Tras el negro y el blanco
quiero poner un poco de gris en este
asunto
que la gente se calme no soy un
asesino-no
pretendo impresionarte, estoy
relajado-do-
mi-no el ritmo con una tranquilidad
horrorosa
me doy miedo a mí mismo al verme
delante del espejo
escupiendo estos trémulos versos, se
pierden por ser
reflejo de mi sentimiento; lo siento,
sé que no soy perfecto
y que intento decir lo que siento, mira
lo que pasa, me repito
estas líneas se me quedan cortas y las
acorto, no quiero que te pierdas
mientras me río, el río que cruzas yo
mismo lo he construido
sonrío al ver tus piernas caer al mar;
algunas veces me veo sabio
hasta que me leo y digo “¡qué mal!
Estás reventado, te han roto
por todos lados y no sabes cómo
arreglarlo” Me vuelvo a dar
la razón, tengo una ligera sensación
recorriendo este espacio
tengo el poder y siento mi ego crecer a
la par que escribir
se vuelve una necesidad y me veo en un
abismo de malicio->
sabiduría, quiero llegar hasta el
fondo y vuestras cadenas
no me dejan, estoy atrapado en trena y
todo por querer expresar
sin metáforas, puedo construir alguna
si se tuerce el asunto
mira, piensa en dos alpinistas
escalando el monte
yo me quedé atrás muchas veces por
ayudarte
y ahora te veo avanzar a una velocidad
que me da miedo
te vas a caer sin mis manos y sin la
tierra, el cielo
y todos los componentes que les he
puesto; ahora arden
se acabó la metáfora, por cierto,
quiero dejar claro que me sobran
y que, lo que necesito, aquí se
encuentra: palabras crudas y rudas
puras e, incluso algunas, mudas, dales
voz tú que sabes, menuda
longitud alcanza esta locura, me siento
perecer ante tanta amargura
no es la que tengo, es la que esgrimes
al intentar atacarme de nuevo
quiero que este papel salga al público,
atraviese los cielos que borraste
lo usaré como señal de humo, mis
palabras no se perderán por lujo
las dejaré bien puestas con su muro de
protección, que nadie pase
a tocarlas, solo tú puedes
interpretarlas, siente cómo se meten en tus venas
y te dejan ciega, ¿no ves nada? Llevas
tiempo andando al azar, esperando
la miel de unos labios que perdieron su
sentido en cuanto se rindieron
ante tu culo, no quiero ser obsceno,
nena, pero Catulo dice peores cosas
y le rinden culto, ¿tengo tu permiso?
Me da igual, seguiré poniendo comas
donde había un punto, le quitaré el
final y le daré continuación: es la vuelta
a la tuerca de lo que quiero, lo que
necesito y lo que miento, espera
yo nunca hago eso, tú eliges con cuál
de las tres me quedo
¿Una pausa? No puedo dejar de agitar
el lápiz, se le va a acabar la tinta
a este paso necesitaré un escriba que
transcriba todas las líneas que no paran
de nacer, con este ritmo podré
destruir el imperio que me salte
te haré caso, se me está yendo el
tarro, más bien está dañado, tiene cicatrices
a cada lado, son grietas que no puedo
sellar pero sí atravesar,
como las cuevas de Atenas donde Platón
dijo “piensa
luego exista”. Perdón, he vuelto a
errar, soy humano
aunque algunos no me permiten fallar,
yo no les permito ni respirar.
Tras el negro y el blanco
me encargo de pintar paisajes amenos
no todo son versos largos
los tengo intensos, aunque primero
déjame tener la oportunidad de tocar
tus senos, luego ya veremos,
quiero ir viendo si existes o eres
de otro sistema, creo
que la rima da igual, solo a veces
la dejo aislada, ella es mala
me lleva de un lado a otro y todo
para nada, es como el amor
Dios lo creó y nos dio entretenimiento
se pensó que todo estaba hecho
por eso en siete días no estaba esto
terminado, no tengo yo pleno
con mis neuronas, ellas discuten solas
y me recuerdan lo mucho que me quiero
normalmente las ignoro pero ahora mismo
las aprecio
Por eso mismo me digo a mí mismo
“Reinvento, diseño e innovo
puedo elegir qué ser y, qué siendo,
escoger qué verso me quedo”
¿Vas en busca de guerra? La mía
no será de almohadas ni de cojines
tengo los cojones suficientes para
decir
que el amor no vale para nada
borré ese nombre de la academia
y todo para construir un nuevo concepto
no tiene nombre, lo siento
pero te prometo que verás las
estrellas,
más versos y más besos que Dulcinea
me volveré loco por tus andares
cuerdos
le daré cuerda a lo que sienta por ti,
lo prometo
pero antes de todo esto, tengo que
confesarte un secreto
Dios soy yo, ¿no lo ves? Te lo he
dejado puesto
en dos estrofas, te quitaré la ropa y
verás
un mundo nuevo.