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lunes, 12 de agosto de 2013

La muerte del amor

Las palabras se me deforman
y pierden el contorno que les di
el día se pasa volando y no sé si
podré recuperar la alegría de mi
alma, aunque pienso que recuperarte
no es la mejor de las opciones
no es viable, no puedo anteponer
la cabeza al corazón, puedo morir
en el intento de sangrar hasta sobrevivir.

Expurguen todos estos pensamientos
por favor os lo pido
no es demasiado
o eso creía yo
me dijeron que debía pagar con mi alma
que él tendría que dejar de sentir
me dije a mí mismo que no, y luego
bueno, no hay mucho más que contar
he perecido hasta no encontrar callejón
desconocido
He reivindicado la lucha de clases
cuando el cerebro dice que no puede
con el corazón
con esa hipocresía generalizada con la que hablan
los intelectos de los libros de arte
qué mal lo pases sin todas las palabras
que te pudieron dedicar
qué mal yo esté para volver a recordarte
tendida en mi cama, a solas.

No me queda vocabulario para expresarme
y, sin embargo, dentro de mí
no paran de nacer, no paran de morir
todos los sentimientos que no puedo describir
huyen hacia cualquier lado, sin pensar en los resultados
no tienden a ser demasiado perspicaces, esto...
no es cualquier halago.
Es un milagro
que yo siga buscando versos
para poder calmarme, lejos
me querría ir
pero entonces te perdería de vista
y esa no es mi intención. Mi visita
quedará pospuesta hasta que la eternidad
silencie mis dedos, pueda con mi ego
pesa mucho aunque esté vacío
por dentro
Porque todos sabemos lo que nos merecemos
hasta que aparece la locura insertada en una tarjeta
y te quita cualquier cicatriz
y piensas que todo tendrá un fin
con la propia muerte
entonces es cuando te das cuenta
de que fuiste un necio, que perdiste
en este juego
que saliste dañado y que no todo
fue tan sencillo
Procuras no sufrir demasiado
no quieres anteponer a tus aliados
prefieres recibir todas las balas
mientras vengan de frente
y no por detrás.

El cadáver yace
bajo la luz oscura
que produce la noche
con ayuda de la luna.

Sus ojos se esparcen
su alma se escapa
sus dedos buscan el lápiz
que dibuje las estrellas
y solo su sonrisa

se le viene a la mente...

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