Un
cadáver, sigue puesta la vida
el
mar, recogiendo, arrastra una orilla
me
puedes, y no eres mi maravilla
aunque
creas que ya no, ¡pida, pida!
Después
de todo el tiempo, estás crecida
piensas
en morir como forma pilla
de
escapar a un brazo ígneo, varilla
y
plata, mechas de hielo sin herida;
Fuego
lento quema brazo de escarcha
y
el sol oculta pensamiento triste
amargada
oscuridad de mi luz.
Asesino
de sangre astuta marcha
gris
campante a sus anchas, me embiste
y
me atraviesa; termina, arcabuz.
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