Yo he visto con mis
propios ojos
a la muerte andar
vestida.
Yo he visto con mis
ojos propios
desnuda, iba, la
muerte de visita.
Quiero deciros que me
encuentro nervioso
no es por gozo, que
yo no poso,
pero me incomoda
verla así, sin más
andando como si nada
ocurriera.
El temor del débil es
virulento,
aunque lo hayas
leído, no es lento,
¡No te equivoques!
Cuando menos te lo esperes
Llego; o eso dice su
carta de color negro.
Yo he visto con mis
propios ojos
a la muerte andar
desnuda.
Yo he visto con mis
ojos propios
vestida, armada hasta
los dientes
Así iba la muerte.
Decidida a hacernos
una visita…
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