Estaciones que pasan volando, como el verano
Atinaré, daré con la clave, retrato de tus manos.
Te cogeré por la cintura y te llevaré a lo más alto.
Recogeré tu cuerpo y lo posaré en descanso perfecto.
Izaré la bandera donde saldrá nuestra imagen.
¿Zorra? Una pequeña mujer con ganas de crecer.
Hoy voy a escribirte, preciosa
todas las palabras que salgan por
esta boca
antes mi mente verá si son viables
que le den, voy a describir lo
bonito que es
soñar con unos huesos ajenos
tan lejanos de mi tiempo y del
espacio
ocupo un lugar abstracto en tu
agenda
el verano lo guardo con buen
recuerdo
y las movidas, bueno, anécdota para
los nietos
ahora mismo, nena, no tengo cuerdas
siento que mis dedos flotan cuando
teclean
todas las cosas que te digo son
producto
de alguna copa de más, que me hacen
decir la verdad
lo que algunas veces pienso, lo que
siento
cuando quiero, cuando puedo.
Fíjate, que hasta este momento
no me había dado cuenta de que, es
cierto
has cambiado, y aunque no viene a
cuento
me alegro, oye, vas a mejor, das el
ciento uno por ciento
no tendrá sentido, pero reina, tu
sonrisa me quitó de cuerdo
y ahora te acaricio en la hoja
blanca, esperando verte
de lejos, contenta y feliz, con lo
que desees y te propongas
bajo tu brazo. En tus manos, la
bendición de ser. Ya no eres la de ayer.
Ya no eres la niña de papá.
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