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jueves, 27 de febrero de 2014

La Luna y su manto

Con la mirada clavada
sujetada por leves anclas
perdida en una nube gris.

Así, navegando por mis aguas
ríos de tinta blanca
encontré tu pelo azabache.

La tinta se oscureció
con el pasado que vivimos
con el futuro pintado de color.

Esto es un escrito a la fe
que yo hallé difuminada
mientras perdido caminaba.

Perdida mi esperanza, tú
y una luna de nácar
me sacaron de mi abismo virtual.

Porque existís, y esa es razón
suficiente para mí. Quiero decir,
que cumplís mi mente y mi sentir.

Aunque no lo sepas,
hoy te he visto
pero un poco mejor.

Llevaba gafas, y tú
no una capa, sino
un velo con gracia.

Y así, sin saber qué
más decir ahora, porque
el presente, dice, no existe.

Por eso aquí no hablo
de mis patrañas surrealistas,
sino de lo que tengo, o tuve y tendré,
y son una luna en el cielo
y un cabello, una manta,
de negrura existencial.
Las dos juntas me acompañaron,
aunque, esta vez, prefiero decir
me acompañarán, porque
aunque él no exista, ellas

sí existirán.

martes, 25 de febrero de 2014

He tratado de ser amable

No sé cómo empezar este cántico
por eso le he cambiado la letra al documento
desde el ático, escribo siempre, te lo prometo
soy un romántico aunque por fuera parezca un cerdo
Tampoco tengo mucho que contar
las niñas que me encuentro vienen y van
unas se creen más mayores y, de verdad
no sé qué hacer desde este pedestal
¿Crees que me pusieron ellas? No te creas
yo mismo me construí mi cielo, mi casa y mis estrellas
¿Que tengo ego? Chica, qué esperas
no tengo tiempo para sentarme, ¿acaso la pena
no sería tener tiempo para cuidarte?
No me malinterpretes, pienso que mereces sangre,
lágrimas y sudor, sí, todo lo que sale para el retrete
dibujo gotas de mentira cuando salgo para beber
quiero decir, que cojo un punto en el cual todo te mereces
No, mientes, le susurran las otras mentes, te dejas llevar
y yo, de la mano, te llevo hasta mi reino animal
donde podremos copular hasta que el dominio
sea infernal, no temas mamá, esta es la elegida
para que me destroce el corazón y lo deje hecho cenizas.
Escribo largo, para un rato, porque así me desahogo
dejando rienda suelta a todos mis letargos
incluso me dicen para un rato, creen que
la estoy destrozando, rimo por ego plasmado
no soy el lienzo de tus pinturas, el dolor de los hados
prefiero pinchármelo yo en vena y en solitario
y con pinceles de cartón dibujo el horizonte
hasta la estrella de oriente me sigue los acordes
de esta orquesta llena de tinta, le digo no corres
y me responde que vuele, que saque las alas
del propio demonio que cría cuervos en estos interiores
las hago sentir inferiores, controladas por estos dedos
tan cabrones, los tienes mágicos, y eso que no probaron
mis rimas descafeinadas con ritmos calentados
voy saltando de rama en rama buscando un pájaro
que me guíe hasta su dama, quiero conocerla,
no pretendo hacerla nuestra, no me seas,
no pienses en la respuesta incorrecta, solo pretendo
darle mi bendición después de que mi arco
y mi flecha hagan con ella lo que se me apetezca.

He tratado de ser amable
las he cuidado, lo prometo,
he sido bueno durante todo el año
y, sin embargo, se volvieron en mi contra
todo por tener más cabeza que polla.

He tratado de ser amable
las he cuidado, lo prometo,
he sido bueno durante todo el año
y, sin embargo, se volvieron en mi contra
todo por tener más cabeza que polla.

