Sé
que esta sed
no me la puedes curar
ya.
Sé
que, si pienso
del revés, encontraré
la oportunidad.
Sé
que, con buena fe,
intentaste
olvidar.
Sé,
y lo sé,
créeme,
que me echas de menos
de verdad.
Sin embargo, la noche sigue
estando
nublada por todos aquellos
actos
en el escenario lleno de
escombros
donde la serpiente matutina
se sacrificó por tus
brazos
y te tatuó.
Y que, sin embargo,
la soledad sigue siendo
la mejor de las compañías.
Con una canción de
despedida
no podrías abrir la lata
porque su abre fácil
se quedó en Abril.
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