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lunes, 30 de diciembre de 2013

Ser es cuestión de ser

Soy el cáncer
que recorre tus venas
el amor que odias
porque te doy pena
la cara cortada
y la risa apagada
soy tus improvistos
en la madrugada
en la noche iluminada
por tus entrañas
a fuego lento cocinadas
y engullidas por mis sabuesos
¿qué esperabas? ¿Cariños
a tu espalda? Mejor a tus espaldas
siendo sincero, no me extraña
porque soy tus alas cortadas
las venas a flor de piel bien
cortadas, mezcladas con
azúcar para que no se vean
tan amargas, pero, ¿a quién engañas?
Mis ojos no te idolatran, ya no
buscan tu espalda enjuagada con
mis labios, perfumada con saliva
bien crecida por tus trabajos...

Soy el temor de tus heridas
las cicatrices aún con fuego barridas
los llantos de tu alma que no tiene salida
las cruces que me echaste por apellidarme
como lo que me clavaste, apuñalaste
la espalda del ciervo que maltrataste
demasiadas culpas cargas, son un lastre,
¿soy extraño? Mírame a los ojos, encanto
¿Crees que miento cuando me señalo
a mí mismo bajo el agua de mayo?
Ten más cuidado, me susurro al oído
puede que le hagas daño, ¿soy malo?
Esto se ha derivado
estaba hablando de mi almohada
y he acabado recordando el sofá...

Soy tu escalofrío andante
la mirada perdida, alargada
mirando el horizonte
de la calle.

Soy el miedo a encontrarme
como buen caballero andante
dándote besos antes de alcanzarte
con la frente tapada, llena de sangre
apretaste el juguete que consideraste
inflamable, arde, arde, el carro con llamas
lo eleva hasta que el aire
le insufla área espacial
suficiente para sobrevivir
a un don nadie, no pretendo
faltarte, ya no me tienes
y sigues con tus aires
sin embargo, yo provoco
las tempestades que inundan
los pozos de soledad en tu
televisión por cable
ahora cuida tu paso urbano
antes de que mi casta y coraje

acaben cerrándote el paso.

domingo, 29 de diciembre de 2013

Sabes que te amo

¿En qué lío me he metido?
Vamos a hablar pero esta vez
de verdad, con lo que pedí, un poco
de intimidad, la oscuridad adornará
nuestro hábitat y, de mientras, nuestras
pupilas recorrerán el cuerpo, la tierra
y el mar. Estas niñas de hoy en día
no se dejan mutilar, no sé qué pasa
creí que les gustaba sufrir por hombres
y, en realidad, todas quieren juguetear
saldrán ardiendo las nenas que con
este clavo de hielo quieran disfrutar
me parece correcto que pretendan
disimular y que al lado de sus amigas
se crean el no va más pero, querida
soy el frío que te envuelve en la ducha
las letras que te lanzo son mierda pura
lucho por la supervivencia de mi venta
nah, ahí no se ve nah, da igual, ¿qué
más dará? Si todas quieren fastidiar
yo saco la motosierra y ellas se asustan
no sé qué pasa, ¿no querían fiesta?
Soy el alma, las manos que se acercan
por tu espalda, los dientes que se hunden
y suben como persianas, la clavícula
que te arranco con mi boca la escupo
a tus pies, agáchate y vuelve a serme fiel.

Te dejo un espacio para que
cojas aire, aunque no servirá
de nada, pues te tengo bien amarrada
aquí encima y no hay quien me pare
estoy reventando los tímpanos con
soplido rítmico, lee despacio
tendrás que darme la vuelta si
quieres seguirlo, ¿comprenderme?
Ni lo intentes, soy tetragonal
te traigo rimas en verso
y veo que ríes, crees que
no hay remedio, te ves
con poder elegido y no
tienes mis reflejos, mi espejo
me enseña que tus dientes
son de leche, como a ti te gusta
bien caliente, deberías gozar
mientras puedes porque mi paciencia
se agota y gota a gota vierto
el veneno que te dará muerte
y a mí alegría, sonrisa dibujada
por tu ida sin venida, dale la vuelta
pequeña, enhebro palabras sin miedo
y tú compruebas lo que es cierto:
te estoy matando y sacando
tus mejores deseos
ahorrando en poemas y escupiendo versos
tinta negra y no china, rechina en tus dedos
mientras se mojan, yo estoy bien tieso
no tengo un duro y tú eres rica en sexo
pero no tienes seso y mi sensación
es que mis sentimientos están sin cobertura
si eso es lo que pretendías, sí, la tengo
bien dura, larga y profunda con garganta
abismal, hasta el final, oh sí, no pares,
¡DURA! ¿Solo esto puedes darme? Vi
mejores perras en Disney Channel
Piensas que por los huevos me tienes agarrado
hace frío y se esconden por si acaso
te acercas con las uñas afiladas y los
desinflas sin tocarlos, ¿maga? Más bien
amagas con calentar este calendario
donde se acaban los días, ¡fíjate!
Pone que tienes pocos dedos de frente
aunque también te guste por detrás
no soy displicente, te daré lo que deseas
a cambio de tus tetas, ¡jaja!

No me tomes en serio, bonita
soy irónico a todas horas, eso pincha
me gritan todas las queridas
por mi labia fina, miel rica
la de mis labios, por eso, quizás
seas merecida por estas manos, mira
si alcanzas a tanto, esto es demasiado
para mis rimas, se van quebrando
te juro que las repaso, son inofensivas
a no ser que, cielo, a no ser que seas tú
la dinamita de esta cueva diamantina
el oro yace como nosotros dos, con salidas
y entradas, arriba y abajo, ¿te gusta mi rítmica?
No hago gimnasia a menudo pero te provocaré
risa para que disfrutes de mi arma de destrucción masiva
no me gusta ser tan grosero, te lo juro, preciosa mía
pero es que me tienes loco y ahora quiero hacerte mía
luego peleo para no arrancarte los brazos y tragarme
todas tus venas, tus huesos no me atraen y los uso
como pegamento para condimentar esta droga que invento
hojeo las hojas que protegen tus ojos y no hay, joder,
forma de entenderte al cien por cien, chiquilla,
¿qué miras? No toques, soy de arcilla y estás
demasiado caliente como para comerme de abajo
a arriba, sí, porque estás arrodillada ante la habilidad
del poeta urbano, calor en invierno, más sudor en verano
agáchate y come un rato, así callas y aprendes del maestro
artesano casi italiano, shh, ¿no me consideras romántico?