Todos conocéis mi pasión por el oro oscuro
dicen que está podrido pero yo leo su muro
que se ha forjado ante todos los no creyentes
los ha puesto a todos verde y no dejó a ni uno
vivo, de rodillas y rezando pensaban salvar su vida
y el elegido se los ha cargado a todos, se levantó
escogió hacer una maratón de destrucción
es delgado, está tatuado con tinta negra como
estas yemas que no sueltan ningún halago
por eso me prometí seguir siendo líder
del amor, cariño hacia la sangre del cabrón
miedo hacia las que dicen que tienen buena intención
huyendo me hallo de las que aparecieron sin dilación
y con tanta dilatación, les dejaron el ano como la bandera
del Japón, el mundo es ancho, pero mi telescopio
no da pa' tanto, por eso me rallo, rompo un cristal
espero llamar tu atención mientras derrumbo tu pedestal
el mío sigue igual, oh, perdón, ha crecido
como mi amigo cuando ve todos tus vídeos
están rulando tus pechos de boca en boca
dejé lamentos en todas tus aureolas
te las llevaste para disfrutar de la cresta de la ola
ahora me echas de menos, mañana más y mejor,
de noche desaparece tu precio, por eso te las comes
de dos en dos, te disfrazas con el alma controlada
por eso piensas que todo fue correcto, con mamada
para poner la guinda a todo este pastelón
vaya telenovela me has montado, yo me bajo,
el mundo está cayendo y ni me he acordado
de la decadencia de tu cuerpo, piensas malo
por quererme a secas, aquel me dio con ella en la frente
me dibujó un corazón con su semen, debe quererme
mojada por toda la risa y sin veracidad
mis labios sufrieron el calor de una chiquilla
que prefiere estudiar filosofía en una canción
antes que vivir la vida sin meter mierda ni mentiras.

He tratado de ser amable
las he cuidado, lo prometo,
he sido bueno durante todo el año
y, sin embargo, se volvieron en mi contra
todo por tener más cabeza que polla.

He tratado de ser amable
las he cuidado, lo prometo,
he sido bueno durante todo el año
y, sin embargo, se volvieron en mi contra
todo por tener más cabeza que polla.

Con amoniaco en la cabeza me quedé ciego
se me nubló la mente, un poco el ojo izquierdo
y las raíces se me pudrieron, el pelo se me quedó
primero azul, luego alcé la voz y, ¡qué siniestro!
Todo amarillo, un monte de arena esparcido.
¿Me afectará a las neuronas? Pensé
Luego, saqué un diez, y, de nuevo, otra vez
mas la gente empezó a irse lentamente
qué pasa, quién es este demente, me leo
mis poemas con paciencia y con algo de suerte
sigo siendo capaz de pronunciar la r correctamente
por eso perdí la risa en cuanto vi que no podrías
hacerme frente ni aunque mil años pasasen
por tu cerebro, ¡qué impaciente! Deja que te toque
mientras pienso en todos aquellos a los que me follé
anoche, ¿qué? Ahora no puedo estar resentido
el caballero nunca sufre, eso dicen, entonces seré
un cabrón compungido, ¿regla de tres? Lo siento,
prefiero una relación con dos dedos de frente
voy a ir cerrando con longitud controlada esta afrenta
así ellas la llamarán mientras se acuerdan de los trápalas
a los que se trajinaron y yo, con un cojín, la cerveza de las dos
y con más de dos a mi alrededor, pensando en lo bonito
que está el sol, seguiré escribiendo hasta que mi respiración
deje de ser el mismo petróleo que vomito para sentirme mejor.


sábado, 22 de febrero de 2014

Puedes llegar a creer

Puedes llegar a creer
que escribo con tu nombre,
con los besos que te di
en las montañas de Oriente
con todos ellos en mi mente
te pienso, te escribo;
es inherente.

Pero te puedes llegar a engañar
si, cuando lees todas mis letras
nunca llegas a pensar: “¿qué [le] pasa?”

Puedes llegar a creer
en el corazón de una divinidad
aunque ella no te piense,
no te escriba, no te bese.

Pero te puedes llegar a engañar
porque perderás un tren con
la oportunidad de volar.

Puedes llegar a creerme
y abrazarme otra vez.

Pero entonces
tus principios
se morirían,
¿no es cierto?

Puedo llegar a recordar
cada beso que logré recaudar
con tus labios ardiendo
con mis dientes, relucientes,
te dibujo rasgos nuevos.

