Vengo desde un lugar muy, muy lejano
buscando la solución a esta rabia
interior
y me hallo en una situación de pura
desesperación
no hallo arreglo a esta muerte latente
veo ángeles desaparecer delante de mis
ojos
creo que existen, parpadeo y se queda
el rastro
de sus recuerdos flotando en el aire,
rasgo
mi guitarra vespertina en la nada, y
sigo cantando
mientras, busco un alma que se apiade
de mi amor
Tengo el anhelo intenso de encontrarte
de nuevo
Nena, ven a mis brazos, yo te suplico
bajo este muro
Ojalá estuvieses aquí, conmigo,
brillando en la noche
y en el día... ¿quieres una calada?
Esta droga es sana
“¿Qué te pasa? Háblame...” Y
ella me dijo que respirara.
Siento que el rosa ya no inunda mi vida
estoy contento con lo que pasa
ahora que lo pienso
te tengo ganas.
Mientras huyo, siento mi espalda
desaparecer
El tiempo se difumina a la par que mis
pasos perecen
Levanto la cabeza una última vez, y
veo al cielo arder
“Ni el dinero nos va a salvar de esta
destrucción”
No lo entiendes, nena, solo somos
nosotros y ellos
Da igual el arma, da igual el color,
coge el que más te guste
El daño cerebral ya está hecho, mata
y aguanta
Hasta que el eclipse nos devuelva a la
gloria
La oscuridad se cierne sobre nuestros
zapatos
y la luna se ceba con nuestro contacto,
dice que no más amor
que no más abrazos, que su lado oscuro
está a mano
que nos quiere matar sin un beso más...
“Despedíos de aquel cielo que
solíais mirar en las noches
de pasión, después del éxtasis del
amor
se acabó.”
Siento que el rosa ya no inunda mi vida
estoy contento con lo que pasa
ahora que lo pienso
te tengo ganas.
“¿Hay alguien ahí?” Llegamos de
una pieza a la soledad
nos recibe con sus brazos, sentada en
un altar
piensa qué decir, piensa qué hará
con nuestros cuerpos efímeros, basura
celestial
“No hay nadie en casa. Ya no hay
hogar.
Escapad cuanto antes. No habrá
piedad.”
El miedo se apodera de mi mente
y logro girarme cuando, de frente
me encuentro a la damisela en apuros
me pide un puro de alcohol
que la enamore durante los últimos
instantes
le contesto que puedo ser adictivo
y ella me dice “no lo dudo, aquí
sigo”
Y ahí fuera, en el exterior
las nubes se están muriendo
las flores ya no sonríen
y los campos han ido desapareciendo
y tú tienes que reconstruirlo todo,
entero,
hasta la última pieza, y piensas:
“¿Qué hago ahora?”
Shh... no estás sola.
Siento que el rosa ya no inunda mi vida
estoy contento con lo que pasa
ahora que lo pienso
te tengo ganas.
No hay comentarios:
Publicar un comentario
Nota: solo los miembros de este blog pueden publicar comentarios.