Solo estoy jugando, calentando,
zorra, los versos que armo

sabes que te amo.

Chiquillada

Tu juguete, solo eso
¿Preferido? Ni lo pienso
lo que creo es que
puede ser divertido
aunque a nada lleguemos.

Desgloso tus palabras
poco a poco, es la capa
de la cebolla, la mar
llena de algas, al fondo
arena y más agua,
al final, nada.

Quiero saberlo todo
y resulto en vacío
con vacío las manos
lleno y mis ojos
de cristal ilumino
con ilusión y esperanza
que crío con tus chiquilladas.

Soy el viejo con el bastón
y un sombrero montado
a modo de caparazón, una capa
usada. Pero con el corazón
demasiado usado en la guerra
con tantas cicatrices y peleas
desconfío de cualquiera.

Acabo engañado por tus
argucias, malicia que retroalimenta
mi justicia, la que hago a mi alma
trasnochada, está mal alimentada
porque nadie es capaz de saborearla
ni siquiera tú, pequeña, tuviste
la fuerza para destrozarla, ¿y ahora?
Está desaliñada, un poco a solas
le falta un sol a todas horas
y mis manos siguen llenas

de nada.

sábado, 28 de diciembre de 2013

Cuatro

No sé qué tengo en la cabeza
las ventanas no dejan de empañarse
mi ventana no deja de colorearse
no sé qué cabeza tengo encima.

Corro en círculos y arden las llamas
se empañan las lágrimas
se empañan los ojos de agua
las llamas corren en círculos.

Tras años buscando alegría
mi cuaderno se esfumó
mis páginas se las esnifó
la alegría vieja que no buscó.

De cuatro en cuatro he andado
paseando por calles me he apagado
paseando por aceras me han atropellado

cuatro veces el pecho me han pisoteado.

viernes, 27 de diciembre de 2013

Una breve historia

Y mintió, ella.
Y se suicidó, él.
De nuevo, otra vez.

Y así da comienzo
que no fin
la historia donde
él nunca fue feliz
y ella saltaba
todas las olas del mar
como un delfín.

Y él, viéndola así
sufría y sufría
aquello sí que no
tenía fin.

Y él volvió a creer
en ella. Sus trucos,
su cuerpo suntuoso,
sus mañas, sus caderas
le volvían loco.

Por eso él moría constantemente,
gradualmente, todos los días
del año. Y la historia se reiniciaba.
La adicción a la soledad de la
nostalgia y la melancolía

fueron su única compañía.

miércoles, 25 de diciembre de 2013

Untitled XXX

En tus senos
he soñado
con sueño he entrado
a un paraíso que los hados
escondieron a mi lápiz tintado.

En tus curvas
me perdí
con presión he cerrado
la puerta a todos
mía y entera, solo.

En tu monte
he paseado
con paso firme, firmando
el contrato de mi perdición:
señor con sol y violador de tus ritmos.

En tus labios
he posado
con postura, rugen
las cuerdas vocales
a mi paso.

En tus cabellos
he cabalgado
colgué las armas
e icé mi bandera
de rendición, pura.

En resumen
he resuelto
la ecuación: me provocas

demasiado y morimos los dos.

lunes, 23 de diciembre de 2013

He violado tus sueños

He violado tus sueños
he comprado violines para
la cena de luego, no paro
de escribir pensando en
nuestro lecho, juntos hemos
cabalgado todo este trecho
te has ido hasta el techo
no esperaba menos tras
los juegos de mis dedos
escupiste orgasmos y, en
placeres resueltos te vi
tumbada, insinuándome
placer con tus pechos, dicho
y hecho: te empalé y atravesé
todos tus huesos, las neuronas
las he quemado junto a tu aire,
suspira ahora que te quedan males
te los voy a arrancar todos con mis
cuerdas vocales, recitaré a tus oídos
los versos más pequeños para que tu
espasmo sea intenso, pero flojito.

He recorrido tu cuerpo
he terminado de ver tus senos
y aún sigo durmiendo, ¿en coma?
Debo estar soñando despierto,
el paraíso me abre las piernas
y yo me engancho, me meto,
merezco algo más que todo esto
en vacías palabras me desvanezco
y tú, mientras tanto, te pierdes
por mis huesos, ya no tengo de eso
simplemente es tinta con ganas de sexo,
disparo halagos y recojo tormentos
tu mente no tiene escapatoria, mis ángulos
son totales, he temido tu desaparición
hasta que te agarré y grité no te escapes
blanca y pura te dejé mientras el cigarro
de después, con amargura, cogías al revés
no sabías dónde estabas ni adónde
te dejé, por eso huí, preciosa
mis letras no son de ninguna mujer.

He terminado vacío por dentro
con el alma rellena de tus pensamientos
con mi espacio reducido a cero
y los sudores sangrientos recorriendo
todos nuestros cuerpos
unidos, hacemos un espejo
donde reflejamos las debilidades
y nos las comemos.

¿Tienes hambre? Ven aquí, está todo bien puesto.

domingo, 22 de diciembre de 2013

Dos palabras y un punto sin final

Tengo tus ojos en un cazo
de saliva negra, bizcos ellos
los he cazado mientras dormías
en tus sueños murmurabas unas
cuantas mentiras, ¡qué risa!
Cantabas las bromas de tus enemigas
que hacías buenas migas con mis amigas
incluso mi nombre salía a escena, dando
saltitos de alegría, mis ojos como platos abrí
en un instante, ya era abril, allí estábamos
los dos y varias cabezas más
sangre en las paredes y mis uñas arrancadas
por tu piel, tú sin respirar, no sé por qué,
yo, en calma celestial, me bañé con tu podrida
especie, tú, tendida en la lona, con la boca
arrasada por mis llamas, mis dedos llenos de fuego
y mi alma atiborrada de armas de fogeo.

