Operación con el corazón abierto

Podría escribirte hasta las tres de la mañana
sobre lo que tu cuerpo me transmite
me tienes loco, reina, no quiero morirme
sin antes abrir la boca y decirte:


Puedes poseer todas las riquezas mundiales
tal vez lograrías convencer a cualquier líder
de actuar bajo tus órdenes; ya lo hacías con
los de antes, ya sabes, aquellos que atrás quedaron
muchos se esfumaron, consciente eres
de que no todos aguantaron las pruebas finales
sin embargo aquí estamos, de la mano, con un cielo
iluminando el parque donde nos hallamos
esperando que la luna se asome y nos señale
las pautas escondidas que hay que seguir para lograr
enamorarnos; no será fácil, me quieres ver muerto
y yo en una cama atada, tienes la capacidad
de darme alas y yo la de nombrarte reina de la nada
ahora que tenemos un poco de intimidad, dime,
¿qué sientes cuando mis tres posibilidades se juntan
con tus siete divinidades? Estás hecha de otro mundo
tienes una actitud de oro, la aprecio y me mojo;
por ti daría un brazo, literalmente, ya sabes...

Respirar el aire que expulsas

oler el polvo que dejan tus huellas

coger los resquicios de tus almuerzos

todo sea por verte de nuevo, preciosa, oh

preciosa, no, no, lo siento, perdóname

no te alejes más, no me odies menos,

no quiero tu indiferencia, sino tu deseo

¿Por qué no me sonríe la fortuna?

El aire contesta con una leve brisa, su risa

me hacía llorar de emoción, esa sonrisa era

mi tranvía hacia otra dimensión

vuelve a ser la niña, me enamoro de verdad

esta vez es algo completamente legal

me susurra ella, entre dientes

y yo, temblando, me digo “sabes que no la conoces”

Hagamos algo que nunca harás.