Pero me puedo llegar a morir
si, cada vez que quiero vivir
tengo que pensar en todo lo
que pudimos ser juntos
y lo que, al final,

me tocó hacer: estar sin ti.

Solo me dejaste solo

Solo me dejaste solo
y _ e supo a poco
y _e alejaste otro poco.

Me dejaste con este embrollo
tirado en un hoyo
con las muelas perdidas
y las murallas derruidas.

Solo me dejaste solo
y morí, pero antes
me sentí roto.

En el horizonte,
el oro de tus caminos.
En mis ojos, el agua
hecha con tu cariño.

Solo me dejaste solo
y me fui, pero antes
me congelé un instante.

Y caminando bajo
tus huellas, huelo
el perfume que dejaste
en la cama de primavera.

Solo me dejaste solo
soledad no te llamas
pero brillas con fuego.

Y en el río que hice
me ahogué
porque en tu mar
no me hallé.

Solo me dejaste solo
a tu lado me siento abandonado

por eso me estoy volviendo loco.

viernes, 21 de febrero de 2014

Cofre de porcelana

Te he dejado entrar
en un círculo
el cual ignorarás.

Me da igual.

Pienso escribirte,
la delicadeza
de tu frágil
escalera
me desinhibe.

Siento que mis ojos
se quedan anclados
en tus líneas quebradas.

Con los colmillos
arrancando suavemente
la piel
que cubre todo el oro
del mundo.

Con mis dos naves
surcando tu mar
pienso deleitarte
en este poema.

Porque eres
la única de tu clase
que, con el simple hecho
de sentarte
muestras tu perfección
andante.

No, no te acerques.
No tengo ganas.
Tengo necesidad
de plasmarte
con tinta pura.

Y me dices “para”
y yo te contesto
que me marcho
no tan lejos
como quieres
no me acerco
como quiero.

Estoy en esa distancia
desde la cual
puedo contemplar
tu maravilloso mar

sin ahogarme en él.

jueves, 20 de febrero de 2014

Una carta abierta

Hola, transeúnte.

No sé cómo has llegado aquí. Tal vez, y solo tal vez, seas un nuevo viandante que se ha equivocado de calle. Tal vez, y solo tal vez, seas un habitante rutinario de esta esquina con pisos subterráneos que buscan el cielo. Perdón. Esta no es la intención de esta carta.

Cuando alguien lee las palabras de otra persona y esta persona ya no tiene nada que ver contigo, tiende a interpretar esas palabras, esas frases. ¿Para quién será? ¿Qué quiere decir? Por desgracia, si se ha marchado, o si te has ido, no podrás controlar esto. Tenga en cuenta, transeúnte, que no le estoy hablando usted, sino a mí mismo. Yo no puedo quedarme quieto en un sitio al que ya no pertenezco. Por eso, voy a hibernar hasta poder recuperarme y salir a la luz y el riesgo que conlleva: que te vean.

