Probablemente si me tiño
haga más daño, todos los días
del año me los paso como un niño
esperando que tu halago se pasee
por delante de mis ojos y se cuele
hasta que yo mismo, harto, vaya
y te atrape, me engañas y crees
que no pasa nada hasta que, oh,
por Dios, qué haces aquí, violarte,
you bitch, no te lo mereces pero
mi calentón llega a límites
estratosféricos, escogí un lugar
estratégico para que tus gritos
me alteren mientras te reviento
por dentro, me cargué a tu mente
y ahora tu cuerpo sufre las
consecuencias
de haberme dejado de lado, te has
portado mal, zorrita, ahora verás
un par de estrellas, la de mis estudios
y la de mi tinta, ¿sientes que me
repito?
Abandona la nave, valiente vendida
nadie te ha pagado para que me escribas
en tu cabeza mientras callas como buena
zorrita, así me gusta, mmm, no pares,
campeona,
no lo haces nada mal y sé que te gusta
¿No lo vas a reconocer? Estás muy
mojada
y eso a mí me pone que te cagas,
exactamente,
en tu cara todo bien calentito,
¿asqueroso?
Yo diría que demasiado gráfico para
vosotros,
aléjense de esta mente pervertida
antes de que os joda la vida con
palabras
invertidas, el demonio no las inventó
porque yo mismo las uso, soy tu
puto demonio, jodida zorra, voy a
deleitar a todas tus neuronas, ellas
van a disfrutar y tú vas a llorar,
sufrirás
y será por tu culpa, a mí no me
mires,
¿ofensivo? ¿Agresivo? Reinvento los
conceptos
de la violencia mientras violento
versos, no estoy
versado en tus labios pero eso lo
arreglamos en un rato.
Soy un obseso de todo esto,
sangre, pasión, corazón,
¿en balde?
Ni el punto y coma de mi
argumentación,
mi libro está siendo
editado desde los avernos
y los cielos más
visionarios, son líneas divinas
y tienen algo extraño: en
todas estáis y en ninguna
os ausentáis, me acuerdo
siempre de vosotras
cuando hablo mal, por eso
reventáis, sabéis
vuestra condición para con
mi consideración
no tengo nada de eso, por
favor, ¿qué pensabas?
No me conoces y me juzgas
con tu juzgado,
que estén en guardia antes
de que os reviente
a los dos, a tu mazo y
veredicto junto a tu barba
de opresora, te crees la
reina de esta corona
y solo yo puedo reinar bajo
estas tierras que he criado
con tanta demora y que, sin
embargo, producen más
interés que tus escotes y
tus falsas caricias
chiquilla, ¿dónde te
metes? Espero que no chupes
gasolina porque yo soy un
chico ardiente
y puede que te explote todo
y la sangre,
nena, me pone caliente, qué
le hago, estoy
enfermo y enfermé de tu
existencia, enfermado me
agarro a tus piernas y te
las arranco de cuajo, ups,
lo siento, ¿me he pasado?
De nuevo todo lo has
ensuciado, pídeme perdón
al menos ya que te he
facilitado un pensamiento
nuevo y más acertado:
“me odia y no sé cómo
arreglarlo” Muy bien cariño, así
estamos; ahora, ¿qué
piensas hacer?
¿Chuparme algo?
Ya sabes qué, así que
hazlo.
Poseso loco escribo esto
son versos cojos que
aspiran
a ser necios tuyos,
cuídalos
antes de que se te claven
en tu pescuezo y el veneno
te falte, el aire no es
nadie
para meterse donde alguien
maldice
si me ves enfadado, tú
sabrás lo que hiciste
oh, bien te lo haré saber
en cuanto clave
mi cuchillo entre tus
nudillos
tus huesos servirán para
mi sopa y mis
filetillos, aunque con
ellos no me haré
ni un traje ni un vestido,
aunque quién
sabe si tu carne servirá
para algo más
que para presumir de
estilo, ¿cuál?
No lo sé, no lo entiendo,
pero aplico
ácido en tus venas y veo
que sigue
corriendo el galgo detrás
de mis penas
creyendo supurarlas con
tinta china,
de verdad, ¿no entiendes
que es falsa?
Se adecua a ti pero eso no
quiere decir
que sea necesaria, solo
quiero fumar
negra marihuana plantada
de estas
hojas esqueléticas que se
volverán
sanas, les daré vitamina
y agua, las arrugaré
como tú hiciste con mi
alma, ahora qué,
¿eh? Me sigues viendo
borroso
y no tienes nada que
hacer, por lo pronto
vamos a ver si eres capaz
de aguantarme:
yo no me soporto así que
mírame a los ojos,
escúchame: aléjate de
aquí antes de que
me vuelva loco. ¿Más
aún? Sí, ni yo
me toco hasta que tu
reflejo observo
y, adicto al sexo,
reinvento el concepto
del porno, te secuestro y
me gritas demasiado
te callo y el agua hace el
restante trabajo
te regalo mis dientes y tú
los escupes
bebes de mi sangre y te
retuerces
ahora lo entiendo todo,
hija mía
Mi sangre es tu muerte,
el veneno es mi tinta,
mi mensaje indicará tu
suerte
mientras en otoño y
verano escriba
con sangre entra, el
veneno
se queda, te reviento
la mente
y tus celos se
arrepienten
de tu corazón que cree
ser fuerte, me
desvanezco y creces
milímetros nos separan
al golpear
montes, tambores de
guerra
asisten a la guerra,
ellos
asienten, ellas por la
muerte
rezan, yo por ti haría
lo que fuera...
Pero
viendo el panorama
mejor
te escupo en la cara
y te
acerco al túnel
donde
no saldrás viva
y sólo
gritarás mi nombre
Manuel,
sácame de una vez
Qué
risa tonta me ha entrado...