Y es que quererte es
tan fácil…
hilando conjunciones
astrales
no supe yo cuánto,
cuánto se te podía
querer.
Solucionemos tú y yo
el pesar industrial
que en tu espalda
cargas;
pensemos en un futuro
mejor.
Arrastrarme hasta
encontrarte
en la orilla de la
despedida,
fulgor en tu felina
mirada
y sal en las heridas
secas.
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