que el tiempo ha pasado, y ella ha madurado.
La niña de papá dice que ya no le escriben
como antes. Las cartas quedan atrás como los abriles.
La niña de papá me lee en mi habitación
las cartas que le escribe al cielo, en mi honor.
La niña de papá pide que le explique
lo que significa retratar metáforas.
La niña de papá no se ha ido aún
y dice que aún queda, que volverá.
La niña de papá ya ha crecido
comparándola con hace ya años.
La niña de papá no se entiende
ni ella misma. Y eso la hace más que lista.
La niña de papá, hoy, me ha vuelto a hablar.
Sentí un par de escalofríos de melancolía.
No fue por fuera, estuvo en mi mente
qué bonito es, qué bonita es.
Te dejo líneas simples
secretas y firmes
cómplices. Son de verdad.
La niña de papá está aquí otra vez.
Y dice que no me va a engañar.
Vuelve a mentir, reina
“No me conoces y nunca lo harás”
El viento sopla. La frase se queda.
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