Cincuenta soldados nazis están persiguiendo, pues se encuentran en busca y captura, a dos soldados franceses. Estos soldados fueron unidos por arbitrariedad, y tuvieron que formar una relación cordial para poder sobrellevar aquel infierno en el que se encontraban. Lograron hacer buenas migas y, gracias a su compenetración, sobrevivieron a muchas escaramuzas y trampas.
Sin embargo, uno de ellos nunca estuvo decantado. Pasaba de bando en bando, digamos, traficando con información, la cual usaba para su provecho propio.
Un día, el otro soldado tuvo que huir con urgencia, puesto que le llegó un informe escueto donde le avisaban de la llegada inminente de los nazis a su área. Cuánta fue su sorpresa cuando vio que su compañero, que tanto había pasado, se quedó allí. No lo entendió. Hasta que se dio cuenta de que ya había escogido bando.
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