Descubrí esto hace ya muchos años. Sin embargo, el grado de implicación fue aumentando. Primero fue Marta. Lejana. Literalmente. Yo no era como soy ahora, al igual que ahora no soy como seré dentro de varios años. Pero yo no estaba hecho para esas cosas. Inseguridad. Miedo. (Des)control. Celos. Ah, celos.
Salí de una para meterme en otra. Beatriz fue un bache infernal y anecdótico, bonito y frío, útil. Aprendí que, en mi caso, un vacío no se rellena con otra persona. Me gustaría reiterar la parte donde digo en mi caso. Y menos si esta persona pretende solo divertirse. Qué recuerdos...
Desde entonces, me di cuenta de que estaba más que mentalizado para estar a solas. Llegó mi año. Mi artista favorito venía a verme. El amor se cruzó con un par de astros y bajó a saludarme. Me presentó a Lorena.
Si eres un transeúnte pasajero, puede que te pierdas en estos momentos. Pero haré todo lo que pueda para guiarte. Para los que se consideran más habituales, no hay mucho que explicar. Ustedes lo vivieron conmigo.
Ella fue lo primero en todo. Tanto para cosas muy buenas como para cosas no tan buenas. Las relaciones están conformadas por dos personas, y las personas cometen errores y aciertos. Ella y yo cometimos nuestros errores y aciertos tanto juntos como separados.
Y la vida siguió. Y yo tenía una experiencia encima de la que no me arrepentía, nunca lo hice y nunca lo haré. Digamos que la experiencia es como la información: poder.
Volví a la preparación mental. He llegado a la conclusión, hoy, 20 de febrero de 2014, que la soledad no se merece que solo la visite cuando estoy mal. De vez en cuando debería llevarle un ramo de flores. Cantarle alguna canción. Tal vez escribirle algún poema, pero no rechazándola y quejándome de su compañía.
Como decía, volví a mis andadas. No había ninguna flor que tuviese un color especial.
2014. Parece ser que adelantar acontecimientos positivos no está en mis genes. Sí los negativos. Piensa mal y acertarás, supongo. Dije que sería mi año. Él volvía, de nuevo, a verme. Pero esta vez no iba a ir solo. O es lo que parecía, repito, a día de hoy, 20 de febrero de 2014.
Irene ha supuesto un punto de inflexión. He descubierto más cosas sobre mí, en muy poco tiempo. A día de hoy, 20 de febrero de 2014, probablemente me hubiera gustado que este muy poco tiempo pudiese ser expresado de otra forma. A día de hoy.
He luchado contra mi otro yo. Si es la primera vez que estás aquí, puedes encontrar una cierta presentación más abajo. O más atrás. No sé. He descubierto quién soy. He defendido mis principios. He visto que puedo volver a querer. Bueno. Podía. Me agota querer. No querer a tus compañeros de clase, a tus amigos que siempre están (y siempre estuvieron), a tu familia. No. QUERER. ¿Precipitado? No te lo niego. ¿Exagerado? Dos veces. Dos veces. La primera acerté. No creo haber fallado la segunda. Llámenme exagerado. Llámenme dramático, paranoico. Controlador.

¿Se han dado cuenta de lo bonito que es hablar de lo que está reciente? Con la carne ardiendo. Las cicatrices ahí están, ya ustedes están cansados de verlas. Lo fácil que es tratarlas. Pero esto es una carta abierta. No voy a andar con rodeos.

Desde aquí (y sin tener por qué decirlo), quiero afirmar que no me arrepiento de nada. No porque yo lo haya hecho bien o mal, sino porque lo hice. Fue mi decisión. Siempre pensé en ellas. En sus decisiones. En sus consejos. En sus palabras. ¿Por qué les iba a echar algo en cara? Ellas me cuidaron. Podría decir que me han moldeado. ¿Qué miedo hay que tener? Puedo tratar perfectamente con todas ahora mismo.

Menos con una. Porque está reciente. Porque, sí, es culpa mía. Es culpa mía ser así, porque ellas me moldearon para bien. Pero, ¿acaso está mal mi concepto de querer? No. Pero sigue siendo culpa mía.

¿Mi problema? La falta de comprensión. ¿La causa? Una diferencia que no se basa en un simple número. ¿Estoy siendo críptico? Ustedes y yo sabemos que no.

Nunca te molestes cuando alguien te señale algo que piensa que no estás haciendo bien. Tómalo como un consejo para mejorar. Para, incluso aún más, ser mejor persona. Mejor partido. Tú lo eres. Pero que no seas compatible conmigo no quita nada. No leas esto y sueltes tu media sonrisa de placer. Lee esto y date cuenta de que todo fue verdad. Vuela. Tal vez... tal vez.

Habrán captado que esta última parte ha sido un poco céntrica. Es la consecuencia de lo temprano. De lo reciente. ¿Y creen que no me van a leer nunca? Aquí me tienen.

<///3

miércoles, 19 de febrero de 2014

¿Quieres?

Cuando entras aquí
¿Qué es lo que buscas?
¿La sonrisa placentera
que se te dibuja cuando
piensas
que soy tu juguete
que estoy
para cuando quieras?

¿Una tirada épica
donde cuente mis penas
que me das muerte
con tus huellas
que marcan el paso
hacia el horizonte?

