He asesinado a todos los dioses
posibles en esta tierra, tengo el remo
cansado de tantos golpes dados
me sobran números en este cuadrado
cúbico, sólo necesito uno, no son dos
dígitos, en menos de tres lazos lo
hago,
cuatro veces si quieres te lo escribo,
a la quinta va la vencida, no hay sexo,
es mágico, no va el sexto, dame un
séptimo
ahora sabes de lo que hablo
enterré las cabezas de todos aquellos
que mal
me miraron, maldijeron su destino y yo
su
corazón me tragué, lo vomité y lo
volví
a quemar, arde, cenizas me fumé tras
la
charla con sus consciencias, ahora
están todos
sentados bajo tierra, se preguntan por
qué
solo creen en uno en el otro lado del
mundo
les escribo que soy el único
existente, los junto
y les comunico: he venido para
destrozarlos
a todos. Mi lápiz nunca se queda sin
carbón,
es un poco cabrón, goloso y tragón,
no me deja
soltarlo, quiere que lo viole con un
saco
en la punta, ella no dijo lo mismo pero
acepté
el trabajo de buen grado, ¿qué
remedio? Me
deseaba con esos movimientos, ella no
lo sabía
yo se lo dibujé en un momento.
Trago toda la saliva posible, porque
solo reciclo
sangre de personas inmortalizadas en
fotos
mortales, se creyeron divinidades y
ahora duermen
como bebés acunados tras la siesta, de
lado.
¿Será por eso que estoy solo? Nadie
más anda
estas tierras, yo las labro mientras
piso toda esta mierda
que dejaron aquellos que mal me
hablaron, malmetiendo,
encerrados los he dejado, ¿y ahora?
Toca repoblar el mundo
Yahveh no me da su bendición, subo al
cielo y lo busco
le pregunto en qué piensa si ya he
matado a todos sus siervos
sus cadáveres no ve, no hay prueba de
ello
saco la espada y dos puñales, uno en
la frente y otro en la espalda
a él le gusta por detrás, os lo dejo
escrito para las risas
las bromas no gustarán pero serán
divertidas, un supuesto Dios,
el único para todos vosotros,
asesinado por la furia, un loco, dijeron
un visionario, escribieron, un ídolo,
creyeron, un muerto,
me reitero, no hay confianza posible si
vuestros cerebros siguen
rodando hasta el cementerio, ¿qué
decíais? No me entero,
me habéis dejado sordo tras escuchar
tanta mierda y, poco a poco,
os rechazo a todos por ser tan
ignorantes y no conocer este lado
perverso de un inocente caminante, no
hay camino que caminar,
el camino lo hago yo al aniquilar,
Aquiles tiene problemas para pasear
el tendón le duele, yo lo veo normal,
¿ves este colgante? De qué será.
Una sombra que se pasea por las calles
apagadas
se intentan encender las luces y las
rompo con palabras
este verso está repleto de sentimiento
no es amor ni es odio, es puro
remordimiento
hacia todos los parlantes que se
dedican a dibujar
figuras en el aire, intoxicado por
críticas llenas de maldad
ahora vengo aquí a disfrutar de mi
capacidad lírica
tengo problemas en la vista, y es que
tanta hipocresía
me ha quitado la vida, perdón, ¿qué
decía? Confundí
las sílabas y ahora tengo un
rompecabezas de mentira
complejidad me sobra cuando la tinta se
estira
es mi chicle el que siempre muerdo para
aliviar tensiones
típicas, escucharos se me hace
trabajoso, incluso más
que enterrar todos estos cadáveres en
un foso
los mozos que me vieron se suicidaron
en un pozo
como Bart Simpson llamando la atención,
leyendo el futuro
en los posos del café, la magia está
en que realidad es
pensasteis en Harry Potter y os odio
demasié
El papel que leéis es blanco, yo lo
veo raro,
mas bien sangro, ¿seré yo? No, son
vuestros corazones
al recibir tantos dardos a la vez,
demasiados golpes
agolpados en un tropel de palabras a
las que daréis
demasiada importancia: ni las miraréis,
me alegro,
no quiero la ignorancia repetida en
este berenjenal
he visto tantas puñaladas traseras que
tengo ojos clavados
en un pedestal con espejos por si acaso
se me acercan
asesinos a sueldo con espadas alzadas
detrás, qué espesa
estás si lees todo esto y no te das
cuenta de que estoy muerto
no me mataron, me metieron en un
manicomio, ¡era manifiesto!
Sin embargo, me hallo aquí, he huido,
he escapado, he mordido,
he arañado, he arrancado corazones y
los he devorado, la sangre
he engullido y las tripas he abrasado,
¿me he vuelto loco?
Ustedes son demasiado buenos como para
comprenderlo
he vuelto, queridos míos, en mis venas
llevo vino tinto,
volví a errar una vocal y ahora me
arrepiento
miento, no siento remordimiento, más
arriba lo dije
volví a mentir, es típico en mí, no
pido disculpas,
oh, ¿me consideras perverso? Déjame
sentarme a tu lado
mientras te leo algún verso. No
necesito nada de lo anteriormente
escrito para devorar tu corazón y
desgarrar tu mente
tú sola lo harás al verme y sentir
“No puedo tenerle”.
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