral
no hay cópula sino yuxtaposición
están separados por una coma.

Que por eso vuelven las cenizas
con el cierzo. Se posan en la cama
a esperar un soplo de aire fresco.
Siete versos, tres mujeres y un muerto.

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