Saca
el balón de la portería,
no
te preocupes, ha sido fallo tuyo
no
hay sustituto, sólo hay uno
que
para, placa y recibe
no
es sparring sentimental
pero
tampoco portero de dardos
esquiva
el arco
y
aparece detrás del rival
no
le quites el balón,
devuélvele
su medicina
aquella
que perdió en el campo
de
batalla, donde él murió y
nosotros
pudimos salir
no
sin antes decir
“¡Fuera
de aquí!”
La
canción que te susurraré
cuando
la victoria, la derrota
caiga
sobre ti
te
atará con todas sus fuerzas
las
cuerdas te cortan
no
la vergüenza
ni
la circulación
sólo
tu presencia.
“…Y al final”
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