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sábado, 17 de agosto de 2013

Hablemos

Hablemos de lazos y de sables
de toda la sangre derramada por estos lares
por culpa de cascadas abismales
que se abrieron de par en par
delante de nuestros ojos, tan normales
tan solos, tan lacrimosos, desprotegidos
ante el peligro de la tempestad
que se avecina en la esquina
de la viña ajena a la vida misma,
podrida por la incertidumbre de saber
si sabrá o no será capaz de ver
lo que el destino le tiene preparado
a este cuerpo en mal estado
no va a quedar bien parado
después de tanto tiempo, uno no puede sino esperar
a que le recojan la saliva, le limpien la babilla
que va cayendo, fina, se desliza, e indica
que todo llega a su fin con un poco de risa
en los labios de una princesa que no se merece
la corona que ostenta, orgullosa, se cree poderosa
y piensa que todo lo controla, que puede cantar
hasta el amanecer y no morir, no perecer.


Leí todos los libros
escribí todos los poemas
sin ti vivo, pequeña
sin ti, aquí, escribiéndote
esta letra.


Hablemos de lazos y de sables
con sangre entra, con sangre todo sale
es la verdad un suero pequeño
que todo lo barre hasta que llega año nuevo
y las historias se destrozan
la misma vida se hace pedazos enanos
donde todo es milimétrico, como la precisión
del francotirador del amor, que acertó hace poco
con su predicción: “No volverás a amar
hasta que la luna sea nueva
y la oscuridad que te rodea
se disuelva”. No volví a saber nada
de aquella persona misteriosa, ajena
a todo tumulto exterior; ahí fuera
nos aguardan los engaños de los gnomos
que se comen la hierba
y se soplan los mocos
se hacen los ingenuos
mientras nos tienden trampas para osos
En ese momento, se me cruza por la mente
un intenso recuerdo, una vulgar pregunta:
“¿Qué fue de nosotros? Tuve una estrella
y una luna. Ahora tengo esquinas
y curvas.”


Leí todos los libros
escribí todos los poemas
sin ti vivo, pequeña
sin ti, aquí, escribiéndote
esta letra.


Hablemos de... cualquier cosa
que se te apetezca
si es que quieres tema
de conversación, nena
no me saques del contexto
en el que este texto
se encuentra
no pienses mal, no te necesito
para nada, pero eres distinta
y eso me crea la necesidad de saberte
viva, de gustarte muerta
en mi ataúd de recuerdos pasivos
con mis lanzas afiladas y guerreras
pienso en el ritual de anoche
donde todos bebimos, acabamos a trotes
en el jardín de tu piso, ¡qué gran noche!
Y sin embargo no la echo de menos
ya acabó lo que fue bueno, pero lo que es perfecto
quiero que esté conmigo durante todo el proceso
de vivir y de morir, de resucitar y de escribir,
de sonreír y de sobrevivir a la tristeza de verte ir,
de leer, retenerte, tenerte a mi lado, ¡oh, oh!
¿Qué me está pasando? Estoy desvariando
Esto no puede ser bueno, no puede ser sano
mejor me callo, que levanto ampollas
a las que nunca les tuviste cariño, ni un poquito.
Ahora duerme, pequeña, ya ha acabado la ofrenda
siéntete libre, vuela, tienes alas, úsalas, no te sientes
a esperar que el aire sople en la dirección en la que remas
ahora que puedes, escapa mientras puedes, antes de que
cualquier trueno te arrebate lo que más buscaste:
la libertad de decidir por quién morir.


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