Me arranqué la piel poco a poco
mientras la sangre empezaba a asomar
y mis huesos comenzaban a gritarme
piedad
mientras yo, desamparado, no dejaba de
tirar
y tirar, desollé y quemé todas mis
capas superficiales,
desnudo, de verdad, me quedé, ante ti.
Me tropiezo con cada palabra que
escribo,
por eso las comas van y vienen, intento
no
dejarlas a tiro pero sopla el viento y
tengo
frío...
De mi corazón saldrá todo el veneno
que yo mismo me he inyectado
gracias a mi cerebro, he perdido,
así lo siento, no he ganado,
y no pido perdón por ello
nunca me controlé
así lo siento.
Mi tinta está chamuscada como mis
dedos
arrugados de tanto líquido, de él
estoy
embadurnado, de arriba a abajo, y aún
sigo esperando respuestas que no
escribo
porque no me llegan, y si pasan delante
mía,
se desaprovechan ellas solas por no
tocar
en mi puerta... Y yo no salí a por
ellas.
¿Tú? No te preocupes, estoy muerto.
No hay comentarios:
Publicar un comentario
Nota: solo los miembros de este blog pueden publicar comentarios.