¿Unas lágrimas
que lleven tu esencia?
¿Unas palabras perfumadas
con tu fragancia? (La cual,
debo reconocer,
me tiene perdido
sin memoria)

Las respuestas
están escritas.
Pero no
están publicadas.
Porque están
todas
en mis venas
bien guardadas.

¿Quieres verlas?
¿Quieres tocarlas?
¿Quieres verme?
¿Quieres tocarme?
¿Quieres respirar(me)?
¿Quieres escaparte?
¿Quieres querer?
¿Quieres dejar de querer(me)? [si lo hicieses]

¿Quieres? Porque puedes no saber lo que quieres

pero sí saber lo que no quieres.

Conversaciones

Escúchame.

SE HA MARCHADO
HA JUGADO
SE FUE
NO QUIERO SABER MÁS

Cálmate. Piensa
con lentitud y paciencia.

SOLO QUISO DIVERSIÓN
A MI COSTA
AHORA YO QUIERO SU SANGRE
EN MI BOTA

No sabes lo que estás
diciendo.
Por eso me gritas.
Relájate.

¿POR QUÉ LO HIZO?
¿QUÉ SE LE PASA POR LA CABEZA?
DA IGUAL, SE LA VOY A ARRANCAR

Deberías escucharme
porque sabes que siempre acierto.
Déjala bien, déjala ir
que su niebla se disipe
y, si se tercia y quiere venir
que sea así.





Tranquilo. Todo irá bien.

martes, 18 de febrero de 2014

El rumbo de tu inquietud

Jamás (me) he vuelto
porque nunca me he ido
Tu cuerpo ¿ES? la guarida
favorita de mi cuerpo.

Hay una estela de ausencia
de encuentros impuntuales
de locas armonías
de piel de heroína.

Y ahora tengo las arterias
llenas de tinta negra
Y un corazón devastado
y unas yemas
que creen en los milagros.

Pero están tan confundidos
son tan neblinosos
que hermosas tus oscuridades
como las mías fatales.

Y ahora tengo las arterias
llenas de tinta negra
Y un corazón devastado
y unas yemas
que creen en los milagros.

Al límite de la presión
de conspiración _ i _ i _ a
El rumbo de tu inquietud

coincide con mis pesadillas.

domingo, 16 de febrero de 2014

Eviliann

He cerrado los ojos
y me he visto
en un espejo.

No he salido huyendo
a pesar de que mi rostro
era totalmente negro.

Unos ojos salían
de mis anteriores cuencas
con sangre en el río de ellos.

La boca coloreada
con fuego congelado
y las garras andando.

Andando, buscando
mi alma para llevarla
de la mano.

No he salido huyendo
a pesar de que él
soy yo.

No he salido huyendo
porque él es yo
y los dos somos uno.

No hay dos sino uno,
es por eso que siempre
hemos vivido juntos.

Ahora, aquí sentado,
estoy preparado
para hablar con él.

He creado un tratado de paz
y le he explicado con insistencia
que no soy de él.

Que ni él es mío,
que los dos estamos unidos
que debemos seguir siendo amigos.

Y voy de tres en tres
porque no solo somos dos
juntos, haremos el bien.

Pero tenemos que dialogar,
amigo, conversar, enemigo,
sé sincero, le digo.

Él me quiere solo para mí
y yo me quiero solo para
ellas. Y ellos.

¿Pelear? Eso no sirve
para nada; ya lo has visto,
ella ha sufrido tu ira.

Y no se ha ido
O sí, me comenta él.
Silénciate, amigo mío.

No te vas a separar de mí
le digo yo. Tú me haces
así, y yo también.

Vámonos
de esta habitación
al espacio exterior.

Eviliann, no te separes.
Juntos, domaremos este cuerpo

y lo haremos rey de nadies.

viernes, 14 de febrero de 2014

Sufrir

Te quiero, y no tengo problemas
en rodear este mundo de arriba a abajo
de derecha a izquierda
para dejarlo bien claro.

Con una pintada en la pared del parlamento
con un beso desde las nubes explosivas
con un globo sobrevolando el Everest
con las montañas de arena y el sol jadeante.

