ya que no me dejas verte en carne y hueso.
Me he quedado anonadado
he tenido que borrar los recuerdos
podía morir si seguía pensando
en que nunca te tendría. Es algo que sé
pero lo dejo estar, como el viento sabe
que el diente del león se irá
pero su esencia quedará.
Hoy, reina, te vi andar
con gracia y sutileza, pisando
flores
del parque que te hice. Sonreí
y te pinté tres cicatrices
en tu omóplato derecho.
Chocar contigo fue la peor de mis
gracias
la suerte me la juega y yo la acojo
qué contento por estar solo y verte
escalar.
No sabes cuán feliz puedes hacerme
sí, aún más de lo que ahora soy
que sólo te escribo versos
y los lees con unos ojos
descafeinados.
Hoy te he soñado en una pantalla
tu carne y tus huesos me vuelven
paranoico
me descontrolo, el médico me dice
que estoy loco
será un desorden mental llamado amor
elevado
a una potencia desconocida. ¿Me
lanzas un beso?
Te recuerdo en esta cámara de libros
por siempre, la misteriosa sonrisa
que adorna
tu hermoso y bello gesto; sácame
bonito
cuando quieras echarme, que yo
seguiré de pie
es lo único que voy a prometer
porque... Bueno, porque puedo, ¿no
crees?
Yo sí creo. En ti. ¡Existes!
No hay comentarios:
Publicar un comentario
Nota: solo los miembros de este blog pueden publicar comentarios.