Floja, tierna
tu carne no es precisamente áspera
no esperaba menos, nena
tras descuartizarte con una sierra
bien afilada con los huesos de tu hermana
¿qué? ¿Demasiado gráfico? Pues aún
no he mencionado a la querida de tu mamma
devora esporas de ilusión como buena persona
ser humano que piensa en la salvación de su conciencia
la creía concienciada después de haberte tenido
entre sus brazos: su vida estaba sujeta a la muerte
de su retoño a mi retorno: he vuelto con las balas
cargadas en estas pistolas de mano, ¿entiendes?
Disparo tinta en cápsulas de metal serigrafiado.

He usado títulos de películas, libros y,
mi vida, ¿piensas de verdad que eres importante?
Podría analizar tus varias direcciones, por qué
aún te crees bebé, bebo de esta copa de vino
y vine a pensar: qué pasará si escribo con sangre
y no con arte. Aquí me tienes, con el pecho
descubierto y el corazón latiendo latente
en él: es sutil, como el puzle en el suelo,
lleno de rojo falso, pareciendo muerto
y, despierto, encerró todos los celos.
Esto aquí descrito haré yo con tu cielo
donde cantas la mejor canción del mundo
te crees encima de él y ni de puntillas
puedes acogerte a las nubes que, de lejos,
ves. Tu clavícula es la clave de mis películas
montadas en la madrugada con mis fenicias
qué ricura tus huesos blancos y la delgada línea
cruzada por tus bellos ojos, todos aquí dentro
bien rígidos, fríos, retengo información fútil,
es vital que mi esencia te diga respira
puede que te agobies leyendo todas estas
barras, más largas que un día sin pan,
más corta que tú en mi cama, te pongo
punto y final con estilo, estiro la sangre
y expulso arte, instauro mi dictadura
¿demasiado rudo? Verás cuando esté

encima de ti, señorita puta.

Mi labia es selectiva

Mi labia es selectiva,
mis versos, inventivos,
tengo incentivos para
usar palabras destructivas
me como la alegría
de los niños, la vomito
como sangre de hiel
en tus bizarras venas.

Me buscan ellas
y tus bonitos cristales
faro de mares y tristezas
que contrastan con la pena
que a mi corazón acecha.

Pobre de él que vacío
se encuentra, lo han
destripado de vena
en vena, selectivas garras
fueron las encargadas
de ejecutar la pena
¿mi crimen? Enamorarme
de ella.

Y, sin embargo, mi labia
sigue estando perdida
vaga por estos vagones
que conforman la vida
y yo, perdido, ando
por el techo, fingiendo
dolor, y grito en mi interior
Dónde está la mujer
que vuelva a soplarme

el corazón.

sábado, 21 de diciembre de 2013

Podrido

Con el corazón vacío
y sus restos arrancados,
con el vacío de mis cadenas
que arrastro y barbecho
las voy cambiando de sitio
para no sentirme presidido
por mi falta de sentidos;
sin embargo, me evito
a mí mismo: intento no pensar
demasiado en tus quejidos
no pasarme por tu casa a por mi premio
el que nunca tendré a causa de mi genio
incontestable, me aparezco inmortal
a tus mortales cristales, siento tablas
de metal atravesando mi cuerpo, y es natural:
te he visto demasiadas veces ya ahí parada
en la espesura, esperando mi escapada hacia
la lujuria a la que tus brazos me invitan y,
sin duda, quiero poderte conquistar
pero ya no soy de verdad, soy piedra, polvo,
y nada más.

Me desvanezco al conocer tu existencia
porque no pienso en que tus pies te
lleven por tierra, perteneces al aire
y aún intento comprender por qué he
decidido sufrir por ti, mis ojos no
se separan de tu nariz, me pierdo en
tu cariz, el gesto de tu alma es transversal
y la flecha me atravesó en diagonal
me la sacaré en lo que resta de Navidad
también la flecha quemaré, ¿qué te apuestas?
Lo tengo vacío y medio podrido, pero no importa
aún sigue buscando una atención que no devolver,
quiere ser moroso él y no le dejo ni ver tus labios,
debo volver a mi antiguo estado: encerrado
en mi cabeza quiero que me hallen
buscando paredes y cadenas con las que sujetarme
me gustaría que me agarres para no caer
pero prefiero clavarme todas las estacas posibles
me gustaría que leyeras todas estas letras
pero prefiero pasar desapercibido mientras vuelas.

Todas estas rimas por una necesidad vana
las palabras que dejo libres están bien amarradas
a un papel escritas prefiero dejarlas
nada de libertad: no la tengo yo,
sí mi conciencia para enamorarse perdidamente
de ella. No hablo de malas personas
cuando trato con versos: intento convenceros
de algo que ni yo mismo me creo
convierto mi vacío erudito en lógica dividida:
a un lado la existencia pura de mi alma

al otro, la búsqueda, en vano, de tus perlas.

Imaginando

Imaginando
que la vida es sencilla
que mi corazón está lleno
y expulsa sentimientos radioactivos.

Imaginando
que, de puntillas, alcanzo
todos los sueños que él,
insistente, me empuja a perseguir.

Imaginando
con una mente fría
congelada por el paso del tiempo.
Es hora de arder en el infierno.

Imaginando
cuántos demonios
he tenido que desdibujar
para que el boceto fuese limpio.

Imaginando
que me siento en la
cima del mundo y
controlo estos versos crudos.

Imaginando
que viajo por el mundo
y con droga me consumo
pensando en el daño, mucho.

Imaginando
que me oyes
callaría todo esto
por miedo a que me destroces.

Imaginando
que todas las noches
me acuerdo de tus ojos
y me ahogo en ellos.

Imaginando
que, de mis pulmones,
respiro lágrimas
y me desangro en el aire.

Imaginando
y sabiendo
que llevo las de perder
en este juego.

