Estas páginas están en blanco
No andes por este andamio
está endeble, es débil
no es estable, puede caerse.
Verás a un cadáver tuerto
descansando del trabajo en el
huerto
donde cuida las plantas de los
muertos
que se encargar de revivir al
condenado
sacarlo de la celda y darle la
libertad
que todos ansían con esperanzas
vanas.
Sobre la turbia arena me
desgarro,
me arranco a gritos vacuos,
dejando
a un lado todo el pasado y todo
lo pasado
mi alma, secuestrada, me rapta,
te rapto
y no hay más que hablar, tenemos
que cambiar
revienta el candado, andamos y
nos encontramos
al otro lado de la esquina,
paredes hechas de tela
fina, ramas cayendo suavemente en
tu brazo
lleno de heridas, lleno de
infecciones producidas
por las batallas perdidas.
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