Estaba... en un muelle. Un lugar oscuro, tenebroso, lúgubre. No sé qué coño hacía yo allí. Partes de un sueño que acabó/
Me desperté, pero era como si no hubiera despertado. A lo lejos había alguna que otra luz débil, pero no podía reconocer el lugar. Obvio, nunca había estado allí. O eso pensaba yo. Cuando me levanté, me espabilé un poco y me puse a tantear el lugar, llegué a la conclusión de que aquello era... un simple muelle. Un puerto. De noche.
De repente, aparezco en un parque, de noche también. Con mis amigos. Diego, María... y ella. No entiendo cuando mi mente me hace cambiar de lugar en los sueños de forma tan brusca. Estábamos dando un paseo por el pueblo, San José de la Rinconada. Se estaba muy bien. Supongo que es una de las noches que me gustaría pasar.
Al poco tiempo, aparezco en lo que yo imagino que es su casa. Yo me tenía que marchar. Pero me estaba costando mucho. Digamos que estaba tonteando con ella.
"Vamos, sé que quieres." La miré de forma pícara.
"Oh, en realidad no lo sabes. Ya sabes que no". Sonrió maliciosamente.
"¿En serio qu-?"
"Idiota."
En aquel momento supe lo que tenía que hacer... Y un beso apasionado fue lo que, en este final de sueño, viví. Fue increíble.
[…]
Ah. Y, mientras aquello sucedía, volvía a aparecer en el lugar tenebroso del principio. Sólo que esta vez estaba iluminado por un foco de una luz rojiza, muy fuerte.
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