Imaginando...
se me acabaron las palabras.
Sigo vacío por dentro
no tengo nada más que decir

por el momento.

Imagino
que en la oscuridad
veo. Alcanzo el dragón
que me devora el interior
y lo asesino con paso lento.

viernes, 20 de diciembre de 2013

Saliendo de mi adicción

Su altivez me tiene desordenado
el apetito de ser preferido, no lo aguanto
¿es así siempre?, no lo creo, pero puede ser
marcho a la búsqueda de todas las piezas
y reúno una pregunta: ¿puedo alejarte de esto?

Obedecer debes para sobrevivir poder
ordenado te lo ha la vidente que visto
todo ha, debemos avisarte ya: te
puedes caer, tropezar.

Barro con fuerza toda la suciedad
que alberga mi cabeza y, mírala,
sigue buscando con sus ojos
las palabras inexistentes que provengan
de ella: necesidad insana, entereza.

Erré una vez en mi disparo, francotirador
enano, a ella rematé con una bala pequeña
bien morena y con curvas que indican droga
adictiva, pero la carretera no estaba bien hecha.

Reí y río al recordar el río de furia que solté
al ver que mi reina, apenas sin brío, burló
todas mis defensas y rompió mis esquemas.

Brazos alcé al ver la luna bien llena, rellena
de luz reflejada pero absorbida por todos
sus poros, cráteres a los que imploro:
suelta tu agua, necesito pureza.

Ímpetu guiado por la niebla
se mueve perdida y no se entera
de que su identidad oculta es
perecedera, ya vi una máscara
de sonrisas, esta no será la misma.

Altura la de mi alma cuando
en sus ojos me baño por primera
vez en la mañana. Lúgubre mi
mansión, sin una luz que la alumbre
y tú sigues vagando estas tierras
con un halo de poder que me atrae

aro de magnitud, y yo pegado a él.

Be careful what you wish for

Las letras nunca exploradas
los versos nunca escritos
el escrito nunca impreso
la impresión de tus huesos
sobre mi cerebro, sangre
a raudales que recojo
en un bote cuadrado y rojo
mucho ojo, antes era redondo
tú lo has congelado del todo
mis entrañas solicitan inspección
al corazón, este último no respira amor
se muere en mis manos y me siento amordazado
por todos mis sentimientos, me cortan los miembros
y la sangre flota encima de tus venenos,
las pociones que has usado para joderme por dentro
los recovecos de mi universo crees haber visto
y ni siquiera has recorrido dos planetas, ínfimo
camino el tuyo, andado a cuatro patas y dejando puntos
de sutura en mis vértebras, el calcio se me apaga
y tu rabia se acrecienta, mi labia te busca, eres
un poco perversa, ¿no crees? Derramando hiel
en tus labios y la miel de tu boca no me dejas
probar ni aunque sea a bocados, bocas di a tu
amado para que pudiese expresar cuánto te amaba
y mírale ahora, escapando a tus garras envenenadas
la ponzoña de tu mirada me tiene enamorado y, probablemente,
acabe en el manicomio porque tus ojos me están quemando.

Las letras, todas escritas
los versos, todos podridos
el escrito nunca congelado
la impresión de tus caderas
sobre mi cintura, tiembla
y todo el cuerpo se une
a la danza macabra que
lideran los músculos de esta
tierra que has sembrado con tu magia negra,
bruja demencial con hogar en la luna, allí
viajaré para arrancarte de los brazos todos los lunares
que dibujan la constelación de mi destino, me agarro
con fuerza a las esperanzas que me dan todos mis hijos
poemas agradecidos por su vida, tinta sólida que
vuelvo líquida al apuntar con mi lápiz de mentira
esta misma recorre todas mis venas, conforma la sangre
que buscas con tus colmillos de pretenciosa guerrera
dame una salida certera a este laberinto que ha sido
construido por todas tus querencias, dámelo todo para
poder demostrarte que puedo estar vivo sin esta, sin esta
y sin aquella, pero que, sin ti, respirar no puedo, nena,
muero entre tus vómitos de odio hacia mi existencia
representados en una ligera benevolencia no apta para
extraños de lo hipócrita, morirás en un precipicio echada
moriré entre tus brazos por ir a buscarte y, desesperada,
llorarás mi muerte en tu cielo granate con larga tristeza.

Las letras, no sé decirlas
los versos, ultrajados
el escrito que te he dedicado
con tus ojos viento le has dado
por eso estas líneas son todas para ti
tuyas son y, como regalo, este último
párrafo sin poesía te entrego
déjame decirte que te quiero para dos días
al tercero probablemente esta melancolía
me haya devorado por dentro, y es lo mejor
que a los dos nos puede pasar, niña
te prometo que estoy mal hasta morir por esquizofrenia
física, no existe, pero mi mente es retorcida y no frena
toda esta psicología que mi cerebro recrea y, nacida,
le da cabida como si la mansión de los cuerdos no fuese
mía, que no lo es, yo mismo la derrumbé pensando
en todas las locuras que, creyendo, ingrato, gustarías
ver. ¿Qué me gustaría tener? Hay que tener cuidado
con los deseos, pueden cumplirse y yo no quiero
tal vez porque seas demasiado o puede que la causa
esté en que soy el agobio personificado, letras vastas
que no bastan para saciar este corazón dañado, versos
largos hasta decir basta, remato mis lágrimas con estacas de hielo preñadas por el amor a tus huesos,
predico la pasión que siento por ti, porque muero
me repito hasta la saciedad si así te hago cierta,
¿eres de verdad? No lo creo, pero sí tengo fe en tus
pisadas, ¿me pisarás la cabeza? Encontrarás un mundo
de fantasía, tinta en ríos, muertes malas e incluso hadas
padrinas con balas en la recámara para aplicar venganza
fría por tus actos de arpía: me matas y yo pulo tu diamante
brillando en el cielo durante unos instantes
este ejercicio de expresión he creado con la intención
de dar rienda suelta a todo esto que manejo en mi rebaño
de poemas: la rima es un príncipe maligno, un genio en la
lámpara que asesino y, sin rastro ni gotas, engullo su cadáver

y adivino tu respuesta: “no eres nadie, espera, sí; un cretino.”

