Banner

jueves, 22 de agosto de 2013

Licenciado en la soledad

La carretera hacia dentro
se tergiversa y cambia
de posición en este juego.


A mi izquierda, un arma
letal, tiene fuego en la mirada,
su mirilla está torcida, no pasa nada.


A mi derecha, una brújula
está destrozada, no piensa el dónde
sino en andar hasta dar con algo.


A mis espaldas, la mochila
con los utensilios de cocina
para quemar o derretir lágrimas.


Delante mía, el ciego,
la niebla y el negro,
gris tierno.


Déjenme andar,
no se culpen,

fue mi elección.

No hay comentarios:

Publicar un comentario

Nota: solo los miembros de este blog pueden publicar comentarios.