Porque eres esa brisa
que amilana mi furia.
Porque eres esa playa desnuda
que relaja mis nervios
que hace desaparecer
la tensión de mis músculos
que me transporta a otros mundos.
Porque eres ese aliento de fe
que faltaba en mi vida.
Por ser todo lo que yo buscaba
aunque no lo supiese
aunque no lo deseara [en aquel instante]
Por haber aguantado la embestida
del toro que aparecía una y otra vez.
Porque me querías, y te quería, y nos queremos
hasta debajo del mar
con el que me proteges.
Porque eres la más bonita
de las flores del campo mundial.
Porque te escogería de entre miles
porque sé quién eres realmente.
Tú y yo.