Hoy, no te he visto

Hoy, no te he visto.

Tu tersa piel
hecha de lino
hoy, me la he
perdido.

Tus bellos, hermosos
ojos de cristal diamantino
los he escogido
para reflejar la muerte
que mimo.

Me pierdo como las hojas
que vuelan por culpa
del viento. En tus senos
descansa la pena
que cala mis huesos.

Tu pelo sedoso
donde navego
las olas y saludo
a tu hermoso cuerpo.

En tus palabras, me ahogo
y me silencio.

Hoy, no te he visto.

Cada día que pasa
noto más el silencio
de tus silencios.
Ya no hay un pequeño
zumbido, antaño,
perfecto.

Hoy... te he echado de menos
entre mis brazos, acordonada
sin escapatoria, con varios
besos entregados con un lazo,
un pequeño regalo navideño.

Hoy... bueno,
hoy me podrán
malinterpretar.

Hoy, escribo
estos versos para ti,
pequeña muñeca
hecha de porcelana
y cristal.

No eres frágil. Eres
de verdad.

miércoles, 18 de diciembre de 2013

Luz y Oscuridad



Caos y armonía. Sueños y destrucción. Vida y muerte. Odio y amor. Locura y cordura. Orden perdido. Luces apagadas. Ventanas opacas. Transparencia sólida.
El contraste marca este doble poemario donde salen a la luz las partes ocultas de la bondad y del odio. Una luz con tintes oscuros demasiado siniestros y una oscuridad con mucha tinta pura que compartir.

Tras 'Musas enmudecidas', oda a las musas del autor, Ianni vuelve a la carga con lo más profundo de los versos. Si no quieres sufrir, solo busca la luz...

martes, 17 de diciembre de 2013

Duérmete de una vez

Duérmete de una vez
he visto azul a un pez
y roja tu nariz de sangre
que he escupido sobre las heces
lanzadas a tu cara, ¡qué asco me das!

Te veo agachada y con un ojo abierto
me veo con una navaja y una hoja, es cierto
estoy loco, me tienen cogido el cerebro
por los huevos, pero no hay inconveniente
en destruirte si, gracias a ello, me veo nuevo:
feliz y contento por tener tus vísceras colgando
de mi artefacto, el arte lo das por hecho, yo,
con mi pincel, te pintaré los retratos más bellos
posibles usando tus vasos sanguíneos azulados
azulejos plantados con tu sangre como barro,
mezclado con la bilis de tus pensamientos hacia
mi persona, ¿qué dices ahora? No te oigo,
te ahogas en tu mierda y yo río, sonrío
y me hundo en un charco rojo podrido
como toda tu existencia mientras viva fuiste
me invento palabras y líneas con las que
destrozar a caníbales zorras que comerme
quieren, sin embargo, yo me confundo, no era
mis venas lo que querían, solo mi corazón,
uniforme. Les hice un informe: aquí no
se juega con fuego, el hielo me envenena
y lo expulso por este, mi cañón, hecho de oro,
¿quieres verme? Acércate, hija del demonio
te voy a reventar todas las arterias, nena,
y no será con un cuchillo gordo, demasiado grosor
tienen estos versos que cruzo con los cables
del mando: ¿pretendes control? Yo pretendo ser más duro.

Duérmete de una vez
he visto horrores más
trémulos que tus ojos
al verme ante tus hijos
me los he comido a todos
y los he vomitado en los poros
de tu piel, hecha de hiel.

No soy yo, perdónenme,
me han poseído
mis dedos han sido atravesados
por el informático del demonio
Y otra mentira más se cierne
sobre tu endeble persona
tus manos se han vuelto
blandas y tiernas
justo como me gustan todas:
bien tiernas.
Me quieres separar de tu sangre
y estoy calado hasta tus huesos
no soy el amor que esperabas
soy el odio que necesitas,
la rabia que quieres expulsar
pero con palabras bonitas,
¿me equivoco? Nah, demasiado
cierto para ser reconocido como
bueno, demasiado crudo para
ser engullido como si fuese puro
demasiado BRUTO para ser puesto
en tus altavoces: lo haces flojito,
como el sexo con tu novio, pobrecita,
le da pena perder su sensibilidad
no le da reparo tragar sin parar
que no tiene manera de reparar su
estupidez: léeme literal, fóllame mental,
recítame gutural, bésame pasional,
¿no sabes de qué hablo? Grita de verdad.

Duérmete de una vez
nadie te dio permiso para andar
¿qué haces de rodillas?
No te gusta ná...
Te veo herida, ¿qué te pasa?

Me has hecho daño
tu infamia has inventado
para hacerme la vida
difícil, pero sé saltar
precipicios, abismos
no me detienen aunque
sean tan gordos como tú.
Nena, que no somos tan distintos,
tú, con tus líneas rojas
yo, con mis cuchillos afilados
mis versos como un arsenal de armas
mis balas, todas las metáforas
que pueda diseñar con el tintineo
de tus caderas en mi mente, ahora ven,
déjame enseñarte a vivir, yo no sé,
pero lo he visto en las películas
donde la mujer quiere al hombre
y al revés también es, ahora me pregunto
qué hacer con tu cerebro
donarlo a la ciencia es una pérdida de tiempo
tentar la suerte conociéndote a fondo
fue mi perdición, ahora mi alma vaga
por senderos negados, negro el camino
y con luz tu cuerpo, para lo único que
servías: farolillo de mis idas y venidas de olla
ahora has quedado para versos quemados
y, quemando, ardo entre las llamas
de mi legado: sangre, sexo y salero
sal de aquí antes de que te prenda fuego
Dame tus ojos y podré ver tu punto de vista
podré negarte desde mis posibilidades
y con ellas destruiré todo lo que creas tener

a tu puto alcance.

Despierta de una vez

Despierta de una vez
de esta tortura creada
por tus ilusiones.

