Donde podría viajar
no me dejan estar
sin embargo he soñado
que algún día visitaré
las montañas sangrientas
donde solían pasear
tus amantes antes de
su prematura muerte.
Con aquellos bordes
efímeros
y sus faldas bien marcadas
en el centro de todo
aquello
se hallaba el agujero
voraz
con hambre y ganas de
carne.
Perlas afiladas protegían
aquel secreto que todos
ansiaban con energía cada
vez
que la veían, pero nadie
se atrevía
no había llave para los
dos soles
negros, no había
paciencia
para el mar fraguado bajo
la muerte
de acero.
Sorpresa grata su aliento
con vapor
en sus pensamientos,
cuando sacó
a relucir todo su poder,
atrayendo
a los peregrinos del lugar
que
paseaban: su arma mortal
salió
a pasear, y el resultado
fue mortal
no hubo más descendencia
porque ella los devoró a
todos.
No hay comentarios:
Publicar un comentario
Nota: solo los miembros de este blog pueden publicar comentarios.