Banner

miércoles, 5 de marzo de 2014

Tengo una espada pequeña

Tengo una espada pequeña,
afilada, que corta
las telas tejidas
por mi infancia.

De vez en cuando,
la uso con gracia y sutileza.
No se dan cuenta de
mi mano de cirujano.

Y los prejuicios cuento
con los dedos, poco a poco,
sin darme cuenta
de sus ojos de un otoño cercano.

Tengo una espada muy pequeña,
con la sangre en el filo de ella.
Ella, en el suelo, descansa
y yo la contemplo en el infinito.

Así, con sus ojos cerrados
y sus alas expandidas
es más bonita.

Así, con mis manos ensangrentadas
y mi revólver encasquillado

puedo vaciarme mejor.

No hay comentarios:

Publicar un comentario

Nota: solo los miembros de este blog pueden publicar comentarios.