Cuando acabas de nacer y ves gremio
procuras no parar vejez, mas no
te sientes preparada, clandestino:
escribí un paraíso no mío.
Recuerdo el beso, tan nimio
dejaste entrever que de ti elimino
puro creador pues no te mino
la moral tan ardiente que aquel vio;
Transcurrieron décadas pasajeras
que enfriaron la mirada llena, ajena
a la muerte, la que dijo “verás;
acaba con ella, de forma plena
termina el trabajo ultraligera
y no dejes
rastro, huye, empiezo apenas.”
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