Te quiero, y no tengo ningún tipo de problema
al decirlo. Puedo susurrártelo al oído
mientras el agua azota levemente el cristal
empañado, o puedo abrirte un libro
por una página al azar y encontrar
tu esencia ahí escrita, apartada
de todo mal.

Podría escribirte una cantidad de poemas
directamente proporcional a lo bonita
que me pareces.
Y podría publicar libros hasta la hora
de mi muerte.

Me estoy dejando los labios
los cuales se mueven en el aire
mientras ando por la calle
en solitario;
se mueven buscando tu piel
porque la echan demasiado de menos.

No sé qué te ha pasado
y ahora mismo lo estoy pensando
barajo las cartas suavemente
de lado a lado
lo mucho que tardaré en volver
a verte; lo mucho que
te echo de menos año tras año
porque los días sin ti
son demasiado largos.

¿Qué te pasa? ¿Por qué ya
no me hablas? No hay
confianza, y mis palabras
se quedan huecas al verte
se sienten desamparadas
si no las atiendes...

He llegado a la conclusión
de que, lo mejor, es que me vaya
así que aquí me despido
con la sangre de mi tinta
te dejo un lugar para
tus idas y venidas,
las ideas que tengas
serán bienvenidas
pero quiero dejarte claro
esto que aquí escribo
necesito tu sonrisa

como la brisa de verano.

miércoles, 12 de febrero de 2014

Algunas noches

El olor de tus tobillos
cuando escapas de mis abrazos.

Las perlas saladas que se esparcen
por el rastro de tu huida.

Los pintalabios que fuiste usando
por cada vez que nos veíamos.

El perfume que invade tu casa
y que te traías contigo.

Las miradas que se quedaron
fijas en un horizonte lejano.

El cuello que nunca girabas
para ver al sol amanecer.

Los besos que se me inmolaron
frente al pecho.

Todo lo que me encanta
lo canto en esta canción.

Todo lo que te pude, puedo
y podré (querer), se ha quedado
aquí.

Léeme cuando necesites
mis palabras,
pero mi voz atolondrada

no quieras.

martes, 11 de febrero de 2014

Mis circunstancias


I M P O S I B L E

Bajé por la calle de las paredes horizontales, y atravesando el cemento encontré los cristales de tu caída, con la ventana dormida (y tus ojos buscando mi saliva) y las luces derretidas.
Que tus pies sigan hacia arriba y que tus manos continúen la búsqueda del olor perfecto. Yo, de mientras, seguiré caminando por la nube de gas debajo del cielo, donde los volcanes expulsan lágrimas de metal.

Te dije que te esperaría en la séptima avenida
cogiendo los raíles hacia el país de verdad
con un estado de izquierdo. Pintando el papel
con un mapa, calqué las venas de mi lápiz
y dibujé un cielo sin lunas, sin soles,
sin estrellas.
Porque tú no llegabas. Te he tratado de explicar varias cosas con pocas palabras, pero la cantidad de definiciones que puedes extraer de todo esto se reduce al mínimo: quieres una explicación bendita y yo estoy en el infierno con aguardiente en la mano, esperando a que un incendio me apague y pueda encenderme la lluvia que mis yemas ejercen sobre estas penas.

Te prometí que nos veríamos en la séptima carcajada
donde pudiésemos llorar con los labios estirados,
donde la seriedad quedaba bajo llave en una nave de plástico, lanzada al mar de mis llantos, viendo que flota, viendo que se va, que no vuelve.

Como nosotros.

sábado, 8 de febrero de 2014

Todo lo bueno se acaba

Dedicada al abandono
experta de la velocidad
en sociedad no está contenta
prefiere ser mordida a tener
una sonrisa de oreja a oreja.

La hallaron bebida en el bar
de la esquina donde querían
hacerle competencia
pero no sabían.

Me contaron que sus ojos
expulsaban dragones de metal
y que su sonrisa podía derretir
hasta el más recio cristal.

Con su mirada me ponía
boca arriba y el aire me quitaba.
Por eso, al despertar,
tenía sus labios en mi mejilla.

Con el freno echado y las ganas
volando alto. Con los besos
de madrugada y un arañón
que no era para tanto.