Transfigurados los cuerpos
los sentimientos intactos
tus ojos te engañan, preciosa.

Tus ojos me tienen enamorado
y tus mentiras me devuelven
a tierra firme.

De tres en tres pasos
me voy moviendo
tierra firme y movediza.

Deseo encontrarme con
tus sueños nocturnos.
Saludarlos y animarlos.

Despierta de una vez
antes de que yo muera
quiero conocerte.

No hay color en mí
tú no estás en mí
qué te quiero decir

que te quiero porque
necesito vivir, respiro
por ti y tus huesos.

lunes, 16 de diciembre de 2013

A tu salud

A tu salud
me bebo estos versos
a tu salud, acabo hasta arriba
de la ambrosía celestial que
he creado pensando en todo
tu cuerpo. A tu salud, yo muero.
Con tu vida, yo muero. ¿He muerto ya?

A tu salud, con la copa en la mano
y tus ojos en mis labios
te susurro las palabras más divertidas
que te hayan echado en cara jamás
acércate más, preciosa, seamos uno,
¿estás cerca ya? No te veo porque
me has dejado ciego desde que
al antro te viniste a llegar.

A tu salud, cariño mío,
me bebo todas estas copas
en todas ellas encuentro
algo que me conduce
a nuestros recuerdos:
será la espuma, como tus labios
cuando chocaban con los míos
y triunfaban las estrellas
será la espesura al tacto,
como tu pensamiento cruzado
con mis neuronas
será el áureo color de ella
como el de tu corazón
cuando yo lo vi primero.

A tu salud, mi vida
te saludo. Ya nos
volveremos a ver
cuando mi corazón
se haya curado

del todo.

domingo, 15 de diciembre de 2013

Hablo poco

Hablo con personas pasadas.
Con personas que, hace unos días,
estaba ida y, ahora, está vuelta.
Vuelvo, y, girando, me encuentro
con los mismos ojos de antaño.

Hablo con personas
que siguen vivas.
Y no me tienen.
Y me echan de más
y por eso no abren
sus dedos.

Hablo, y el aire ni me responde
porque tus labios se han esfumado
y mis sueños se han marchado
tras ese trasero que se bambolea
y sigo soñando.

Bésame cuando regreses
de mientras, no me prometas
echadas de menos, porque
tus silencios en el aire
son más peligrosos que

tus rasgaduras en mi espalda.

Reina de las tinieblas

Ah. El poeta
muerto entre gritos
de pena. El poeta.

Escritor de palabras
negras, muy negras.
Buscan luces, focos,
neones de la noche
que se viene a la ciudad
todos los viernes.

Cuchillos mojados por
la sangra fresca, fresca
como la brisa que rueda
por su cabeza. La libertad
es brujería y los pecados
la ilusión de la vida.

El amor, su única esperanza
tras las cortinas que pretenden
protección sincera, pero le cuentan
al poeta, pues su pelo es poco
su tinta se agota, su cuerpo hiede.
Su alma, limpia como la nieve.

Las batallas se han librado
en campo abierto en busca
de una mujer divina. Dioses
han cruzado ríos y valles
en busca de los senos
turgentes que reinan las calaveras.

Poesía no eres tú. Reina de las tinieblas.

sábado, 14 de diciembre de 2013

Un0

Una ventisca haciendo de barricada informativa
la llanura lisa y plana, en el horizonte, una luz
que indica el comienzo de un nuevo día. Las
energías, desgastadas por el viento sutil y ligero
que se cuela entre mi chaleco antibalas, me hace
sentirme vivo de nuevo. ¡Todo es nuevo!

Un lugar lleno de piedras ocultas como trampas,
minas antipersonas que se encargan de rechazar
cualquier presencia maligna, con intenciones
divinas. ¿Curar la herida? ¿Sanar? Tonterías
escupidas en prosa por poetisas con deficiencia
respiratoria. El polvo se cuela por los agujeros
que van dejando los poemas recitados en su honor.

Llave oculta a los ojos del viajero, no te precipites
a su presencia; su prisa es ilusoria, su desparpajo,
mucha gloria, no es cualquiera la que acercarse deba,
hay mucho trabajo por delante, un diamante sin pulir
es lo que te espera. A no ser que, de repente, rehuyas
su mirada afilada, la que penetra, y escapes a sus aires.

El aura que se trae encima es una medida de seguridad
ante los peligros que representa la humanidad. Su
escudo es de metal, pero no del cielo, la forja le daba
miedo y, trémulo, escapó a las garras del hielo. Tráele
un zumo exprimido que contenga todo el calor de tus
labios. Antes de todo, preséntate con la frente libre
no de pecados, sino translúcida: que la luz asome
pero la oscuridad esconda: él se encargará de ahondar
en los asuntos graves de tu persona, te sacará lo mejor
y podréis reuniros en la noche cuando las manecillas

de sus pasos se crucen con los giros de tu cadera.

2

Pasó él, tiempo
y asumí que pensar
en todo no era
nada bueno. Pasaron
las horas, los meses
y los días, y nada
tenía cabida en este,
mi cuerpo.

Pasó ella, mi pequeña
reina, y aún sigo pensando
en ella, de cuando en cuando.
Luego, echo un ojo a mi alrededor,
pensando qué hay, buscando algo
que merezca mi pena. Nadie
merece mi pena, veneno demasiado
tóxico con lágrimas hechas de arena
negra.

Pasó todo, y el camino arrastro.
No hay nada más que yo pueda
pensar, nada me hará sentir que,
sinceramente, lo mejor es
seguir de buenas con todas ellas.
Sigo pensando en ti, nena.
Y se pasan los días, los meses
y las horas, y todos ellos te recuerdan
en algún momento de su historia,

nimia y empequeñecida.

Tres

Bañado en soledad
me muevo tras las
últimas acometidas
por este cuerpo
cometidas. Intenté
resurgir de mis cenizas,
pero me quemé demasiado
al acercarme tanto al
foco de luz, tu cuerpo.

