Bate tus alas y dirígite al
cielo con una sonrisa
abiertas ellas, ahora logras
alcanzar la felicidad.
Iluminado tu cuerpo, ahora
puedes brillar y ser
un poco más popular.
Quieres ir demasiado rápido
para el gusto de París,
y ello te puede costar la
vida, y tus alas.
Bate con la batidora el bate
que golpea tu cabeza;
¡Deja de soñar, pequeña! Es
hora de agitar tu pelo
al ritmo más cándido que
puedas deletrear.
Quieres volar y no sueñas;
quieres amar y no pisas tierra,
yo creo que llegarás a lo
más alto, no es el cielo
lo que te espera con los
brazos abiertos;
soy yo, sintiendo tus ojos
cerrados mientras me clavas
el puñal serigrafiado.
Un zumbido grave se cuela
por el entrecejo de tu piel…
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