Banner

sábado, 30 de julio de 2011

Una carta

Y aquí estamos otra vez. Recuerdo cuando te escribí una carta. Fue una carta llena de rabia, ira, impotencia... Esta no será de esa índole. Si tuviera que ponerle un nombre, un adjetivo... sería de "redención".

Desde que te conocí siempre pensé, y creo que sigo pensando, que eres una chica maravillosa, de esas que es imposible de encontrar y que es la ideal para cualquier chico con 2 dedos de frente. Pero ninguna es perfecta, y tu superior agilidad mental, supongo, hace que puedas ir por delante de todos. Sabrás perfectamente que es desconcertante para, tu presa, por llamarlo así.

Desde que empecé a sentir esa atracción magnética tan tuya, sabía que la cosa no iba a ir bien. Me pillaría, otra vez, por "la chica de mis sueños". Una chica ideal, inteligente, madura, divertida, con sus toques cariñosos. Sabía que no iba a conseguir nada, pero bueno, dicen que a un corazón no se le puede controlar.

En los siguientes meses vi que la cosa tenía altibajos, de los cuales no tenía más remedio que dejarlos pasar, pues el hecho de enfurecerme por tu actitud no me iba a recompensar con absolutamente nada, y eso me quedó claro. También "conseguí deshacerme de ese sentimiento que iba creciendo". Mentira. Me engañé a mi mismo y lo dejé en que "quería ser una parte importante de tu vida".

Y, ¡sorpresa! Una noche se convirtió en mágica... pero no sabía dónde me metí. Ni de coña.

Lo demás tú y yo lo sabemos y nadie más lo tiene que saber. Y hace poco pasó lo que pasó... que no sé ni quiero interpretar. Simplemente, ya llegué a mi tope. Ya no puedo más. Siento no haber sido quien esperabas que fuese. Lo hice lo mejor que pude.

Igualmente, esto no es una despedida. Pienso que lo que ha pasado es otro de los tantos puntos de inflexión. No quiero que sea una despedida, pero sí quiero despejar mi mente, y sólo no lo conseguiré, ya lo sabes. Oh, qué será lo que no sabes...

No nos engañemos. He llegado a un tope, pero aún... aún guardo esperanzas. Esperanzas que tenía hace meses siempre presentes en mi mente. Era lo que me estaba motivando.

Tú.

Sí... aún guardo esperanzas. Muchos me tildarán de gilipollas por ello. 
No sé qué pensar. No sé qué hacer, no sé qué decir. No quiero sentir, no quiero tramar lo peor que puede pasar. Tampoco quiero trazar lo mejor, pues me podría morir de tanto soñar.

Yo... yo sólo quiero ser feliz a tu lado... sin estas... cosas... Sólo quiero quererte e intentar hacerte feliz. 
Quiero ser una parte importante de ti.




No sé si leerás esto, cielo. Espero que sí.

Un saludo, un beso y un abrazo de parte de tu bitcho negrito.

No hay comentarios:

Publicar un comentario

Nota: solo los miembros de este blog pueden publicar comentarios.