Bañado en soledad
no me arrepiento
de mis movimientos.
Pero me hubiera gustado
verte de nuevo, disfrutar
como cuando éramos
pequeños. Insignificantes

éramos, ahora, me siento.

viernes, 13 de diciembre de 2013

¿Lo hacemos de nuevo?

Y de tus alas, mi recuerdo.
Tu carga no era pesada,
la hacías ligera cada vez
que posaba las esferas
del revés.

Y de tu aliento, mi escalofrío.
El agua, cayendo levemente,
frotaba las rocas y, suavemente,
se ablandaban hasta no quedar
nada, absolutamente nada.

Y de tu ansia, a mi calma.
No querer erguirse por miedo
a caer, a desfallecer durante
un momento. Mientras, la
rueda gira. El destino,
cerca.

Y de tu sangre, mi control.
Las mañanas, las tardes, las noches.
Sola, acompañada, hasta el fin.
Mi mente, tu jarra, mis pensamientos.

¿Lo hacemos de nuevo?

jueves, 12 de diciembre de 2013

Echar de menos

Ya echo de menos tus relatos pequeños,
tus palabras ambiguas y tus cuentos
caseros.

Echo de menos la soleada mañana,
tus ojos, al alba, buscando un alma
parecida a mi lanza, pero no puedes,
porque soy, soy el escritor de tus
enamoradas palabras.

Echo de menos tu compañía, tus abrazos
a distancia, mis largas frases las dejé
rezando oraciones subordinadas al
polvo que tus zapatos levantaban.

Ya echo de menos tu sonrisa dulce,
el mar salado de tus hombros
me deja anonadado, e intento
nadar y no ahogarme en tus ojos,
pero me asfixio porque veo que no
es agua lo que bebo, son lágrimas
por la pérdida de mi tinta, en tu
mar, chica, en tu mar...

¿Por qué no te acercas un poco más?
A tanta distancia, no podremos vernos.
Bebernos un puro líquido que nos vuelva
locos, la pócima del amor que nos haga

vernos desnudos. Al fin seremos uno.

¿Dónde estabas?

¿Dónde estabas? Cuánto tiempo.
Desapareciste y lo dejaste todo negro,
perdido y en mi oscuridad me resguardo.
Necesito alas puras que me regalen halagos.

¿Dónde estabas? Qué desperdicio.
Demasiada suciedad en las esquinas,
y en mi despacho sigo pensando
qué escribirte para verte, niña.

¿Dónde estabas? Cómo has cambiado.
Ahora abres los ojos y callas lo adecuado.
Ahora abres los labios y callas tu aire:
yo te doy el mío y así seremos nadie.

¿Dónde estabas? Quién lo diría.
Estás más cercana que nunca.
Ahora siento tu aura divina.
No te vayas nunca, nunca... querida.

¿Dónde estabas? Ya no creía.
Me has devuelto la esperanza.
Deja que la melancolía me absorba
y tendrás la mejor canción, la de mis memorias.

martes, 10 de diciembre de 2013

Oro, oro

Con la mirada perdida en la oscuridad
que impregna el campo pagano, trabajado.

Con los cabellos cayendo como cataratas
calmadas, con la sonrisa demasiado apagada.

Con sus ojos inyectados en soledad,
con sus manos buscando un clavo ardiendo.

Con sus piernas juntas y arrecidas,
con suspiros encerrando alegorías.

Con su vida demasiado noche,
con su mirada demasiado día.

Con su grácil caída en la melancolía
con sus trucos fallecidos por reyertas.

Con el oro que impregna de olores exóticos,
con el frasco pequeño que alimenta todo.

Con todo esto, yo la vi perdida.
Y no hice nada por sacarla del pozo.
Con todo esto, yo la vi allí, tiritando.
Y no hice nada por encender una fogata.
Con todo esto, yo la perdí en un instante.

Y no hizo nada por recuperarme.

Hoy, la he visto triste

Hoy, la he visto triste.

En realidad, no parecía no
ser feliz, pero, en su interior,
yo navegaba con calma, buscando
peces a los que poder alimentar
cuando, de pronto, una tormenta
quiso entrar.

Me pidió permiso ella, la tormenta,
con unos pelos en el aire, dando qué
pensar. Permiso para entrar, casi
olvido. Hoy, la he visto triste,
por dentro me he sumergido
y sus pasos eran flojos.

Caía poco a poco,
y su peso posaba en
su pie, mientras la inercia
de su cuerpo la mantenía
a flote.

Hoy, la he vuelto a ver.
Pensaba en sonreír mientras
de sus ojos solo se desplegaban
unos árboles que intentaban vivir
y que, sin embargo, las lágrimas
los bañaban, por eso, tal vez,
hoy todo ha sido más gris.

No has perdido tu mirada,
pero tus pupilas se han
posado en mis labios
durante tres segundos
exactos, hermano del
verso y compañero de
aguas con soledad:
sabía que estabas ahí,
nadando.

Hoy, la he visto irse, triste.
Y sabía que podía hacer
ser algo más. ¿Qué hacer?
Ser, nada más.

domingo, 8 de diciembre de 2013

Llevo tres semanas sin dormir

 Llevo tres semanas sin dormir.
Tras cuatro lamentos lanzados al cielo,
me rindo. Sin tu presencia, me evaporo
y mis genes quieren captar mi atención
a base de picores internos.

Tres días después de tu marcha
cogí tus zapatos, los tacones con los que
nos conocimos y tu pintalabios azul oscuro.
Trajimos juntos un mar lleno de luces
y te las has llevado todas junto a mi corazón.

Un suspiro lúgubre empaña la cueva
donde me han encerrado tus esbirros malévolos.
Me atrevo a describirlos, sin miedo, porque sé
que la muerte es próxima y que mis flechas
volaron en direcciones erróneas, y ellas
brillaban, y yo ahora lloro con la misma luz
que ellas llevaban impregnadas.

Y tú te acercas a mi cadáver evaporado.
Mis lágrimas bailan encima mía con un ritmo
endiablado, pero no poseen acritud, simplemente
te agradecen la existencia, porque es lo único
que quise decirte a través de todos estos años.

