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miércoles, 20 de marzo de 2013


La impasible mujer
que yo veía siempre.

Estaba rígida, recta, allí, esperando,
y mientras esperaba, su mirada se perdía
en el horizonte.

Se hacía pasar por fantasma
se dejaba ver poco o nada
en aquella carretera.

La impasible mujer
que yo vi siempre.

No cambiaba de posición
siempre estaba en el mismo lugar
de pie, expectante.

Terminé pensando que aquello
era la vida. Esperar
a que te golpeen.

La impasible mujer
que vi siempre yo.

Acabó todo cuando desapareció
de mi vista. La eché de menos
impasible ante la vida.

Se la llevaron a rastras
por los pasillos, sin poder
mirar atrás.

Yo la vi, siempre,
a aquella impasible
mujer.

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