mi espalda tiembla, tengo hambre
pero sé que si engullo, moriré
de asco, esta resaca me está matando
no recuerdo qué pasó ayer, voy
a actualizarme, conecto las redes sociales
cuál es mi sorpresa cuando me leo
releo las conversaciones, las palabras
las sigo con el dedo, frágil
estaba, cerveza en una petaca
para sobrevivir al desierto de mi soledad
sonrío; te he escrito versos escondidos
quieren luz y yo se la prohíbo
aunque creo que se han escapado
estaban organizados, sabían lo que querían
ver la luz del día
en mitad de la madrugada tímida.
Te adoré la noche anterior
no creas que es pasajero
tendrás siempre un lugar
en esta casa, donde poder
ser querida, atendida en su
justa medida, no agobiarte,
reina, qué necesitas, en silencio
te lo pido, en silencio me entrego
que estos versos no sean tu carga
sino tu entretenimiento, sonríe,
qué preciosa eres, maldita sea
que algunas veces me gustaría ser
de tu agrado total y absoluto,
controlarte
en cada paso que tomes, todo sea
por saber que tenerte es posible
luego sacudo mi cabeza, y suenan
los timbres y timbales, me explota
tras este proceso, ya sé lo que
quiero
escribirte toda mi eternidad
la musa de mi cielo, ven conmigo
si me muero, dame un beso, aunque
no signifique nada, aunque no sea
perfecto
será eterno.
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