Con todo esto, ella me quería,
y yo me la bebía
con lentitud.

Porque todo lo bueno se acaba,
todo lo bueno se acaba,

incluso tú.

Me he ido

Vivo con la certeza
de la incertidumbre.

Con el deseo en la mano
y, en la mente, el aire del verano.

Bien caliente, se esfuma
y el humo ahuyento con aguardiente.

Rasgo todas tus cicatrices
en forma de cruz, dejando huella.

Huelo la respiración
de tu nerviosismo.

Y me creo un Dios
ante un abismo.

Ahora que está lloviendo
puedo prometer falsa esperanza.

Con el cielo oscurecido
de tus blancas garras.

He disparado a una nube
y me ha escupido a sus hijos.

He llorado por tu pérdida
teniéndote entre mis brazos.

Con un abrazo me he despedido

y, en tu ausencia, me he ido.

Se quedó en Abril

que esta sed
no me la puedes curar
ya.

que, si pienso
del revés, encontraré
la oportunidad.

que, con buena fe,
intentaste
olvidar.

Sé,
y lo sé,
créeme,
que me echas de menos
de verdad.

Sin embargo, la noche sigue estando
nublada por todos aquellos actos
en el escenario lleno de escombros
donde la serpiente matutina
se sacrificó por tus brazos
y te tatuó.

Y que, sin embargo,
la soledad sigue siendo
la mejor de las compañías.
Con una canción de despedida
no podrías abrir la lata
porque su abre fácil

se quedó en Abril.

viernes, 7 de febrero de 2014

Lo que siempre he buscado

Con las horas pasando
y el reloj marcando las horas
con el trigo de la cosecha
que el sol desprecia.

La luz de su brillo alargada
no para de buscar mis ojos
pero yo la dejo anonadada
cuando le describo mi interior.

Tengo dudas sobre todo
y todo me parece nada,
nada por lo que preocuparme,
nada por lo que no morirme de sed.

Las gotas de las cataratas
no se mudan. Cambian,
porque se juntan todas
para derretirme entre
la espuma de oro
de su tierra.

Plagado de peces
con placas de hielo
una sed me detiene
la sed de besos.

Con el agua hasta el cuello
y las horas pasando
me he dado cuenta
de que eres

lo que siempre he buscado.

lunes, 3 de febrero de 2014

Morir juntos

Las cavernas se echan a llorar
por arriba y por abajo
al verte marchar
con el eco de tus pasos sonando.

La avispa sigue viajando
en busca de tu perfume dorado
y yo la acojo en mi mano
me pica y me deja claro
que te has marchado.

El pájaro que alza el vuelo
en busca de una nube que le cante.
El ave que caza sin suero
en busca de un suelo donde despedazarle.

Y tú, con tus andares, me has perfumado.
Con las lágrimas de mi canto te he pinchado
y ahora te desangras en el suelo, y quieres
que me eche contigo y que veamos las estrellas
que son el suero de tu cielo, que son las guías

de nuestro sentimiento.

sábado, 1 de febrero de 2014

Love

Mis ojos se han salido.
Rodando, buscan las divisiones
de tu espalda.

Mis manos están en el frío.
Quemando, tus pechos
me aguardan.

Por las laderas del destino
he ido a remo por parajes
inhóspitos.

Te encontré a ti, bonita,
debajo de un olmo bien rojo.

Sobre tus hombros, los pétalos
de la inocencia perdida vestida
de picardía.

Te encontré a ti, preciosa,
con los brazos caídos buscando
mi precipicio.

Precipitado no estuve precisamente
a la hora de alzarme de mi madriguera
donde me refugiaba de tus abrazos.

Ahora los echo de menos,
como a tus manos sujetando
mi pecho tatuado con el infierno.

Tú, cielo, y yo,
un sol.
Quiero que nos juntemos
como la pareja de cartas
que gana una mano.

Tú, cielo, y yo,
nube.
Quiero que naveguemos hasta
que las lágrimas de mi interior
se nublen.

Tú, tus labios
formando la carretera
más suave que he asfaltado.

Tú, la sinuosa
que se desliza en la sombra

y me enamora.