Una
pasión ardiente me congelaba
mientras
el amor mi mente anegaba
con
frialdad y pasión se llenaba
de
sentimiento real, así se llamaba.
Luego
de verte, suspiré y
al
recordarte, me enamoré, eso sí, otra vez
de
tu pelo ondeando al viento que luego
veré
y plasmaré en un soneto certero.
Caen
las cascadas elevándose mientras
el
suelo llano se pone en pie y entona
una
canción triste y picantona
que
revuelve cuando entra.
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