Banner

lunes, 30 de diciembre de 2013

Ser es cuestión de ser

Soy el cáncer
que recorre tus venas
el amor que odias
porque te doy pena
la cara cortada
y la risa apagada
soy tus improvistos
en la madrugada
en la noche iluminada
por tus entrañas
a fuego lento cocinadas
y engullidas por mis sabuesos
¿qué esperabas? ¿Cariños
a tu espalda? Mejor a tus espaldas
siendo sincero, no me extraña
porque soy tus alas cortadas
las venas a flor de piel bien
cortadas, mezcladas con
azúcar para que no se vean
tan amargas, pero, ¿a quién engañas?
Mis ojos no te idolatran, ya no
buscan tu espalda enjuagada con
mis labios, perfumada con saliva
bien crecida por tus trabajos...

Soy el temor de tus heridas
las cicatrices aún con fuego barridas
los llantos de tu alma que no tiene salida
las cruces que me echaste por apellidarme
como lo que me clavaste, apuñalaste
la espalda del ciervo que maltrataste
demasiadas culpas cargas, son un lastre,
¿soy extraño? Mírame a los ojos, encanto
¿Crees que miento cuando me señalo
a mí mismo bajo el agua de mayo?
Ten más cuidado, me susurro al oído
puede que le hagas daño, ¿soy malo?
Esto se ha derivado
estaba hablando de mi almohada
y he acabado recordando el sofá...

Soy tu escalofrío andante
la mirada perdida, alargada
mirando el horizonte
de la calle.

Soy el miedo a encontrarme
como buen caballero andante
dándote besos antes de alcanzarte
con la frente tapada, llena de sangre
apretaste el juguete que consideraste
inflamable, arde, arde, el carro con llamas
lo eleva hasta que el aire
le insufla área espacial
suficiente para sobrevivir
a un don nadie, no pretendo
faltarte, ya no me tienes
y sigues con tus aires
sin embargo, yo provoco
las tempestades que inundan
los pozos de soledad en tu
televisión por cable
ahora cuida tu paso urbano
antes de que mi casta y coraje

acaben cerrándote el paso.

No hay comentarios:

Publicar un comentario

Nota: solo los miembros de este blog pueden publicar comentarios.