Llevo tres semanas sin dormir
forjando el metal que represente nuestra
corta vida. Tiene forma ondulada y sabe
al cielo de tu boca, a tus caderas peligrosas,
a tus senos curvados y a tus miradas rotas.

sábado, 7 de diciembre de 2013

Seamos uno

Eres pequeña, muy pequeña,
¿no te das cuenta? Estoy aquí,
cielo, baja a verme, puedo abrazarte
fuerte y no dejarte escapar, pero
hacerte libre, puedo poseerte
y que el mundo se muera de placer
al verte.

Eres adorable, muy adorable,
yo no soy nadie con fuerza
pero me has dado fuerte
y tus ojos me dan suficiente
resistencia para acariciar
tu aura de paz y tranquilidad.

Eres preciosa, demasiado preciosa,
y yo tengo la necesidad de decírtelo.
Por eso uso versos subliminales;
te defino sublime, perfecta en tu
imperfección, diamante en bruto
esperando una lija suave y
atemporal.

Eres muchas cosas y demasiado
poco aún, me da pena tenerte por
lejana, inalcanzable, pero mira,
es más divertido. Yo me agarro
a la esperanza del verso perdido
y tú sigues saltando, viajando.

Eres tú, y eso es lo que importa,
¿no crees? Yo sí creo, aunque
no lo aparento. Se llevaron un
poco de mi esperanza, pero
su aroma se regenera... y tu
danza la vuelve a llamar,
no hay ya pena.

¿Eres tú? Ven aquí. Pasemos
el resto del día juntos.
Donde el sol nos ilumine
el camino y la noche nos cobije
y nos dé motivos. Un beso tuyo
y al cielo me postulo como nuevo
guardián de tus versos, yo te desnudo
y, con pasión, te uno, seamos uno.

jueves, 5 de diciembre de 2013

El cielo está tan despejado...

El cielo está tan despejado...
Y tú, ¿dejarás alguna vez
de ser tan despegada?

Hace ya un par de días
que tus caricias no se producen
con tus sonrisas...

Las lágrimas ya no son
de pura alegría, de un éxtasis
propio de Alicia en el país
de las maravillas.

Ahora son grises como las
barras de hierro que me encierran
en este agujero, cada vez más oscuro,
cada vez más negro.

Hace ya un par de días
que tus besos solo encierran
melancolía...

Y en mi soledad, reflexiono,
doblo las palabras hasta que las
rompo: es mentira, son de oro
y las cuido porque con ellas
llegué lejos contigo, pequeña,
ya no eres mía pero sigo, desde arriba,
buscándote con la mirada para retratarte.
Eres demasiado bonita...

El cielo está tan despejado...
Y tú, ¿dejarás alguna vez
de tirarme tus dardos?

El tiempo ha pasado
y las cosas, pequeño,
han cambiado. Mi corazón
se ha dibujado con otros
paisajes, y los colores
ahora arden por otros aires.

Que mis labios, mi cuerpo,
mi deseo y mis lágrimas,
son de otro.
Pero bien sabes que tú,
cielo, fuiste, en la práctica,
el primero en todo.

Hace ya un par de días
que tu perfume ronda mi casa
y la llena de nostalgia...
Por todas las tardes de amor,
las noches, escondidos del
sol, los días, alejados pero
en contacto. Por tu paciencia
y tu razón: yo tuve miedo
y me fui lejos de los dos.
Eras demasiado... …

A pesar de todo,
me sigues pareciendo
un encanto. Dejemos al
tiempo cerrar puertas,
y déjame una ventana abierta.











El cielo está tan despejado...
Y tú, ¿dejarás alguna vez
de ser tan despegada?

miércoles, 4 de diciembre de 2013

Scorp puede con todo/

Que te has ido un par de días
de nuestra rutina matutina
y ya no es lo mismo: ¿dónde
quedaron las imágenes
que nos intercambiábamos
a escondidas, como si de droga
se tratase?

Esto es un canto a tu persona,
escorpiona, tú bien sabes de
lo que hablo cuando con mis ojos
miro al vacío de forma melancólica.
Dejemos al tiempo hacer y,
mientras tanto, en amistad convivamos.

Sé que estos días no te encuentras
en tu mejor posición, tu rutina
ha vuelto a cambiar y de ella
casi todos estamos excluidos
yo te esperaré mientras
vuelves al camino y, si me dejas,
te acompañaré.

Esto es un poema que lleva tu nombre
porque me dices que nunca ocurre
y yo, que tengo palabras que crear
necesito un pretexto para procrear
con mis versos y hacer nacer las palabras
más bonitas de mi universo, construido
estrella por estrella. Y tú, pequeña,
estás con ellas.

Me voy despidiendo ya
y cierro esta carta
todas sus letras llevan tu sello
y te planto el beso
de despedida en la tinta
de estas palabras.


Scorp puede con todo/

martes, 3 de diciembre de 2013

El faro que dejó de girar

Te sigo leyendo
todos los días
y por cada uno de ellos
voy pensando en qué haría
él sin mi presencia literaria.

Eres el faro que,
habiéndose encendido
ya no gira. No te has apagado
porque sigues tú solita.
Pero ya no me miras.

El caos y la confusión
se han apoderado de tus palabras
ya no sabes qué hacer para
ocultar nada. Te has vuelto
algo cuando podrías haber sido
mucho más que nada.

Y yo, que intenté empujarte
me siento decepcionado. Pensé
que valdría algo más la pena
todos estos daños causados
por la tinta impresa.

Pude ser tu excepción pero
te quedaste con lo de fuera.
No quisiste navegar mar adentro
porque en la orilla vislumbraste
pero pequeña, no giraste
para verme, no lo quisiste,
y ahora te has quedado estática
sin mirarme.

Y aquí, me pregunto yo,
¿Qué carajo hablas?
Porque tu pensamiento anterior
se bate en cruzada con tu exterior
y en mi interior
todo acaba con una palabra: perplejo.
Mírate al espejo y verás que
tu pensamiento te llevará lejos
pero solo recto, misteria.
Solo recto...



Y es una pena.