Buenos días

No hay mañana preciosa
que pase sin pensar en los
senos de tu pecho ardiente
quemas con el solo tacto
de la mirada ajena
no puedo retirar mis ojos
de tus curvas, nena
me tienes atrapado en tu aura
de misterio intensificado
por las luces blancas y negras
que te proyectas para evitar
ser abyecta, quieres ser pura
y buena, tienes todas las de
perder en una batalla
tan dura.


El día va pasando
como cuando te veía andar
moviendo esas caderas que tanto
me hacían alucinar en esos
sueños raros donde te podía ver
pero no tocar, ahora sufro
de paranoia nocturna, aunque solo
en la cama, cuando duermo, cuando
cierro los ojos, ahí es cuando
sé que aquellos recuerdos pasajeros
son la realidad, vi el futuro,
me hizo gracia, creí que nunca te perdería
y ahí está la venganza, vaya con el karma,
qué mala jugada, no supe mover bien
mis cartas, y ahora busco una botella
vacía donde posar mis alas, reflexionar;
qué hice mal, qué puedo mejorar
cuánto tardaré en volver a verte
entonar aquella canción que tanto
odiaste cuando supiste que el resultado
de la tangente era variable, que todo
no es tan constante, ni siquiera las
utopías de nuestro cerebro, valiente cerdo,
no es capaz ni de espiar a cuatro caballeros
y ahora viene con una rosa aguada
se entretiene sabiendo que perdimos
es el destino, pequeña
no nos quiere juntos

no nos quiere unidos.