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domingo, 15 de septiembre de 2013

Libre

Dicen que no puedo escribir
porque la sigo recordando
que deje de retratar
mis sueños rodando
por el suelo que piso
nada de eso debe ser bonito
piensan en sus mentes quebradas
donde nada entienden, mi hilo
es fino, no pueden romperlo,
está tenso como la hoja que atraviesa
tu cabeza cuando intentas comprender estas líneas
y yo sigo recordando lo que puedo,
pretendo evitar lo que me muestran, y mi gesto
con la mano lo deja todo bien claro
me alegra verte, pero que te den bien fuerte
te duela y te moleste, te reviente y te mate
no es ningún mal, no te odio ni nada
de eso, simplemente quiero que sientas
la certeza de la impotencia a la hora
de ser abandonado por un puñado de ojos,
de cebollas y de frutas inmaduras, algo hice mal
yo pensaba, evoqué momentos de lucidez,
vi la luz, y aluciné, “qué estoy haciendo,
por qué [te] pienso”, y todo se fue a paseo
la luna me hablaba a base de susurros certeros
me levantaba y me acostaba, todo mientras ella
iba hilando palabras, versos y poemas
que yo luego transcribía en estas hojas
donde descansan sentimientos que varían,
varias veces lo medité, debería dejarlo
no sé, no me sirve de nada, es en vano
luego reflexioné y me dije “estás flipando,
necesitas tener algo que reventar,
conéctalo y déjalo explotar, no pasará nada
es diversión para tus oídos, placer para tus ojitos”
Tras varias cavilaciones llegué a una conclusión
no puedo escribir sin un poco de drama a mi alrededor
ya sea en mi corazón o en mi cabezón, cualquiera de los dos
me vale para saberme un poco más ácido que antes
sarcástico e irónico, quiero reírme con la realidad que me nace
en estos folios sin imprimir, dejando en ellos impresiones
impresas con palabras impresionantes, rimas desconcertantes
longitudes anormales, no son generales, lo común no me sabe
no lo conozco y no me nace, estos versos son los reales
y dentro no solo hay basura, aquí expreso lo que me sale,
puede ser odio amor lujo y sexo, tal vez algo suave
te escribo un beso en la espalda, te clavo un puñal de plata
te explico cómo te echo de menos, lo oculto y escondo
vaya a ser que se acerquen las hienas a la presa equivocada
no quiero malentendidos, solo una sonrisa en el camino
donde se cruzan dos miradas y varios mundos
un beso de congratulación, otro de despedida,
tres años de intervalo, necesito sanar
y evadir lo malo
alejarte de las palabras insidiosas
y terminar con aquellas palabras
que se clavaron en tu mente
en cuanto me oíste venir
no más besos, no más abrazos
se acabó lo bueno, deja paso
a la bestia que llevo dentro
estoy terminado y terminando
de escribir, pero no puedo
mírame, aquí anclado, anclando rimas
encadenando versos y dejándome la saliva
las ganas y la alegría con la música que oigo de día
para cuando, al caer la noche, todo huela a porquería
y eso que recogí el cuarto antes de despedirme de ti
a la salida, y sin embargo, aquí estamos, con un poco
de calor, suciedad y falto de color, incluso de lo anterior,
quiero decir, calor, ya sabes, del bueno, con el cuerpo pegado
déjame terminar, mente enferma
poner un punto y coma no es la solución perfecta
y que la perfección la miro desde ángulos distintos
cada vez que la pienso, y siempre llego a la conclusión
de que no sirve de mucho creer en su existencia
sus milagros no deben ser reales, aquí me tienes
aún esperando sentado a la llegada de una rutina
que me dicen que aliviará mis negativas energías
y yo sigo pensando, prometiendo a mi corazón
que le llegará la hora de volver a amar,
y él se queda pensando, dubitativo,
“Qué se te pasa por la cabeza
para seguir pensando así, amigo”
Me acabo de quedar un poco blanco
el papel con mi tinta sigue negro
pero aún queda hueco para un par de sentimientos
déjame instalarlos en un momento
“Estoy, soy, pereceré
déjame tener lo que deseo
al menos quiero un sueño
donde todos estos besos
tengan dueño, y no se queden

en un simple verso”.

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